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Flor de cempasúchil, biodiversidad, tradición y cultura

La flor de cempasúchil acompaña las festividas. Foto: A. Yanosky.

La flor de cempasúchil acompaña las festividas. Foto: A. Yanosky.

POR Alberto Yanosky
Biólogo y conservacionista.

Recientemente en mi viaje a México, también descubrí la importancia de una flor que vistió de naranja la ciudad de San Miguel de Allende, ornamentando casas, ventas, puertas, semejando jardines y despliegues en el suelo, como parte de ofrendas en el marco de las celebraciones, en fin, en un gran conjunto de escenarios. Y claro que mejor que una colega y amiga para entender más sobre esta planta nativa de México que tiene tanta importancia en la cultura y tradiciones del pueblo mexicano. Gracias, Martha, por las enseñanzas.

En México, la flor de cempasúchil se usa en las ofrendas y se siembra en las tumbas en el Día de Muertos, que se celebra el 1 de noviembre. El significado cultural que tiene la flor de cempasúchil con la celebración del Día de Muertos es destacado, ya que toda persona en México la asocia con las tumbas y altares que se ponen el 1 de noviembre de cada año. Esto hace que su importancia sea tal que, aunque sea una persona, dicha flor le acarrea un significado especial. Desde la época prehispánica, los aztecas utilizaban la flor de cempasúchil principalmente para decorar los altares donde colocaban los cráneos como un homenaje póstumo; la gente la utilizaba para colocarla en ofrendas y tumbas, especialmente en el Día de Muertos. Esta planta, con el tiempo y las diversas invasiones que se han reflejado en el territorio de México, sigue teniendo la misma importancia. Además, las personas recogen los pétalos de esta para acompañar a los perritos que mueren en casa, para ceremonias católicas, con sus pétalos y miel, para pedir un favor. Versiones artificiales han comenzado a suplantar la flor nativa, lo que no iguala su belleza y aroma, adscrita deidades vegetales.

La flor de cempasúchil ornamenta ofrendas. Foto: A. Yanosky.

La flor de cempasúchil ornamenta ofrendas. Foto: A. Yanosky.

El cempasúchil, nombre de origen náhuatl que significa “veinte flores”, también conocido en algunas regiones de México como cempaxóchitl, cempoal o zempoal y conocido en el mundo con el nombre de maravilla o áster, es una planta vivaz, anual y aromática de la familia de las compuestas, con flores de colores amarillo o naranja intenso. Su nombre científico es Tagetes erecta. Existen diferencias altitudinales, cromáticas, periódicas y en el grado de desarrollo de cúpulas y de los septos hemisféricos entre las plantas de cempasúchil silvestres y poblaciones con características degeneradas, crecidas en el contacto con la especie cultivada. De diferentes colores y tonalidades destacan al contrastar con el negro del regocijo muerto, generando un escenario bellamente evocativo. Se dice que el cempasúchil es una de las flores oriundas de México más representativas de su cultura.

La simbología del cempasúchil, entre otros aspectos, es representar a la muerte tanto en los altares como en las ofrendas que depositan en los panteones. Se considera que el olor de esta flor atrae a las almas de los muertos, pero también su olor sirve como forma de protección en el caso de los niños, ya que las emanaciones de las flores impedirán que esos malos espíritus se acerquen. El uso de las flores tanto en las ofrendas como en las tumbas dicta que esta es la única flor que está permitida colocar en el altar y que, como los pétalos de Cempasúchil, son considerados conducción para que el espíritu del difunto pase en los altares.

La flor de cempasúchil abunda en Dia de Muertos. Foto: A. Yanosky.

La flor de cempasúchil abunda en Dia de Muertos. Foto: A. Yanosky.

El cempasúchil es uno de los principales cultivos florales. En México, el cempasúchil existe en la mayoría de las formaciones vegetales de los diversos tipos de clima que actúan en el país, los meses de mayores florecimientos son de seco a subhúmedo de otoño.

Habitualmente, la celebración del Día de Muertos, entre el 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, es para recordar y honrar a los amigos y familiares. Dentro de esta fecha, la ofrenda es parte importante porque, de acuerdo con la creencia prehispánica, el 2 de noviembre es el día en que los difuntos visitan a sus familiares y allegados, transformando todos los ambientes y atmósferas forzadas por la humanidad en pura fragancia y oro. El sincretismo implica que la flor de cempasúchil funge como “espejo de la personalidad interdimensional del ser” en los altares domésticos, comunitarios y/o públicos, pudiendo también representar el rumbo de la persona fallecida.

Se descubre que esta planta no se encuentra en ninguna lista de especies en riesgo, de ninguna categoría de peligro ni de clasificación adecuada, pese a las presiones que sufren sus poblaciones y a que su distribución es restringida. Es considerada una mala hierba­-para ser más explícitos una planta que crece en zonas donde no hay cultivos­-aún más impresionante es el hecho de poseer un sistema de reproducción rizomático, el cual se ancla a la tierra, da origen a nuevas plantas a partir del tallo subterráneo o crece dentro río, lagos, sistemas pantanosos y en el agua de los pozos. El cempasúchil dota de flores con colores amarillos o anaranjados al paisaje, y tiene importancia en medicina y nutrición. Uno de los temas que preocupa es que cada año se reduce la superficie sembrada de cempasúchil y el consumo de sus productos, debido a la utilización de flores exóticas. Lo cierto es que una vez más tenemos una planta de cuya flor hay mucho que hablar, que es nativa y conjuga naturaleza y tradición, une costumbre, valora la naturaleza y urge mantener ese convencimiento de intrínseco vínculo entre nuestros modos de viva y la naturaleza. Gracias México, gracias Martha por tantas enseñanzas.

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