Nacionales
Los Médanos del Chaco, un lugar único
El verde del Parque Nacional Médanos del Chaco a pesar de la escases de agua. Foto: Alberto Yanosky
Los Médanos del Chaco conforman un ecosistema de características únicas en el territorio nacional, y por su importancia, en el año 2004 y a través del Decreto 2726, se creó un Parque Nacional que lleva su nombre, transformándose así en un área protegida de la República con una extensión de más de 510.000 hectáreas, comprendidas entre los departamentos Boquerón y Alto Paraguay. El sitio fue así declarado para conservación a perpetuidad por su buen estado de conservación y logrando con eso asegurar una muestra representativa de un tipo de ambiente conformado por arenales que representan una de las superficies eólicas de gran extensión a nivel global y la más extensa de América del Sur. Los bosques que sostienen estos arenales son formaciones vegetales de quebracho blanco, coronillo, samu’u, guayacán, palo santo, labón y cactus columnares entre las más de 35 especies de cactus que habitan el lugar.
Otras plantas silvestres como el maní y el yvy’a (que almacena gran cantidad de agua en su raíz) caracterizan el lugar y existe adicionalmente una gran cantidad de especies de la fauna, entre las que destacan el guanaco, el yaguareté, el taguá, el pichi ciego, el anguja o ratón de monte y el tuco-tuco. Varias especies de aves, anfibios y reptiles. La diversidad de insectos es destacada y si bien se han realizado varios estudios, todavía existen sitios muy poco explorados.
Con lo que sabemos, además de la presencia del acuífero Yrenda, como así también la escorrentía de agua generada por el Timane, hacen del sitio un lugar único y como tal también muy vulnerable a los cambios. Cambios que en la estructura de la vegetación es evidente en los establecimientos cercanos que han removido parte del tapiz natural, dejando en muchos lugares suelos expuestos que sufren un proceso de erosión debido a los fuertes vientos del norte que hacen que esos médanos se muevan. Además, este parque hace parte de la Reserva de Biosfera del Chaco, Categoría de manejo nacional, con Decreto N.º 13.202 del 21 de mayo del 2001.
El terreno que al ojo del desconocido pareciera ser un terreno difícil, es como el ambiente que ha evolucionado y es nuestra obligación mantener muestras originales de esa vegetación. Por ello, muy pertinentemente, el Paraguay ha designado un área como un parque nacional, cuyo objetivo es conservar el ecosistema en su estado natural. Y esto es importante para las generaciones actuales y las venideras, para que puedan apreciar el ambiente natural, un entorno que es importante para las comunidades indígenas como la Nación Guaraní Ñandeva, que ha habitado la zona mucho antes de la llegada del hombre europeo, y que han aprendido a convivir con un terreno difícil, en un clima muy caluroso y que ha evolucionado con escasez de agua dulce.
Preservar el Parque Nacional no solo tiene un interés biológico, sino también indígena, ya que su cultura depende de los elementos naturales de este entorno. También el Parque Nacional preserva sitios históricos de la guerra del Chaco, y se pueden encontrar picadas y muchos elementos de dicha guerra. He tenido oportunidad de caminar por esas picadas en los que se encuentran restos de ese pasaje histórico, camiones y cantimploras, además de municiones.
Esta gran masa de ambiente preservado actúa como un amortiguador de la fuerte erosión eólica a la que está sujeta la región, pero también controlando el arrastre de sedimentos arenosos que ingresan al Chaco desde el extremo noroeste procedentes de los ríos bolivianos que se encuentran cerca de la frontera.
Paraguay se suma a las directrices internacionales en cuanto a áreas protegidas y es un activo participante y contribuyente de la Convención de Diversidad Biológica, y creó este sitio con la denominación de Parque Nacional, porque como lo establecen estas directrices, el área protege procesos ecológicos a gran escala, junto con el complemento de especies y ecosistemas característicos, que también proporcionan la base para oportunidades espirituales, científicas, educativas, recreativas y de visita que sean ambiental y culturalmente compatibles. Este es el objetivo de un parque nacional y ese fue el fin y la razón de crear este Parque.
La ley de creación y su elemento rector, el Plan de Manejo, establece dentro de estos lineamientos qué es lo que se puede hacer y qué no. El Estado paraguayo debe velar por el fiel cumplimiento de los acuerdos internacionales y la implementación nacional, cualquier actividad no contemplada en su motivo de creación queda fuera de toda discusión. La conservación del sitio tanto en sus valores naturales, como sociales y culturales, debe ser la prioridad.
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Agustin Carriquiry
18 de octubre de 2022 at 21:37
Muy buen artículo …… uno se queda con ganas de saber más sobre este espectacular lugar