Bea Bosio: “Como madre, me inspira sacar adelante a mis hijos, lograr que sean seres de bien”

En el Día de la Madre, recordamos historias sobre mujeres que inspiran a través de su vida profesional a seguir un camino de empoderamiento, mientras continúan con su rol familiar, siendo principal inspiración para sus hijos.

Desde El Nacional, conocimos de cerca la vida de Bea Bosio, una mujer apasionada por la escritura, las letras y la conjugación de palabras para deleitar a los lectores con todo tipo de historias. Hoy, ella compartió un poquito de su vida profesional y del gran trabajo detrás de sus exitosos materiales.

Una madre que además es hija, nieta y bisnieta de escritoras

Beatriz es hija, nieta y bisnieta de escritoras paraguayas. Su bisabuela, Teresa Lamas Carísimo de Rodríguez Alcalá, fue la primera mujer paraguaya en publicar un libro, cuyo título es Tradiciones del hogar.

Igualmente, su abuela, Beatriz Rodríguez Alcalá de González Oddone, fue historiadora, escritora y también ejerció el periodismo, habiendo entrevistado al querido Augusto Roa Bastos y al mismísimo Borges.

Su madre Beatriz González Oddone de Bosio, también historiadora y escritora, fue quien le inculcó el amor a las letras desde pequeña. Sin olvidar a Hugo, Guido y José Rodríguez Alcalá (su bisabuelo) como los escritores masculinos de su familia. Tanto es así que, como su mismo libro lo relata, escribe desde el alma, pero teniendo en cuenta su legado familiar, también escribe desde su propio ADN.

-¿Qué te inspira como madre?

Como madre, me inspira sacar adelante a mis hijos, lograr que sean seres de bien, que tengan principios y valores, que sean conscientes del mundo que les rodea y de las diferencias que existen en el Paraguay. También que sean conscientes de la posición privilegiada que les tocó para poder ayudar a los demás y también dejarles como un legado, una conciencia social en donde siempre sientan el deber de ser útiles a su sociedad. Es un privilegio poder estudiar una carrera, así como poder terminar el colegio sin tener que estar batallando por el pan. A partir de eso es importante tomar conciencia de que no todos están en la misma condición. Hay que tratar de buscar circunstancias para luchar por igualdades dentro del Paraguay.

– ¿Cuál es el principal legado que te está dejando tu madre?

Mi madre, quien vive todavía, ha sido mi gran puntal siempre, me dejó como legado la perseverancia en mis sueños, el trabajo duro para cumplir mis metas. Es una persona que siempre fue muy exigente con los logros, para alcanzarlos y siempre le puso mucho énfasis en el esfuerzo y la disciplina.

– ¿Cómo nació el amor a las letras?

– Más que escritora, me considero una escribiente, que es mi manera de decir que soy aficionada a las letras, cronista, entusiasta de la poesía, con alguna que otra rima en mi cuaderno de bitácora. Antes de saber qué era amor por las letras, esta compulsión de unir palabras, creo que desde niña sentía una curiosidad infinita por el sonido de las sílabas y por las rimas. Mis primeros poemas los escribí ni bien aprendí a escribir, fascinada por el sonido similar de ciertas palabras, intentando encontrarle un sentido narrativo y musical. Todo muy empírico e intuitivo al principio, pero alentado por una familia de tradición literaria que supo ver en mí el interés que demostraba y me apoyó desde siempre con cursos de literatura, de declamación, etc.

– ¿Cuál es la mayor inspiración que tiene durante el proceso de narrar historias?

– Con respecto a mi inspiración tiene que ver con las cosas que me llegan. Amo las historias de la gente, las pequeñas grandes hazañas de la vida cotidiana, los gestos que nos hacen humanos, que nos enaltecen, eso me conmueve y me inspira, aunque también me inspira lo opuesto, cuando siento la necesidad de empuñar la pluma y denunciar alguna injusticia.

-En el mundo actual de la inmediatez, el entretenimiento fugaz y casi adictivo de las redes sociales ¿Considera que escribir es un acto de valentía?

Con respecto a la inmediatez y la escritura, muchas veces pensé que la gente ya no leía, pero luego me di cuenta de que las historias siempre despiertan el interés de las personas, y la avidez de contenido sigue estando ahí, a pesar del bombardeo de las redes sociales. Incluso a través de las redes fue como yo empecé a escribir más públicamente. Y de ahí surgieron un sinfín de propuestas laborales.

-En tu texto Crónicas desde el alma, relatás historias diferentes. ¿Es como una mirada humana a diferentes realidades del país?

Mi libro Crónicas desde el alma justamente surge de las redes sociales porque durante mucho tiempo mi Instagram fue un blog donde iba escribiendo a modo de epígrafe relatos que tenían que ver con imágenes que me llamaban la atención en mi vida errante. Empecé a escribir en Instagram cuando vivía en São Paulo, en ese mundo vibrante de una gran ciudad con mil historias y seguí escribiendo cuando volví a vivir al Paraguay. Empecé a trabajar en la Chacarita, que me parecía un mundo interesantísimo de retratar y narrar, justamente para humanizar el barrio, para darle en cierta manera visibilidad desde un lugar diferente al que suelen darle las noticias, solo cuando ocurre algún problema en el barrio. Y luego esta costumbre de ir retratando y narrando se fue extendiendo en espacio y en el tiempo y a través de mis crónicas pude recuperar historias de diversos puntos del país y también del pasado, olvidadas en mayor o en menor medida y también narrar el presente, las historias humanas en la pandemia, las cosas lindas, los gestos conmovedores que se iban dando que también era bueno contar en un momento tan aciago para la humanidad.

-Por el Día de las Madres, ¿qué mensaje deseás transmitir a otras mujeres que tal vez busquen sumergirse al mundo de la narrativa y no se animen?

Mi mensaje a las mujeres que quieren escribir es que se larguen sin pensar si van a ser leídas o no, porque creo que eso es lo que inhibe, el miedo a la exposición. La escritura, que sirve de catarsis, la introspectiva, es un maravilloso viaje a nuestro mundo interior y un buen primer paso para el ejercicio de las letras. También existen talleres interesantísimos desde donde se puede incursionar en el mundo de las letras.