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Los gusanos son claves en la naturaleza

Oruga. Sendero - CerroMuralla. Foto. Zoraida Cesar.

Oruga. Sendero - CerroMuralla. Foto. Zoraida Cesar.

Hace unos días, la profesora Lidia Pérez de Molas me compartía unas increíbles fotos de orugas que había tomado en sus diferentes viajes de campo; como siempre Lidia motivándome con las fotos y como conozco algo de la ecología de estas orugas, pero lejos de ser especialista uno debe acudir a los expertos en la materia, así que aprovecho para agradecer a Bolívar Garcete y a Sergio Ríos por las informaciones brindadas. Técnicamente conocemos como orugas a las larvas de los insectos, principalmente de las mariposas, tanto las diurnas como las nocturnas (polillas), pero también hay orugas de otros insectos como las avispas y los escarabajos, si bien es mejor referirse a ellas como larvas eruciformes, lo que quiere decir larvas que tienen formas de oruga. Vamos a referirnos a estos animales en general y no los llamemos gusanos, porque técnicamente no son gusanos.

Las orugas son en general blandas, cilíndricas y alargadas, con vistosos colores (recuerdan que ya hablamos de los colores aposemáticos) y pelos urticantes en muchos casos, emiten desagradable olor, y no son apetecidas por muchos animales por estas características, aunque son muy ricas en proteína. Es probable que muchas de estas adaptaciones hayan surgido para evitar la depredación. Muchas son muy crípticas y se confunden con las hojas o la superficie en la que se encuentran. Otro método seguramente para evitar ser devoradas. Entonces, sus sustancias tóxicas, sus emisiones de olores desagradables, sus colores, sus pelos tienen una relación con la defensa y obviamente con la lucha por la supervivencia y llegar a la madurez sexual para dejar descendencia.

Foto: Lidia Pérez.

Otra táctica de las orugas es agruparse como medio de defensa, y se nos presentan como conjunto de varias orugas. El caso de las larvas de la familia Pérgidae del género Perreyia, que utilizan la técnica del cardumen (peces) no solo para defenderse de depredadores sino también defenderse de parásitos menores, y esta estrategia parece que es amenazadora para eventuales depredadores mayores como los vertebrados, según me comenta Bolívar. Es fascinante ver a estas larvas moviéndose todas juntas como si fueran solo un individuo. Estas larvas, también nos comenta Bolívar, parecen absorber las sustancias tóxicas de las plantas de las que se alimenta, y los transmiten a sus depredadores, o en casos accidentales en las vacas por ejemplo que ingieran estas larvas con la vegetación, produciendo serios problemas digestivos.

Foto: Lidia Pérez de Molas.

Recuerdo que cuando niño me enseñaron que las orugas peludas, que tienen pelos urticantes, se llaman “gata peluda”, lo que siempre me llamó la atención. Y lo de los pelos hace referencia a esas espinas, pelos, espinas, bellos, o estructuras parecidas que pueden ser cortos, largos, finos o gruesos y tener diferentes colores, algunos se desprenden fácilmente y otros pueden hasta penetrar profundamente con ganchitos en sus puntas, produciendo dolor e irritación.

La oruga de la familia Megalopygidae, conocida en guaraní como yso ka’i o yso tata, parece que irrita mucho al contacto, hasta produciendo fiebre e inflamación, según nos comenta Lidia quien recuerda estos encuentros en su infancia en el campo. Es interesante ver el origen del nombre en guaraní, ya que yso es gusano o verme (también oruga) y seguramente ka’i viene por la coloración de sus pelos y su parecido con el mono caí o ka’i Paraguay, mientras que yso tata evidentemente denota el ardor (dolor) que causa la irritación con sus pelos (tata es fuego en guaraní, por lo que su denominación es gusano fuego o gusano del fuego). Sin embargo, no debemos olvidarnos de que cumplen un rol extremadamente importante en la naturaleza ya que se alimentan de hojas y tallos, y sirven de alimento a muchos animales, en particular es común ver a los padres de polluelos alimentarlos con estas larvas, nuevamente por su alto valor nutricional. Son terribles devoradoras, son importantes consumidores primarios depredando hojas a una velocidad increíble y lo que ingieren les permite crecer mudando su piel o coraza.

Y esto hace que muchas orugas sean consideradas plagas para la agricultura. Sin embargo, son claves en las cadenas alimentarias con magníficos ejemplos de sincronización y simbiosis, es decir orugas especializadas en ciertas plantas, o nidificación de aves y nacimiento de polluelos en coincidencia con la presencia de las orugas. Y muchas civilizaciones humanas han hecho y hacen uso de las orugas, no olvidemos del gusano del maguey en México, larva de una mariposa, que se desarrolla en los agaves, y claro, es un sello de calidad cuando el mezcal viene con el gusano en la botella. También los escamoles (larvas de hormigas) con alto valor culinario, y sin ir más lejos, los gusanos del escarabajo del pindó que consumen los Aché de Paraguay, con una estrategia muy particular para facilitar su desarrollo.

Foto: Lidia Pérez de Molas.

En fin, espero haberlos inspirado a conocer un poco más de esta fase de muchos insectos, mayoritariamente mariposas, pero como hemos visto, otros insectos que juegan un rol clave en el ecosistema, pero que además han desarrollado fascinantes estrategias para evitar la depredación. Cuando encontremos uno de ellos, evitemos tocarlos o estemos atentos cuando se encuentran en la naturaleza para que no se nos vaya a caer uno encima nuestro, pero no los exterminemos, cumplen un rol y sus adaptaciones han significado muchísimos miles de años para existir.

Agradezco a Lidia Pérez de Molas por las fotos, a Bolívar Garcete por las informaciones y a Sergio Ríos por las identificaciones y las sugerencias.

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