Autoridades sanitarias alertan sobre el dengue y otras arbovirosis

El inicio de la temporada de calor y vacaciones trae consigo un reto que se repite año tras año en Paraguay: el dengue. Esta enfermedad, endémica en el país desde hace más de una década, encuentra en el verano las condiciones ideales para brotes epidémicos, impulsados por el aumento de la temperatura, las lluvias frecuentes y la movilidad de personas dentro y fuera del territorio.

En el marco del programa Tribuna, emitido por Paraguay TV, la Dra. Andrea Ojeda, directora general de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (Mspbs) enfatizó la importancia de reforzar las medidas preventivas en esta época del año.

“Nos acostumbramos a tener dengue todo el año, pero sí tenemos periodos de epidémicos o de brotes, y eso es lo que empieza generalmente en esta época. Si bien este año podemos hablar de que hay un retraso en el inicio de esta epidemia o brote, tenemos unos brotes concentrados en el Chaco y en el norte del país”, comentó Ojeda durante su intervención.

El aumento de los viajes internacionales durante las vacaciones representa un desafío adicional para las autoridades de salud. Destinos populares como Brasil y el Caribe, que también enfrentan problemas con arbovirosis, pueden ser puntos de origen para la importación de enfermedades.

“Cuando salimos de nuestro país, al regresar, la notificación y la consulta inmediata refiriendo un poco ese antecedente de viaje. Eso ya hace que todo el sistema de salud esté atento y alerta, porque todo el año nosotros estamos vigilando, viendo qué hay en los otros países. Entonces, a partir de ahí, ya sabemos qué tenemos que hacer si esta persona presenta algún síntoma”, explicó la experta.

Además, destacó la aparición de una nueva amenaza: el oropouche, una arbovirosis transmitida por el mismo mosquito que el dengue y presente en países de la región.

El cambio climático juega un papel crucial en la propagación del dengue. Las alteraciones en las estaciones, con semanas de calor extremo seguidas de lluvias intensas, crean condiciones ideales para la reproducción del Aedes aegypti. “Antes, por lo menos, teníamos estaciones un poco más marcadas. Ahora, con el cambio climático, tenemos calor extremo una semana, la semana siguiente llueve, y ahí es donde tenemos que estar atentos en casa, eliminar todo lo que acumule agua”, señaló Ojeda.

La prevención sigue siendo la principal herramienta para combatir el dengue. Las medidas básicas, como eliminar recipientes que acumulen agua, utilizar repelentes de manera constante y consultar al médico ante cualquier síntoma, son fundamentales.

“El dengue es un enemigo persistente. Como ciudadanos, tenemos una cuota de responsabilidad que no podemos ignorar. Las acciones individuales son esenciales, pero también es necesario un trabajo coordinado entre los gobiernos locales, las municipalidades y las instituciones nacionales”, afirmó la funcionaria.

A pesar de las campañas de concienciación que llevan décadas en marcha, persisten actitudes que dificultan el control de la enfermedad. Ojeda reflexionó sobre la importancia de mantener un comportamiento preventivo constante. “Sabemos qué hacer, pero a veces no lo hacemos. Usar repelente debería ser una costumbre tan arraigada como llevar protector solar. Al final del día, protegernos es la mejor manera de garantizar nuestra salud y bienestar, especialmente en épocas de mayor riesgo”.

El dengue es un recordatorio constante de la vulnerabilidad ante un enemigo pequeño, pero inteligente. Este verano, el mensaje de las autoridades es claro: la prevención debe ser una prioridad en cada hogar, en cada viaje y en cada acción cotidiana.