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Nacionales

Señales de la primavera

Gua'a pytâ - Ara chloropeturs en árbol de Tarumá. Foto: Rebeca Irala

Gua'a pytâ - Ara chloropeturs en árbol de Tarumá. Foto: Rebeca Irala

POR Alberto Yanosky
Director EIISA (Estructura Interdisciplinaria de Investigación Integral Socio-Ambiental) – UNAE.

Nengetus cinereus en árbol de Paratodo. Foto: Rebeca Irala

El pasado 21 de septiembre se inició la primavera en este hemisferio sur del planeta y ya estamos viendo los efectos de esta estación marcada, no solo por el incremento de la temperatura sino también la aparición de las lluvias que nos llevarán al verano, y con esos cambios, gran parte de la vida también sufre cambios. Gran parte de la vida se prepara para dejar descendencia y para que ello ocurra primero se tienen que dar ciertas coincidencias como por ejemplo que se formen las parejas, y para ello hay que buscarlas. Ya hablamos de muchos cambios en el comportamiento de las especies, pero hoy veremos la relación entre aves y flores, las que como si hubiesen sido perfectamente planeadas evolucionaron para interactuar sirviéndose una de otra, mayormente sirviendo de alimento y protección para las aves y ayudando así a la reproducción de las mismas plantas, ya que estas flores, en muchos casos tienen polen que debe ser transportado para producir los fenómenos que llevan a la perpetuación de las especies. Una vez que las flores han sido fecundadas se desarrollará allí el fruto, el que otra vez se sirve, a veces, de las aves para que se puedan dispersar sus semillas, y obviamente sirven de alimento y provisión de elementos para los nidos, entre otros beneficios. Lo cierto es que en esta época coinciden las aves y las flores.

Pepitero cara negra – Saltatricula atricollis. Foto: Rebeca Irala

Gentilmente, Rebeca Irala compartió un conjunto de fotos de aves y flores, que vamos a comentar, por un lado, vemos a la hembra de yetapá de collar (Alectrurus risora). Este yetapá es una especie vulnerable a nivel internacional y está en peligro de extinción a nivel nacional, habitante de los pastizales y de las sabanas. El macho presenta una coloración más llamativa en su plumaje. En la foto, vemos a la hembra muy atenta posiblemente por algún insecto que deambula entre las flores. En otra imagen, vemos al gua’a pytâ (Ara chloropterus), una de las especies de guacamayos que tenemos en el país, es una especie amenazada a nivel nacional y listada en el Apéndice II de CITES,
ya que es una especie sujeta al comercio internacional. Esta especie se encuentra posando en un árbol de tarumá de cuyos frutos seguramente se alimenta. La monjita gris (Nengetus cinereus) es una especie que frecuenta sabanas y áreas abiertas, y tiene unos llamativos ojos rojos y al igual que sus alas cuando vuela de percha en percha. Se la puede ver posada y haciendo vuelos entre estos puntos para cazar algún insecto asociado a las plantas. El tachurí canela (Polystictus pectoralis), es una especie casi amenazada a nivel internacional y amenazada de extinción a nivel nacional, habitante de los pastizales húmedos y de las sabanas inundables. Por otro lado, Rebeca nos comparte una imagen del pepitero cara negra (Saltatricula atricollis), que es una especie de canto muy melodioso, endémica del Cerrado y habita sabanas y áreas abiertas. Finalmente, el chotoy (Schoeniophylax phryganophila) que es un pariente del alonsito u hornero, de la familia Furnariidae que habita sábanas y matorrales. El macho presenta una barbilla de color amarillo en temporada reproductiva.

Tachurí canela – Polystictus pectoralis. Foto: Rebeca Irala

Los colores de la naturaleza son variados y se combinan con los colores de las aves, entre flores, frutos y aves existe una estrecha relación, sea en forma directa, o porque las flores atraen insectos que le sirven de alimento a las aves. Nuestras acciones están fragmentando estas relaciones y en muchos casos haciéndolas desaparecer, lo que costó millones de años de evolución, los humanos lo estamos borrando con una rapidez e irresponsabilidad increíble. Y una vez que estas relaciones se rompen y llevamos una especie a la extinción, ya no hay vuelta atrás, la extinción es para siempre.

Yetapá de collar – Alectrurus risora. Foto: Rebeca Irala

Se agradece a Rebeca Irala por compartir sus imágenes y motivar a tratar el tema.

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