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Nacionales

Entre espinas y flores, adaptaciones fascinantes

Rhipsalis. Foto: Lidia Pérez de Molas

Rhipsalis. Foto: Lidia Pérez de Molas

POR Alberto Yanosky.
Director EIISA (Estructura Interdisciplinaria de Investigación Integral Socio-Ambiental) – UNAE.

Los cactus o las cactáceas tienen esa gran característica de estar asociados a ambientes secos o con gran carencia de agua, para lo cual han adaptado sus hojas para transformarlas en espinas y así reducir la pérdida del valioso líquido elemento base de la vida en la tierra. Esos cactus columnares, globosos o aplanados, como así también aquellos que son epífitos, tienen una gran variedad de flores que fascinan. Sus flores, aunque en muchos casos efímeras, es decir de poca vida, ornamentan la extraña forma de muchos de estos cactus.

Las flores de los cactus han sido llamadas como maravillas de la naturaleza y se han referido como la magia de los cactus. Y no es para menos. Estas flores se presentan en diferentes formas, tamaños y colores, que luego se transforman en frutos, algunos de ellos carnosos y otros secos, pero ambos con gran cantidad de semillas. Los colores son los más diversos que uno pueda imaginar, hasta de color azul en un cactus conocido como Wittia amazonica.

Opuntia. Foto: Lidia Pérez de Molas

Ya la “piel” de los cactus son especiales, son más gruesas y a veces con cera, como también las espinas como transformaciones foliares, y todo ello para evitar el agua que pueden captar, reducir la pérdida de agua por evapotranspiración y así ser uno de los elementos de la flora con mayor capacidad de almacenamiento de agua. Y parece que las flores también. Algunas flores solo se abren durante las noches, lo que también parece ser una adaptación a evitar las altas temperaturas del día y la radiación solar, en particular en los desiertos.

Estas flores nocturnas son polinizadas durante las noches por murciélagos, y parece ser que todas las flores de las cactáceas son ricas en azúcares y aceites esenciales que producen un néctar muy apetecido por la fauna, en particular las aves y los insectos, transformándose, junto con los murciélagos en excelentes polinizadores. Las flores “nocturnas y efímeras” son por lo general blancas o de colores claros y no suelen tener un aroma muy agradable. En varias especies la floración es anunciada por una especie de lana o algodón, que será el sitio donde se desarrollará la flor.

Echinopsis. Foto: Lidia Perez de Molas.

Echinopsis. Foto: Lidia Perez de Molas

Monvillea cavendischii es una de las especies que su flor aparece de noche y es de color blancuzco. Echinopsis es un género de cactáceas con bellísimas y efímeras pero grandes y aromáticas flores, quizás una de las más buscadas, a pesar de ser por lo general de pequeño tamaño. Rhipsalis corresponde a un cactus epífito de bellas y diminutas flores que se las puede ver colgando de las ramas de los árboles, llama la atención por carecer de espinas. Los Opuntia son conocidos en todo el continente por su utilización en la alimentación, tienen alto contenido en fibra, vitaminas, minerales y muchos nutrientes. Los Cereus tienen costillas y se erigen hasta los 15 metros de altura, con flores en forma de embudo y de hasta 20 cm de longitud.

En el caso del Cleistocactus poseen flores que pueden ser amarillas, rojas o naranja, como en el caso ilustrado y sus costillas son de menor tamaño y más juntas. Estas 6 flores pertenecientes a seis especies diferentes es una pequeña muestra de belleza en la diversidad; sin embargo, esta belleza puede desaparecer.

Echinopsis. Foto: Lidia Perez de Molas

Las cactáceas silvestres tienen diferentes grados de amenaza y esto se debe en particular al comercio y también a la modificación de su hábitat, no solo en Paraguay, pero en el resto del mundo, las cactáceas nativas están con problemas de conservación. Las leyes nacionales deberían no solo asegurar que se conservan las poblaciones (es decir el conjunto de individuos de las especies) sino también sus hábitats, debería regular el comercio y para satisfacer las necesidades humanas asegurar que las especies de interés se reproducen en cautiverio o en otras condiciones que aseguren la conservación de las mismas.

Cereus. Foto: Lidia Pérez de Molas

Se agradecen las imágenes muy ilustrativas e inspiradoras de Lidia Pérez de Molas.

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