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El pindó karaí: cultura y naturaleza

Hojas e inflorescencia del pindó. Foto: Lidia Pérez de Molas.

Hojas e inflorescencia del pindó. Foto: Lidia Pérez de Molas.

POR Alberto Yanosky
Biólogo y conservacionista.

El pindó karaí o pindo karai como lo conocemos en Paraguay es una muy arraigada costumbre folclórica y religiosa que caracteriza al país, y básicamente se trata de hojas procesadas de palmas o palmeras bendecidas que se guardan o conservan en las casas, junto a los nichos o mesas de imágenes de santos de la familia. También se lo utiliza para proteger las viviendas de “malas ondas” o malos espíritus, recientemente lo he descubierto en las puertas de toda una vivienda en donde viven parte de mis afectos. Así que el pindó karaí tiene varias funciones en la cultura paraguaya. El Domingo de Ramos es un día muy especial en el cual los ramos (y hojas) de palmas y de olivos se bendicen mostrando las primeras actividades relacionadas con la Semana Santa y me comentan que además hace referencia a la entrada de Jesús en Jerusalén. Lo cierto es que además de la costumbre religiosa, esta actividad tiene implicancias en la naturaleza, ya que si bien el Olivo no es una especie nativa, la palma o palmera que se utiliza, sí es nativa, y la misma se colecta de la naturaleza. Y no solo la cosecha de las hojas y su procesamiento, sino también el rol que cumplen los artesanos y las relaciones de oferta para la compraventa de los productos derivados de este bien que nos provee la vida silvestre. Y para motivarme a escribir sobre este tema y las imágenes alusivas, debo reconocer y agradecer una vez más a la querida Lidia Pérez de Molas.

Pindó

Hojas, flores y frutos en el pindó Foto: Lidia Pérez de Molas.

Luego de la cosecha del material vegetal, hasta ese momento un elemento más de la naturaleza, este deja su rol viviente y cumpliendo una función en la planta, para pasar a tener una importancia cultural y religiosa, ya que los sacerdotes o pa’i bendicen estas plantas y pasan a llamarse pindo karai. Esta asociación del pindo karai está relacionada con alejar la mala onda y los malos espíritus, la envidia, la enfermedad, inclusive se cree que la única forma de alejar al pombero (especie de duende o espíritu, ser mitológico, de la cultura guaraní) y lo que dice la tradición es espolvorear las cenizas del pindo karai quemado por los diferentes sectores de la morada. También se usa el humo que genera la quema del pindo karai en la cabeza de una persona que tiene “mal de ojo” para poder curarla.

El pindó es una de las palmeras que existe en el Paraguay, pero no es la única, hay varias especies, pero quizás el pindó, junto al cocotero o mbocayá, y el karanda’y sean las palmeras más comunes, de las 23 especies conocidas hasta el momento. Y este elemento de la biodiversidad nacional tan importante y común en los bosques, y hoy utilizado en jardinería y aptitud ornamental, por la belleza de su fuste, su forma y su follaje, como así también sus inflorescencias e infrutescencias, combina dos culturas, ya que el pindó está asociado al origen del mundo de los guaraníes que considera que es el pilar del mundo, también con propiedades curativas y protectoras.

A veces las hojas del pindó están altas. Foto: Lidia Pérez de Molas.

A veces las hojas del pindó están altas. Foto: Lidia Pérez de Molas.

El nombre científico del pindó es Syagrus romanzoffiana y pertenece a la familia de las arecáceas (seguramente reconocen a las arecas, palmeras tan ornamentales). Las hojas del pindó cosechadas, y esto implica llegar a estas hojas que en muchos casos significa trepar a la palmera, si bien nunca son muy altas, pero puede llegar a 25 metros de altura, se procesan no en terreno y principalmente el procesamiento lo hacen las mujeres en sus casas a través de un trenzado cuya práctica se pasa de generación en generación a través de la tradición oral. Este trenzado brinda un producto que es como un amuleto o una reliquia que puede adoptar diferentes formas, pero básicamente dos, la “guachita” alargada y alta, y la rosa, que es aplanada, además de ramilletes especiales que llevan algunas flores vistosas y aromáticas (como ruda y romero).

Me satisface mucho identificar estos valores de la biodiversidad y su relación con la cultura, en este caso las hojas de una palmera, solo una parte de esta increíble planta que tiene muchos más usos, pero además, el procesamiento de trenzado y otras actividades complementarias con tantas percepciones y creencias asociadas. Siempre me preocupa el uso insostenible de ciertos recursos de la naturaleza, si bien el pindó parece ser abundante, la cosecha sin planes, la extracción no planificada podría ser un riesgo para mantener poblaciones saludables de esta palmera y asegurar que nos siga proporcionando sus hojas a perpetuidad para mantener viva esta cultura.

Hojas y frutos del pindó. Foto: Lidia Pérez de Molas.

Hojas y frutos del pindó. Foto: Lidia Pérez de Molas.

Gracias a Lidia Pérez de Molas, por la motivación, por proponerme el tema y por las ilustraciones.

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