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Nacionales

De vuelta por los pastizales del sur

Pastizales alterados a un lado del elambrado y nada de pastizales del otro lado en agricultura. Foto: Alberto Yanosky.

Pastizales alterados a un lado del elambrado y nada de pastizales del otro lado en agricultura. Foto: Alberto Yanosky.

Cada vez que visito los pastizales del sur del país, precisamente las “pampas paraguayas”, quedo fascinado con las mareas de pastos y pastizales extensivos que contienen una rica biodiversidad tanto en plantas como en animales. Una superficie ampliamente extensa de danzantes pastos que albergan visibles pastos de colores diferentes pero que en su interior dan cobijo a muchas otras especies que no son tan visibles. Esta poco reconocida ecorregión, que algunos autores han dado en llamar pastizales o campos de las misiones, abarca este del Ñeembucú, Misiones y oeste de Itapúa sobre la margen derecha del río Paraguay y se extiende al norte más allá del río Tebicuary y sus humedales asociados en Caazapá y Paraguarí. Llaman la atención las aves de pastizal, entre ellas muchas especies que dependen
exclusivamente de los pastos que le dan abrigo y resguardo, como también les brindan la alimentación necesaria en semillas o insectos, y las áreas que necesitan para poder perpetuar su especie, es decir reproducirse, incubar sus huevos y criar sus pichones. En estos pastizales tenemos pequeñas aves como muchos de los semilleros, hasta los grandes corredores en los pastizales como los ñandúes.

Lechuzas de campo en vuelo. Foto: José María Paredes.

En esa recorrida una de las aves más llamativas fue el lechuzón de campo, una lechuza grande o búho campestre, de gran envergadura alar, blancuzca a la luz de la luna, que gusta de los pastizales y se la puede ver en los caminos. Si bien es de amplia distribución, no es muy abundante en los lugares donde habita y seguramente el número de individuos está limitado, entre otras variables, por la disponibilidad de presas. Observa desde un lugar determinado y caza a vuelo rasante sobre el piso. Se alimenta mayormente de roedores, así que este lechuzón es un importante elemento en el control de plagas.

En esta recorrida, además del lechuzón, hemos podido detectar, gracias al trabajo apasionado de dos jóvenes ornitólogas, varias de las especies de pastizal que encuentran en los remanentes un lugar donde poder mantenerse y es que la zona de los pastizales está sufriendo algunas transformaciones. Los pastizales están globalmente amenazados y su biodiversidad, incluidas las aves de los pastizales, está disminuyendo notablemente. Hay muchos cambios que se están dando por el avance de la agricultura y la forestación, pero también por malas prácticas ganaderas que hacen un uso intensivo de la tierra.

Pastizales del sur. Foto: Alberto Yanosky.

Todas estas acciones combinadas en el territorio, más las infraestructuras hacen que el hábitat de la biodiversidad de pastizal cada vez se vea más reducido.

Recientemente publicaba un trabajo con colegas de otros países sobre las amenazas de las aves de pastizal a nivel mundial y concluimos que la mayoría de las amenazas agrícolas se relacionan con la intensificación, pero el abandono de la agricultura, generalmente el cese del pastoreo, a veces acompañado de la plantación/sucesión de árboles, plantea una amenaza emergente para algunas aves de pastizales. Las acciones de conservación implementadas con mayor frecuencia hasta la fecha incluyen la gestión y protección de los espacios donde están estas aves y la biodiversidad asociada; sin embargo, no existen áreas representativas significativas en Paraguay ni en la región (Argentina, Brasil y Uruguay) que permitan conservar los hábitats y las comunidades naturales de los pastizales. Urge a nivel nacional e internacional una mayor conservación de espacios de pastizales, y el control de una de sus mayores amenazas, los incendios.

No me queda más que volver a invitarlos a recorrer los mares de pastizales el sur del Paraguay, conocer la rica biodiversidad que aloja, en particular de las aves de pastizal, y ni qué decir si tienen la chance de ver un aguará guazú, del cual ya hemos escrito. Un tema no menos importante es la cultura, la cultura del caballo, de la vestimenta para montar a caballo y asociado a éste, el manejo del ganado en estos extensivos pastizales. Tenemos una gran responsabilidad de conservar la fauna, la flora y toda la biodiversidad no solo natural sino cultural.

Se agradece las imágenes de José María Paredes y la motivación por parte de Rebeca Irala y Tatiana Galluppi.

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