Aumentan casos de malformación congénita en recién nacidos e insisten con el consumo de ácido fólico

Médicos del área pediátrica de Neurocirugía, dependiente del departamento de Neurocirugía de la Facultad de Ciencias Médicas UNA, Hospital de Clínicas, indicaron que preocupan los casos crecientes de nacimientos con diagnóstico de la malformación congénita mielomeningocele. Por ello, piden fortalecer el consumo del ácido fólico desde el embarazo, a fin de prevenirla.

Al respecto, el Dr. Carlos Giménez, neurocirujano pediátrico, mencionó que en contraste con casos registrados en años anteriores veían cerca de tres casos por año, sin embargo, en lo que va del 2023, ya atendieron a más de cinco pacientes con dicha patología, nacidos en el Hospital de Clínicas y otros centros asistenciales que fueron remitidos hasta la institución para ser tratados. “Son malformaciones que se están viendo en forma frecuente y su manejo es bastante complejo”, refirió.

La Mielomeningocele es una forma de espina bífida, una malformación congénita que se puede detectar en el bebé a las 20 semanas de embarazo, por ecografía. La deformación conlleva muchas dificultades para el resto de la vida del paciente, atendiendo a que disminuye mucho la calidad de vida.

En el paciente se da problemas motores en los miembros inferiores, y poco de ellos llegan a caminar y algunos necesitan distintos tipos de órtesis, otros, sillas de ruedas. Además, el paciente padece de problemas del control de esfínteres, ya que no pueden controlar orinar ni defecar, ante esto, las expectativas de que un niño sano pueda tener una vida plena, se ven truncadas.

El especialista resaltó que se debe concienciar sobre esta patología, que, con el consumo del ácido fólico en un embarazo planeado, se reduce mucho la probabilidad de esta malformación. No hay algo a lo que se le pueda atribuir de forma única. Son varios factores y el principal modificable el fortalecimiento del consumo de ácido fólico.

Proyecto de cirugía fetal

El especialista indicó que la cirugía fetal está aprobada con evidencia médica y es favorable para el bebé ya que disminuye el porcentaje de secuelas que pueda tener esta malformación.