Dime cómo vuelas y te diré quién eres

POR Alberto Yanosky.

El apreciado José María Paredes me planteaba su intercambio con un amigo en una salida de observación de aves para distinguir a las aves en su vuelo, y es cierto lo que él comentaba, la práctica hace a la experiencia y se puede distinguir el tipo de ave mediante su vuelo. También es cierto que a esto contribuye el tipo de ambiente en el que estamos y también la forma o silueta del ave. Así que no solo gracias a José María por proponer un tema de abordaje, sino también por las fotos, como ya nos tiene acostumbrados, con las destacadas imágenes con las que puedo ilustrar mi columna.

Cuando intercambiábamos pareceres, recordé a uno de mis mentores cuando le preguntaba a mis 20 años cómo sabía cierta cosa de la naturaleza, y me respondía con un término en alemán que no siempre se puede traducir al español, es “gestächlt”, algo así como “porque es así, se aprende, uno lo sabe por experiencia” y luego se puede ver que este término se refiere a la percepción que enfatiza el proceso de observar patrones y configuraciones, y no meramente los componentes individuales, algo así como la suma de las partes es más que el todo. En fin, saber que lo que viene volando es una paloma y no un carpintero puede ser por gestächlt, pero esto lo hace la experiencia y vamos con algunos ejemplos.

Uno puede obviamente ayudarse con todas las soluciones tecnológicas que existen para identificar a las aves, pero no están directamente relacionadas para distinguirlas en vuelo. Los patrones de vuelo están relacionados con la forma y tamaño de las aves, así las aves rapaces como las águilas tienen alas anchas para poder planear mientras que las golondrinas tienen alas angostas y largas como los mainumby para hacer más ágil y rápido su vuelo. Otra característica que nos orienta es la forma en que la baten o mueven sus alas, no es lo mismo un carpintero campestre o ypeku ñu en el pastizal o la pastura, con sus vuelos bajos y aleteos muy batidos y subiendo y bajando, que una paloma como la picazuro que vuela suave y con batidos de alas más lentos y armónicos, al igual que las garzas en general como la garza mora. Las aves tienen sus propios estilos de vuelo, algunas vuelan en línea recta, mientras que otras tienen patrones de vuelo más erráticos y ondulantes, como mencioné en general los ypeku o carpinteros tienen vuelos ondulantes, mientras que las golondrinas tienen vuelos hasta acrobáticos, con unas maniobras en el aire que nos sorprenden.

Otra característica es la altura a la que vuelan y el tipo de hábitat dónde lo hacen, y esto es muy característico, ya que parece ser otra característica distintiva del ave. Algunas aves realmente vuelan muy alto y a veces es difícil distinguirlas entre especies similares, mientras que a otras les gusta estar cerca del suelo o del agua. Cuando vuelan los yryvu o buitres es muy característico, además que lo hacen normalmente en grupos, y quizás sea más fácil distinguir al buitre negro que los de cabeza amarilla o roja, pero, aun así, el gestächlt lo permite. Un hornero o alonsito tienen una forma muy particular de volar y siempre están muy cerca del suelo, mientras que un martín pescador también tiene un vuelo característico muy asociado al agua con sus vuelos rasantes. Otra forma de distinguirlas en vuelo es usando el oído y tratar de oír su vocalización, aunque esto no es muy común, pero algunos halcones emiten unas vocalizaciones de tonos muy altos. El volar solo o en grupo y cómo el grupo vuela también es importante, en el caso de los cuervillos que vuelan en grupos, la forma de volar en V distingue a una especie de otra, que vuela más desordenadamente.

Estas pautas alimentan el gestächlt que tienen los más conocedores de aves, además de mirar el tipo de plumaje y sus colores, además de algunos elementos del cuerpo, quizás los tucanes vuelen muy parecido, pero los colores que tienen, la forma de sus picos, el ambiente en el que están, nos permita diferenciar fácilmente a un tucán grande del tucán banana o del arasarí fajado, además de las vocalizaciones que emiten. El aleteo y las vocalizaciones de los loros habladores y del gua’a o guacamayos son muy característicos, a ambos hoy los vemos en Asunción y su área metropolitana, y los vemos volando porque se mueven desde sus dormideros a sus zonas de alimentación.

Distinguir un ypeku la novia de un ypeku ñu es fácil, sus colores. Si cuando veo un ave volar y se zambulle en el agua, me quedan no muchas opciones y difícilmente me equivoque. Cuando circulo de noche o al atardecer y vemos esos vuelos cortos de los yvyjau o dormilonas son inconfundibles. Debemos tener en cuenta las migraciones, ya que muchas especies hacen muy largos viajes de miles de kilómetros que repiten para ir y volver, e inclusive otras hacen movimientos más regionales, y para ello el vuelo es clave, así que la sabia naturaleza ha hecho que estas especies evolucionen para ocupar eficientemente ese rol, ese nicho, esa función en la naturaleza. Solo nos queda ser un poquito más curiosos y tratar de entender que esa diversidad de vida inmensa que se nos presenta ante nuestros ojos, puede ser comprendida, estudiada, apreciada para que ese gestächlt deje de ser una percepción y pueda transformarse en la experiencia al servicio del regocijo propio y del compartir con otros que tengan los mismos gustos y valores.

Gracias una vez más a José María Paredes por la motivación y las imágenes, y a Tatiana Galluppi por el apoyo en las identificaciones.