Nacionales
Paisajes sonoros del Chaco Seco
Pseudoseisura lophotes o cacholote. Foto: Tatiana Galluppi
El pasado viernes 17 de marzo, Juan Pablo Culasso lanzaba en un cine de la ciudad de Asunción la obra “Sonidos del Chaco Seco”, obra que ya se encuentra en las plataformas más conocidas y son de acceso público. Juan Pablo ya es un visitante asiduo del Paraguay, y con el abordaje en el Chaco Seco, cubre una tercera ecorregión, con trabajos previos realizados y divulgados para el Pantanal y el Bosque Atlántico, en las Reservas Pantanal Paraguayo (Tres Gigantes) y San Rafael-Tekoha Guasu (Kanguery). Esta obra se centró en la colecta de sonidos en el Parque Nacional Teniente Agripino Enciso y zonas vecinas, a las que Juan Pablo accedió gracias al apoyo de los guardaparques del Parque Nacional.
Durante el acto nos hizo viajar con los ojos cerrados por los sonidos que caracterizan a esta ecorregión que a juzgar por las palabras del autor, es una de las más difíciles en las que le tocó trabajar, si no es la más difícil de todas. Y esto se debe a las características climáticas y a las fauna y flora no siempre del todo muy amistosas; sin embargo, y a pesar de las adversidades, Juan Pablo nos logró enamorar del Chaco Seco y de su paisaje sonoro. Nos mostró que existen allí muchas aves que vocalizan en determinados momentos y por motivos muy particulares y que debemos poder aprender a oírlos e interpretarlos.
Entre las aves que pudimos escuchar en un sonido envolvente que nos transportó al Chaco, pudimos oír a Ortalis canicollis conocida como la charata; Pseudoseisura lophotes, conocido como el cacholote castaño; Rhinocrypta lanceolata, conocido como el Gallito copetón; Melanopareia maximiliani o Gallito de collar; Eudromia formosa o copetona; Chunga burmeisteri o saría patas negras; Batara cinerea o batará gigante; Asthenes baeri o canastero chaqueño; Crypturellus tataupa conocido como tataupá y Nystalus maculatus conocido como durmilí… como un conjunto de vocalizaciones representativo de este ambiente natural del Paraguay que compartimos con Argentina y Bolivia y que es además foco de grandes procesos de transformación de los ambientes naturales, causando desforestación y fragmentación de los hábitats.
El conjunto de estas aves más otros sonidos emitidos por la biodiversidad como las chicharras, los grillos, las ranas, hacen parte del conjunto de elementos del paisaje sonoro del Chaco Seco. Además, pudimos también experimentar el paisaje sonoro de un amanecer, que es muy diferente a un paisaje sonoro de un atardecer o noche, como así también del paisaje sonoro que acompaña una lluvia. Aprendimos que necesitamos cerrar los ojos y transportarnos, para poder captar todo ese conjunto de sonidos que hacen parte del paisaje y que cada vez más está contaminado con ruidos o sonidos antropogénicos como sonidos de vehículos o motosierras.
Juan Pablo nos mostró que además de la importancia de captar estos elementos del paisaje con el fin de conocer lo que tenemos y que muchas veces no necesita ser visto para ser apreciado, este trabajo permite realizar inventarios biológicos y descubrir especies que pueden ser identificadas por la vocalización, pero que también nos permite entender la salud del ecosistema, cuanto más saludable un ecosistema, más complejo es el conjunto de sonidos que conforma ese paisaje.
El gallito de collar es un elemento característico muy nuestro y que lo compartimos con Argentina y Bolivia, en una distribución muy particular en esta zona de Sudamérica, difícilmente vista pero con una vocalización que la hace inconfundible y que denota la presencia de esta (aún sin verla) en los ambientes naturales que mantienen sus necesidades de hábitat. Lo mismo ocurre con un ave emblemática del Chaco Seco, la copetona o inambú del chaco, difícil de ver pero cuando está, muy escuchada. La copetona es del Chaco Seco, de distribución restringida y la compartimos con Argentina, una perdiz que tiene una forma de correr (escapar de las amenazas) muy particular y que difícilmente vuele. Otro elemento si bien no único del Chaco Seco, pero sí muy característico es el cacholote, un pariente del hornero o Alonsito, con una vocalización estridente y normalmente a dúo con su pareja. El durmilí tampoco está restringido a esta ecorregión, tiene una vocalización muy característica, que emite normalmente también a dúo y que se escucha muy a lo lejos.
El Batara cinerea o batará gigante es también raro de ver, normalmente en pareja, pero si está se lo escucha y desde lejos tiene un canto muy particular con calidad ventrílocua, a modo de una serie rápida de notas musicales, comenzando con un trinar áspero y nasal. Otro elemento muy característico es la chuña de patas negras, pariente de la saría o chuña de patas rojas (quizás más conocida), pero ave carnívora corredora que nos recuerda a esas aves que convivían con los dinosaurios. La chuña de patas negras tiene una vocalización muy particular formada por fuertes y sonoros gritos, lo que permite detectarla fácilmente sin verla. Le gusta vocalizar al atardecer y al amanecer, como a la gran mayoría de las aves chaqueñas, y lo hace no solo a dúo, sino que a veces son tres o cuatros vocalizando juntas.
Juan Pablo con su arduo trabajo y Tatiana Galluppi con sus fotografías nos deleitan con los elementos de la naturaleza, cuyo canto no solo nos asegura que estas aves están ahí, sino que también el hábitat que necesitan está ahí, intacto o con poca perturbación. Es nuestra obligación poder asegurar que estos paisajes sonoros continúen existiendo, y lo vamos a hacer conociéndolas y conservándolas.
Agradezco a Juan Pablo Culasso y Tatiana Galluppi por sus aportes al conocimiento y conservación de las aves y los ambientes naturales y por darnos tantas enseñanzas y aprendizajes.
-
Destacado
Peña deja la cumbre del G20 en ambulancia tras sentir dolor en el pecho
-
Lifestyle
“Bungee jumping training”: saltar para estar en forma
-
Política
Falleció el abogado José Fernando Casañas Levi
-
Deportes
¿No habrá premiación si Olimpia grita campeón este domingo?
-
Deportes
Cuando Lionel Messi no conocía a Antonio Sanabria
-
Agenda Cultural
Paraguay e Irlanda celebran el legado de Madame Lynch
-
Deportes
¡Olimpia aguanta con uno menos y conquista su estrella 47!
-
Política
En redes sociales despiden a Casañas Levi