El anambé grande, un ave de altura

Como es de costumbre, el amigo Carlos Ortega me compartió fotos del anambé grande y ello me motivó a escribir sobre esta bella ave, cuyas poblaciones ya se encuentran en proceso de perpetuación de su especie, como ocurre con la mayor parte de la vida en nuestras latitudes cuando llega la primavera. Esta bella ave pertenece a la familia de los tiránidos, es pariente del pitogüé entre muchos otros. Científicamente, pertenece al género Pachyramphus. Pachyramphus validus se distribuye en Argentina, Brasil y Paraguay y otros países; y no tiene mayores problemas de conservación a excepción de los temas que siempre discutimos y que son comunes, como la pérdida del hábitat, los cambios climáticos, las especies invasoras, la contaminación, entre otros riegos e impactos.

Anambé grande nidificando.

Las amenazas como el cambio climático, no se entiende aún muy bien, pero debido a las migraciones latitudinales y altitudinales a larga distancia de la especie y la adaptabilidad a la fructificación estacional y la fenología disponible a lo largo de su distribución; y también, cambios en la fenología del fruto y semillas, se cree que cualquier cambio en el clima podrían impactar a las poblaciones.

Sus ambientes son los bosques tanto húmedos, protectores de recursos hídricos y hasta los bosques en regeneración. Debido a este requerimiento territorial y si queremos la especie en nuestra vida urbana, se requiere un gran paisaje boscoso a escala de ciudad. Se cree que el ave requiere grandes territorios de alimentación, posiblemente cuando la abundancia relativa de sus presas disminuye. Parece que en los ambientes boscosos degradados el anambé grande juega un rol muy importante para su regeneración y restauración. Estas aves canoras se alimentan de frutas e insectos del dosel, y tienen un pico muy fuerte. Habita en las grandes alturas de los bosques, entonces es poco visto, pero desde allí, tiene ese destacado rol en el ecosistema.

El anambé grande es un residente durante todo el año en el bosque atlántico de Paraguay y no se encuentra en ningún otro lugar. Existen estudios que demuestran su presencia en unidades de conservación, inclusive privadas en todo su territorio. Sin embargo, las reservas se verán afectadas si se destruyen los bosques en estos lugares, y es probable que no pueda viajar a través de los pastizales que se han creado artificialmente o los cultivos que separan las reservas.

Esta es una de las tantas especies que no son muy comunes, pero que están allí y podrían indicarnos calidad del hábitat. Por su tamaño y por pasar desapercibidas, muchas veces es impactada por los cambios de hábitats, y la pérdida de los bosques que requiere. Las imágenes captadas por Carlos Ortega de la especie buscando material para su nido y eligiendo ciertos lugares que no son los comúnmente elegidos por la especie. Definitivamente, conocemos poco de esta ave y deberíamos poder priorizar estudios para comprender mejor su estado de conservación y tomar acciones tendientes a esta ave de altura.

Se agradece a Carlos Ortega por las imágenes.