Cuidados paliativos: “Así como respetamos la vida, hay que respetar la muerte”

Sin duda, la vida en todas sus etapas es siempre una celebración, desde la noticia del embarazo, el nacimiento, los cumpleaños e inevitablemente: el final de ella. Si bien se trata de un tema extremadamente doloroso y delicado, es importante que los profesionales y los familiares de las personas con enfermedades terminales tomen conciencia sobre esta etapa.

Es así que, en Paraguay existe un grupo de profesionales de blanco agremiados en la Asociación Paraguaya de Medicina y Cuidados Paliativos cuyo trabajo se orienta en brindar a los pacientes un último adiós libre de tabúes y con la delicadeza y dignidad que se merecen.

Desde El Nacional conocimos a la Dra. Rosa Franco, geriatra paliativista e integrante de la mencionada asociación, quien respondió las dudas generales acerca de este tema y un mensaje que puede servir de aliento a los familiares.

– ¿Podría hablarnos con detalle sobre la Asociación Paraguaya de Cuidados Paliativos?

La Asociación Paraguaya de Medicina y Cuidados Paliativos es una organización científica, cuyo propósito principal es el desarrollo de los cuidados paliativos, trabajamos los ejes de educación y cabildeo sobre todo para dar a conocer la disciplina en un equipo multiprofesional y transdiciplinario, conformado por médicos, psicólogos, nutricionistas, kinesiólogas, trabajadoras sociales, enfermería, abogamos por la implementación de los cuidados paliativos tanto en adultos como la población infantojuvenil, realizamos actividades de formación para profesionales y población en general (charlas, jornadas y congresos) siempre buscando fomentar y hacer conocer esta especialidad en crecimiento en nuestro país.

– ¿Qué considera, le faltaría a Paraguay en este ámbito?

Nos falta crecer desde el pregrado formar estudiantes con el conocimiento de cuidados paliativos que deseen la formación como profesionales en esta noble especialidad. Es triste encontrar pacientes que mueren mal, con un final no muy adecuado, sin calidad de vida, falta una ley que regule y una adecuada política pública con programas bien establecidos no solo para pacientes con cáncer sino también para otras enfermedades crónicas amenazantes para la vida.

La misma población también debe saber que los cuidados paliativos no solo es para la gente que ya va a morir, sino más bien para que tengan una vida digna, sin tanto sufrimiento durante el trayecto de una enfermedad crónica ya sea geriátrica o pediátrica.

– ¿Qué opinión le merece la propuesta de que los pacientes en etapa terminal puedan acceder a un tratamiento en su hogar?

Todos casi desean estar en el hogar y es en lo que a mi profesión y mi práctica de cada día, la mejor manera de terminar y darle un adiós a esta vida. Rodeado de tus seres queridos, dentro de tus afectos, su misma cama de siempre, sus sábanas favoritas, su almohada cómoda, con todos sus cuadros, fotos y recuerdos que siempre uno en la habitación o en la sala o en el hogar tiene, pero por sobre todas las cosas, rodeado de la gente que le quiere.

Eso algo que no tiene precio, porque la muerte es inevitable y vamos a terminar, si estamos ante una enfermedad sin curación y si está llegando ese momento final, ojalá en un día no muy lejano, Paraguay pueda brindar esos cuidados paliativos y que todos terminemos con una muerte digna, rodeados de nuestros familiares, no en una habitación fría, lleno de sondas, máquinas y solos.

– ¿En qué momento se considera un alargamiento innecesario de la vida?

Sería cuando ya estamos ante una enfermedad sin cura y nos estamos ensañando a toda costa tenerle a un paciente a altas dosis de drogas, respirador, oxígeno, sin tener la seguridad de que va a volver a ser la misma persona o lo vamos a recuperar con vida, sino simplemente alargar la agonía y el sufrimiento, no solo del paciente, sino también mismo de los familiares.

El ensañamiento terapéutico no es una muerte digna, lo que buscamos en cuidados paliativos siempre será calidad de vida. Tratar los síntomas que molestas, que dan disconformidad a un paciente, en primer lugar siempre será el dolor, pero están también las náuseas, las molestias o el quebranto psicológico que toda persona tiene que terminar o hacer aún.

Esa ayuda siempre va a ser buena, pero enseñarnos en tenerle con vida a toda costa, siempre sabiendo que la agonía está presente y que no le vamos a impedir la muerte, no es una buena medicina.

– ¿Le gustaría brindar un mensaje a aquellos familiares que atraviesan por este tipo de situaciones?

Así como uno prepara el recibimiento de alguien nuevo en la familia, los famosos baby shower, también a los que tienen más edad o enfermedades sin curación, también se van a ir. No estoy diciendo hacer una fiesta por la muerte, pero prepararnos para que en el algún momento vamos a estar sin ese ser querido.

Prepararnos nosotros, cómo vamos a irnos y dejar las cosas encaminadas con respecto a lo que sean nuestros hijos, nuestros hermanos. Lo único seguro en la vida es que todos nos vamos a morir, que esa muerte sea digna, sin dolor, sin disconfort es lo que todos queremos para nosotros y para los nuestros, a quienes amamos siempre le deseamos lo mejor.

Así como respetamos la vida, hay que respetar la muerte y la muerte viene y va a venir, entonces estar preparados para un adiós es costoso y doloroso, pero hay que prepararse también, así como nos preparamos en recibir, porque es un ciclo.