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Sin encierros: dignifican a enfermos psiquiátricos por medio de hogares residenciales

Hogares de estadía permanente. Foto: Ministerio de Salud.

Hogares de estadía permanente. Foto: Ministerio de Salud.

La nueva Ley de Salud Mental establece que el Hospital Psiquiátrico debe convertirse en un centro especializado en atención a las urgencias, eliminando así el área de larga estancia y priorizando la rehabilitación en entornos comunitarios. “Sin encierros”, ese es el nuevo enfoque de la atención a personas con trastornos mentales promovido por la nueva ley, para dignificar su rehabilitación en un entorno comunitario.

En este contexto, el Ministerio de Salud impulsa la externación de pacientes mayores de 60 años quienes, pese a contar con el alta médica, permanecen en el hospital porque no tienen familia.

Ya el año pasado, se inició este gran desafío, con el traslado de 15 personas mayores al Hogar Santo Domingo, y continuará en otros hogares residenciales de estadía permanente, donde pueden redescubrir la calidez de un hogar, tras años de institucionalización.

Ley N.º 7018: un camino hacia la inclusión

La Ley N.º 7.018/2022 impulsa un modelo de atención orientado a la comunidad, donde las personas con alta psiquiátrica pueden vivir fuera de un hospital. Esta normativa busca evitar hospitalizaciones innecesarias y prolongadas, promoviendo el acompañamiento en hogares dignos que facilitan la recuperación y contribuyen a eliminar el estigma social, integrando a los usuarios en la vida cotidiana y en la comunidad.

Hogar residencial de estadía permanente: un espacio de familia y autonomía

Los hogares residenciales son espacios de acompañamiento, donde los residentes encuentran un lugar similar a una familia. Personal capacitado los apoya en su rutina diaria, fortaleciendo su independencia en un entorno comunitario, cercano y afectuoso. En estos hogares, los usuarios pueden recuperar habilidades sociales y convivir en un ambiente que promueve su crecimiento y reintegración.

La Dra. María Bettina Ortiz, encargada del departamento de Rehabilitación Psicosocial del Ministerio de Salud, explica que los Hogares Residenciales de Estadía Permanente ofrecen un espacio seguro y cálido para personas mayores de 60 años que no tienen el apoyo de sus familias o de la comunidad.

Los residentes que vayan trasladándose a los hogares tendrán una asistencia integral, que incluye salud, alimentación adecuada a sus necesidades, rehabilitación física y cognitiva, y oportunidades para actividades culturales, físicas y de ocio. El objetivo es que mantengan su autonomía, se reintegren en la comunidad y se apoyen mutuamente, creando un ambiente similar al de una familia más que al de un hospital.

La creación de hogares residenciales no solo impacta positivamente en la calidad de vida de las personas, sino que también beneficia a la economía. Las familias de la comunidad se convierten en aliadas, derribando prejuicios y construyendo un tejido social más inclusivo. Vecinos del barrio San Francisco, como María del Carmen Vargas, emprendedora local, y Verónica Ortiz, propietaria de una peluquería, destacan las oportunidades económicas que generará el hogar residencial en su comunidad, brindando empleo y fortaleciendo el comercio local.

“Yo soy emprendedora, vendo sándwich de milanesa de carne, de pollo, hielo. Yo digo que nos va a beneficiar a todos, no solo a mí. Nos va a dar más trabajo”, sostiene María del Carmen, mientras prepara un pedido de comida.

Verónica cuenta que tiene una peluquería en la zona y, con la llegada del personal del Hogar, se generará más oportunidades para los comerciantes del barrio.

Estas vecinas del barrio, junto con otros representantes de la comunidad, participaron activamente en encuentros con equipos de la Dirección Nacional de Salud Mental. Su compromiso y aceptación han sido clave para crear un espacio inclusivo y de apoyo, esencial para el éxito del proyecto en el barrio, de donde también varios miembros ingresarán como residentes del Hogar Residencial.

Para acompañar esta transformación, el personal que se dedica a la atención a pacientes en salas de larga estancia, muy pronto a desaparecer, será redirigido hacia áreas activas del hospital: urgencia, sala de observación, salas de agudos, corta estancia y ambulatorio intensivo. Esto fortalecerá la atención y cobertura en este centro, optimizando los recursos humanos.

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