¿Por qué las aves se ponen “gorditas”?

POR Alberto Yanosky

Hace un tiempo, intercambiábamos información sobre por qué las aves a veces se ponen “gorditas” con el apreciado José María Paredes, y luego de compartir unas bellas fotos de estas aves “gorditas” decidí que sería interesante para los lectores que escribiera sobre este comportamiento que tienen las aves y que lo exteriorizan poniéndose “gorditas”, comportamiento que responde a algo fisiológico, interno, que tiene mucho paralelismo con nuestros mismos comportamientos. Siempre es bueno intercambiar con José María y además poder disfrutar de sus increíbles fotos sobre nuestra naturaleza y en particular sobre nuestras aves.

Quizás lo primero que debemos entender es que en realidad no se ponen más gordas, ya que engordar es ganar tejido adiposo y las aves lo que hacen es “hincharse” o “hacerse más esponjosas”, esos serían los términos correctos. Gracias a las plumas que poseen, las aves no se inflan ni engordar como lo haría un globo al ingresarle aire. Lo que hacen las aves es hacer que las plumas parezcan más grandes y más esponjosas, erizándolas, parándolas y separándolas del cuerpo y entre sí. Eso hace que las veamos más gorditas. Y, ¿por qué tienen este comportamiento las aves? Pues la ciencia nos comenta que hay varias razones de este comportamiento. Ya vimos en otros artículos que las aves tienen la capacidad de elevar y mover las plumas con fines reproductivos y de defensa. Pero también es cierto que las vemos tener estos comportamientos cuando hay algunas cuestiones con el clima, como el frío, el viento, el calor.

Myiornis auricularis. Foto: Jose Maria Paredes.

Así que las aves se hinchan para aislar su cuerpo, “se ponen gorditas” para atrapar una capa de aire cercana a su cuerpo que le hace de aislamiento; esta barrera de aire entre su cuerpo y el ambiente externo las ayuda con las bajas temperaturas y así pueden mantener su cuerpo caliente y no enfriarse.

También las aves se hinchan para poder termorregular y así regular la temperatura corporal, cuando hace frío engrosan esa capa aislante para conservar temperatura y cuando están en climas cálidos o hace mucho calor, crean bolsones de aire que también le ayudan a enfriarse mediante el incremento del flujo de aire entre sus plumas y la piel. Al asolearse también suelen tener este comportamiento, ya que al exponer sus plumas y sus superficies al rayo del sol, estas absorben calor y distribuyen ese calor en esa capa sobre la piel.

Thamnophilus ruficapillus. Foto: Jose María Paredes.

También se sabe que tienen este comportamiento para mostrarse saludable, aparentar ser más robustas y más grandes. Esto parece ser una señal a potenciales parejas, machos o hembras para invitarlos a reproducirse con alguien saludable, o también mostrar fortaleza frente a una amenaza o un rival, mostrando que tiene un buen estado físico para enfrentar el desafío. Algunas veces también las aves se hinchan cuando están descansando o relajadas, lo que hacen cuando se sienten confortables y relajadas.

Todos estos comportamientos son particulares de ciertas especies y pueden varias en diferentes situaciones geográficas y sociales, no solo ambientales, así que es importante ver el comportamiento y entender las condiciones en la que se encuentra el ave y su entorno. Las plumas de las aves son complejas en estructuras, formas y colores, y también en la ubicación que tienen en el cuerpo del ave. También influye el estado del ave, ya que las aves mudan sus plumas y en períodos de cambio de “vestido” se pueden ver más o menos influenciadas por el ambiente y este comportamiento.

Columbina squammata. Foto: Jose María Paredes.

Las plumas pueden adoptar formas de barbas y bárbulas, u otras diferentes estructuras, siendo siempre plumas. Estas relaciones de las barbas, bárbulas y otras formas de las plumas con el ambiente son muy variadas en cuanto a cuánto pueden aislar, cuánta energía pueden absorber del sol, y así entre otras cuestiones. No olvidemos que las plumas son como las escamas, pelos, uñas, cuernos y otras estructuras que son queratinosas y surgen y están relacionadas con piel, y que no son exclusivas de las aves, ya que también algunos dinosaurios tenían plumas. Las plumas tienen relación con terminaciones nerviosas, así que cuando arrancamos plumas de las aves, estas sufren dolor.

Todo esto nos muestra cuan importante son estas estructuras que forman parte de la vida en el planeta y cuán importante es que aprendamos a cuidarlas y maravillarnos con ellas. Cada vez que encuentres una pluma, observala, analizala e imaginate el rol que cumplía y todas las acciones que pudo haber facilitado quien la poseía.

Myiopsitta monachus.Foto: Jose Maria Paredes.

Una vez más, gracias a José María Paredes por motivar el tema y facilitarnos tan bellas fotos.