El yetapá grande

POR Alberto Yanosky

En la reciente visita a los campos del sur del país pudimos observar una gran cantidad de aves en estos mares de pastos, pero quizás una especie relativamente común y utiliza diferentes tipos de ambientes, es el yetapá grande, también conocido como guyra jetapa o jiperu, científicamente conocida como Gubernetes yetapa. Y aquí quisiera rescatar nuevamente ese rol que ha tenido el idioma guaraní en contribuir con los nombres científicos a diferentes, en este caso a esta emblemática ave de los pastizales sudamericanos. El yetapá cuando está se lo ve, ya que le gusta posarse en sitios visibles y relativamente bajos, a nuestro alcance. Es bastante común verlos utilizando los alambrados y las tranqueras o simbras, parece como que la acción de los humanos les ha brindado sitios para posarse desde donde pueden ver el paisaje.

Esta especie que se dice no ser tan común, se la puede ver en los campos de Argentina, Brasil y Paraguay, también registrada para Bolivia y en Uruguay en condiciones un poco diferentes; es una especie netamente del centro de Sudamérica. Si bien se la ve usando ambientes modificados, es una especie de sabanas arbustivas y pastizales bajos siempre en cercanías del agua. Si bien es un ave pequeña resalta su cola, que ocupa más de la mitad de la longitud del ave, y esta cola tiene una forma ahorquillada, se nos presenta como una tijera, de ahí el nombre en guaraní de jetapa, que hace referencia a las tijeras (guyra jetapa o ave tijera). A la distancia es fácil identificarlo ya que tiene alas
oscuras con una banda rufa (del color del alonsito u hornero) en un fondo general del ave de color ceniza o ceniciento. También tiene una garganta blanca bordeada nuevamente por una franja de color rufo.

Yetapa grande. Foto. Soledad Espínola.

Esta especie fue descripta hace unos dos siglos y el nombre de Gubernetes viene del griego como guía o gobernador, mientras que ya vimos la referencia a jetapa. En una obra de etimología de los nombres científicos de las aves se comenta que el nombre de Gubernetes está asociado a timón, que guía, piloto, haciendo referencia al rol que tiene esa vistosa cola. Desde el punto de vista de su conservación, la especie no presenta mayores inconvenientes, parece ser plástica frente a los cambios en su hábitat, ya que se la suele ver en cercanías del ganado y en áreas fuertemente pastoreadas, siempre que haya un buen lugar para posarse o “perchar”. Tiene una delicada vocalización que se escucha desde lejos. Selecciona grupos de pastos para hacer sus nidos, los que pasan desapercibidos entre la vegetación. Los nidos están construidos con pastos, hierbas, tallos y raíces, todas muy finas y delicadas, y hasta se han encontrado mudas (pieles) de serpientes en su interior. La incubación de los huevos y la crianza de los pichones ocurren a finales de la primavera y verano. Las diferentes investigaciones también han demostrado que este yetapá puede formar bandadas mixtas, y se lo ha visto interactuar con los chopíes estero.

Este yetapá tan destacado en la naturaleza y también asociado a las “perturbaciones” que causamos los humanos, parecen gustarle, si bien en sitios muy altamente degradados y donde no tiene lugar para posarse y hacerse visible o tener una buena visión del paisaje, parece que no los frecuenta. No es una especie de amplia distribución en Sudamérica, pero sí es netamente sudamericana y parecen existir barreras para su expansión hacia más allá de ese centro sudamericano, quizás restringido a áreas abiertas y de sabanas con árboles o arbustos en pastizales templados y subtropicales.

Su cola llama la atención y nos preguntamos cuál sería la ventaja adaptativa de estas especies con una cola tan larga y con esa forma. En algún momento se pensó que estaba relacionada con el éxito en la alimentación; sin embargo, come principales insectos que los caza al vuelo. Seguramente la repuesta debe estar en el cortejo y mecanismos de atracción entre sexos para lograr una efectiva reproducción. De hecho, esa cola tan llamativa se exhibe gracias a las poses que adopta el ave en los sitios donde se posa. Otro elemento de la naturaleza y de nuestra biodiversidad digno de admirar y deberíamos sentirnos orgullosos de tenerlo en nuestra fauna.

Se agradece a Soledad Espínola por las motivadoras fotos.