La cicatriz profunda tras los incendios: “No podemos todavía definir la magnitud del daño”

Los incendios forestales que azotaron Paraguay en la última semana dejaron una profunda cicatriz en el país, afectando no solo el medio ambiente, sino también a las comunidades y economías locales. Según el último informe del Instituto Forestal Nacional (Infona), al menos 178.000 hectáreas de bosques fueron consumidas por las llamas, destruyendo ecosistemas vitales, fauna y flora autóctonas.

Todo esto en el entorno del cerro Chovoreca y su área protegida, lo que, según la institución dio a conocer, más de 2.000 hectáreas corresponden a lo que sería dentro del Monumento Natural Cerro Chovoreca.

Asimismo, el humo tóxico comprometió la salud de cientos de personas, mientras que la pérdida de tierras agrícolas amenaza con agravar la crisis económica en varias regiones. La magnitud del daño aún está por cuantificarse, pero las consecuencias para el Paraguay serán sentidas durante mucho tiempo.

Desde El Nacional, contactamos con el Lic. Darío Mandelburguer, director de Áreas Silvestres Protegidas del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), quien señaló que aún siguen evaluando los daños, así como las severas sanciones a los responsables.

Combate a incendios en el Chaco. Foto: Gentileza.

“El Mades está haciendo los procesos evaluativos del inicio del fuego con la cartografía correspondiente, se abre un sumario y las multas pueden ser hasta 20.000 jornales y también esa carpeta se traslada a un proceso fiscal, ya se ha presentado la denuncia ante la Fiscalía para iniciar un proceso judicial. Hay dos cosas ahí, son procesos judiciales con el Ministerio Público y otro es del Mades bajo un sumario administrativo”, señaló el profesional.

Se perdieron semillas, animales y los pocos que sobrevivieron, se encuentran completamente desorientados por haber perdido su hogar.

“En este momento no podemos todavía definir la magnitud del daño, pero evidentemente por la amplia superficie que afectó gran parte a una cobertura de bosques y condiciones de la flora de la zona específica donde se encuentra el borde de un área de conservación, los impactos son realmente importantes porque la destrucción va sobre elementos naturales biológicos donde se tarda en recuperarse, vamos a quedarnos sin semillas para regenerar, vamos a quedarnos sin madrigueras donde haya alimentos o resguardo para la fauna y la fauna en sí está desorientada y despoblada del sitio donde se estaban albergando”, lamentó Mandelburguer.

Lamentablemente, la forma de recomponer el sitio, llevará mucho más tiempo, mientras la población y sobre todo, los animales del entorno, sufrirán el impacto.

Combate a incendios en el Chaco. Foto: Gentileza.

“Para que vuelvan a recomponerse, tenemos que volver a traer esas condiciones de atracción para la flora, es decir, de elementos reproductivos de semillas y de la fauna que se sienta protegida por ese bosque”, agregó.

Por otro lado, como manera de prevención y una mitigación, la institución promete resguardar la zona quemada, a fin de impedir que sea utilizada para la producción de quienes justamente serían responsables de esta catástrofe ambiental.

“Para mitigar los daños, lo que se está proyectando un monitoreo constante en la zona, para evitar que esa zona afectada por el fuego se transforme en un área de desarrollo productivo porque es lo que corresponde a las parcelas permitidas a proteger, es decir, que tendrían que estar en protección”, puntualizó el entrevistado.

Cabe recordar que, los fiscalizadores ambientales del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible ya se trasladaron de urgencia hasta la Estancia Marangatu I y II, en el departamento de Alto Paraguay, para recabar pruebas y complementarlas con los análisis de imágenes satelitales.

Imagen satelital de los focos de incendio.

Las imágenes satelitales revelaron que los incendios comenzaron en un área específica de la estancia y se extendieron rápidamente a otras propiedades, debido a las condiciones climáticas adversas, afectando bosques nativos y áreas de producción agropecuaria. Esto puso en riesgo la biodiversidad local y causó graves daños ecológicos y económicos.

Durante la intervención, se constató que la estancia se encuentra en fase de desarrollo y que, aparentemente, se utilizó la quema como método de limpieza para el cambio de uso de suelo. El fuego continúa avanzando en algunas parcelas del establecimiento.

Las pruebas obtenidas se enmarcan en las leyes de Vida Silvestre, Evaluación de Impacto Ambiental y Calidad del Aire, y serán enviadas a la Dirección de Asesoría Jurídica del Mades y al Ministerio Público, bajo la Ley 716/1996 de Delitos Ambientales, para iniciar los procedimientos legales correspondientes.

“Dentro del sumario se determina la sanción y la recomposición de acuerdo al ecosistema y las especies se realiza. Pero lo más importante es que el área de bosque que no está previsto para producir se confine y no se trasforme en uso productivo”, sentenció el director.

Mades intervino estancia donde se originó el fuego. Foto: Gentileza.

La institución podría aplicar, además de las sanciones que incluyen multas hasta 20.000 jornales mínimos y la obligación de realizar labores de restauración ecológica en la zona afectada, confinamiento para regeneración u otras disposiciones técnicas que podrían plantearse durante el proceso.

Un dato interesante aportado por la institución es que, la propiedad cuenta con una Declaración de Impacto Ambiental para el proyecto “Plan de Uso de la Tierra – Explotación Silvopastoril y Producción de Carbón Vegetal”, cuyos proponentes son Hugo Miguel Zelada Jara y Hugo Sebastián Jara Aranda, en colaboración con la firma Clemencia S.A.