Nacionales
La Selva: un paraíso muy cerca de la capital
Realmente me hubiese gustado hablar de un paraíso cerca de la capital del país, pero es que gracias a la oportunidad del análisis y bases para un Observatorio Iberoamericano de Biodiversidad se llevó a cabo un Foro al respecto en la ciudad de San José de Costa Rica, y tuvimos la oportunidad de visitar la Estación Biológica La Selva y no pude dejar de comparar y soñar, qué excelente patrimonio y qué oportunidad para conservar biodiversidad tan cerca de una capital de uno de nuestros países iberoamericanos. Y fue gracias al valioso apoyo de la colega y apreciada investigadora, Lilliana Piedra Castro, de la Universidad Nacional de Costa Rica, a quien le estoy inmensamente agradecido por habernos llevado y educado en La Selva. Quisiera compartir con mis lectores algunos fascinantes hechos, ya que quedé fascinado con la vegetación, con su fauna y con los trabajos que allí se realizan y si pudiésemos hacer un paralelismo en nuestro entorno, es un bosque mucho más rico, mucho más denso y húmedo que nuestro bosque atlántico del Alto Paraná. Solo que aquí en Costa Rica lo conservan (sin dejar de tener presiones y amenazas) y lo valoran y no como nosotros que hemos perdido más del 90% de su integridad ecológica.
La Estación Biológica La Selva es un lugar crítico y fascinante para aprender sobre ecología tropical y conservación. Establecida en 1954 en el corazón de Costa Rica, la Estación Biológica La Selva se dedica a la investigación científica y la educación ambiental. La estación de campo de biología tropical tiene dormitorios para estudiantes e investigadores, y además se encuentra físicamente conectado a través de un corredor biológico con el imponente Parque Nacional Braulio Carrillo. La Selva está al norte de San José, capital de Costa Rica, a poco más de 90 km de la ciudad capital y tiene particulares en cuanto a su origen y propiedad, perteneciendo a la Organización para Estudios Tropicales (OET).
El lugar es biológicamente rico porque tiene una intrincada variedad de tipos de bosques que consisten en bosques perturbados, bosques secundarios, pastizales antiguos y vegetación natural que se regenera en campos muy antiguos. Alrededor de la estación se encuentran los bosques secundarios, abandonados después de que los propietarios cortaran los grandes árboles en los bosques primitivos. Después de que se eliminaran árboles seleccionados, la tala fue intensiva, y se utilizó el antiguo camino para llevar una gran variedad de árboles al mundo exterior desde la Costa del Golfo en el lado Caribe. La Estación Biológica La Selva creció como un centro de investigación internacional a lo largo de los años, habiendo tenido estudiantes e instructores de más de 700 instituciones utilizando las instalaciones de investigación de la estación para casi 10,000 investigadores que realizaron más de 2,000 proyectos de investigación durante los últimos 60 años. Hoy en día, un complejo de estaciones de campo en más de seis kilómetros cuadrados de pastizales recuperados, en el que los parches de bosques secundarios y primarios, con una gran variedad de hábitats albergan una de las mayores muestras de diversidad biológica en el planeta, respaldada por una extensa base de datos ecológicos y que brinda una oportunidad sin precedentes para comprender la ecología de la selva tropical a largo plazo.
La Selva tiene el privilegio de contar con un gran número de ecosistemas que albergan un gran número de especies. Y a qué se puede deber las diferencias, solo dos razones, por un lado, las precipitaciones, mientras en nuestros bosques puede llevar algo más de 2.000 mm anuales, aquí se duplica la cifra, y mientras nuestros bosques llegan a pocos cientos de metros de altitud, estos bosques de La Selva van desde el nivel del mar hasta 1.400 m de altitud; la agregación de estos sistemas da lugar a muchas oportunidades para que se acumulen formas de vida especializadas, con diferentes nichos. Los científicos aquí han demostrado que una pérdida repentina de hábitats en La Selva o su degradación interrumpiría el flujo de energía. Si la extinción local o extirpación de una especie crea una mayor probabilidad de que otras especies se extingan, entonces la extinción de todas las especies que están restringidas a estos biotipos relativamente raros en Costa Rica creará un “efecto dominó” de peligro de extinción de otras especies. Ya sabemos que las interrelaciones entre las especies todavía son poco conocidas y la afección de estas es lo que podría desencadenar una pérdida escalonada y acelerada de la biodiversidad.
La Selva y sus investigadores han demostrado la importancia de la ciencia para entender los procesos ecológicos y predecir los cambios. Este ejemplo de excelencia mundial nos muestra el camino, nos sugiere que, como estación de investigación y reserva ecológica, La Selva tiene un papel clave en la investigación, educando y ayudando a los responsables de la toma de decisiones y a las partes interesadas locales en la gestión y el seguimiento eficaces y sostenibles de sus futuras relaciones con nuestra naturaleza. Gracias Costa Rica y Lilliana por esta oportunidad. ¡Pura Vida!
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