Ycuá Bolaños: dos décadas de una de las peores tragedias que sufrió el Paraguay

Hoy se cumplen 20 años, dos décadas, de aquel fatídico domingo en el que 367 personas perdieron la vida entre el humo y las llamas del incendio que arrasó al supermercado Ycuá Bolaños, vidas que pudieron ser salvadas si no se ordenaba cerrar los portones por la ambición desmedida de sus propietarios.

Actualmente, ninguno de los involucrados está en prisión:

El dueño del establecimiento, Juan Pío Paiva Escobar, fue condenado a 12 años de pena privativa de libertad por homicidio doloso, homicidio doloso en grado de tentativa, sin embargo debido a una enfermedad, se le concedió la libertad condicional.

Víctor Daniel Paiva Espinoza, fue condenado a 10 años de prisión por homicidio doloso, obtuvo la libertad condicional y falleció en el año 2020 por complicaciones del Covid.

El evento conocido también como la Tragedia de Ycuá Bolaños, y según un testigo que dio a conocer el último ticket de compra emitido allí, el hecho ocurrió cerca de las 11:20 del domingo 1 de agosto del año 2004, dentro del supermercado de la cadena con el mismo nombre en la sucursal “Botánico”, del Barrio Trinidad de Asunción, capital de Paraguay.

En ese ínterin, el local estaba abarrotado de personas que fueron no solo a hacer sus compras, sino que muchas de ellas pasaban su último momento familiar ya que se trataba de la hora del almuerzo. Se estima que las personas que estaban en el patio de comidas fueron calcinadas casi al instante.

Muchos la consideran como la peor tragedia en tiempos de paz en la historia de la República del Paraguay desde la Guerra del Chaco, puesto que según la Corte Suprema de Justicia de Paraguay, dejó un saldo de 327 fallecidos, entre 249 a 500 heridos de diversa consideración, y 6 cuyos restos ni siquiera pudieron ser encontrados.

Foto de archivo.

Las cifras oficiales aún son materia de debate, en especial por los familiares de las víctimas, quienes aseguran que los números son mayores. Muchos familiares y víctimas creen que las autoridades no relacionaron muchas muertes posteriores al incendio con el incidente. Las causas de deceso más frecuentes fueron las quemaduras, intoxicaciones por gas inhalado, asfixias por la avalancha de personas, y posteriores complicaciones de algunos sobrevivientes.

Los datos oficiales indican que el incendio inició mucho antes pero que la propagación ocurrió por una combustión de grasa y carbonilla acumulada en una de las chimeneas de la sección del restaurante debido a la falta de mantenimiento y limpieza, y el agravante se dio cuando llegó hasta todo el cielorraso, cuyo material es altamente inflamable, lo que cedió, arrasando con todo a su paso.

Foto de archivo.

Muchos testigos y víctimas relataron ante los medios de comunicación y ante las autoridades judiciales que, al momento de producirse el accidente, los guardias de seguridad (siguiendo supuestamente órdenes de los dueños del establecimiento) cerraron las puertas del recinto para evitar que las personas escaparan con bienes que no hubieran pagado, provocando así tan grave número de muertes.

Incluso los bomberos voluntarios testificaron que los portones del estacionamiento fueron cerrados con grandes cadenas, impidiendo que nadie pudiera salvarse. Un voluntario que pasaba por el lugar ayudó a algunas personas a escapar, pero relató que un guardia de seguridad propició dos disparos al aire, cerró la reja y encerró en lo que literalmente sería un horno gigante a todas las personas ahí dentro, ya que la temperatura alcanzó los 600 grados.

Foto: Archivo.

Los trámites por parte de la Justicia fueron divididos en tres causas judiciales: contra los propietarios y guardias (imputados por el cierre de puertas); contra el arquitecto encargado de la obra; y contra los funcionarios municipales de Asunción. El juicio contra los primeros culminó en primera instancia el 5 de diciembre de 2006, cuando el tribunal, con los votos de dos de sus tres jueces, los condenó como responsables de “homicidio culposo” con una pena de 5 años de prisión, en vez de los 25 años que solicitaban los querellantes y la fiscalía como autores del delito de “homicidio doloso agravado”.

Esta decisión provocó graves incidentes entre familiares de las víctimas y policías, al considerarse que las penas eran muy bajas. Otro dato curioso es la cantidad de jueces y magistrados que se inhibieron en esta causa, que inclusive llevó la causa a jueces del interior del país. Finalmente, en febrero de 2008, se dicta la sentencia final y son definitivamente condenados por homicidio doloso los Paiva, guardando prisión. Los demás ya habían salido en libertad por haber cumplido la pena mínima.

En el año 2020, Víctor Paiva, hijo del propietario del supermercado y también condenado por la tragedia, falleció a los 54 años tras complicaciones del Covid. Mientras que su padre, Juan Pío Paiva al haber cumplido 10 años de prisión en diciembre de 2014, obtuvo la libertad condicional por buena conducta.