Una luz de vida: “Gracias al trasplante volví a nacer”

“Hay que esperar”. Esa frase, Luz Salinas (21) la escuchó una y otra vez desde que tiene 14 años. Pero cada vez que oía esa oración, ella la cambiaba por otra. con lo cual se aferraba a su nombre y le añadía un “apellido”: esperanza. “La ‘luz de esperanza’ siempre fue mi faro, mi norte, lo que impedía que yo tirase la toalla. Lo mío era pelear y si me decían que tenía que esperar, lo hacía, pese a que a veces no tenía las fuerzas necesarias. Pero Dios me sostuvo fuertemente y en mi corazón siempre sentía esa pizca de fe y esperanza”, relató a El Nacional.

“Todos los que esperamos por un trasplante de órganos a veces ya no tenemos fuerzas para nada, pero seguimos con garra y con la fe que lo conseguiremos pronto. En mi caso se dio el milagro y ahora vivo otra vida. Gracias al trasplante volví a nacer”, añadió. “Nunca pude conocer a la familia que me donó el órgano, pero sepan que siempre les voy a estar agradecidos y que les amo mucho”, sostuvo. “Siento que los que me donaron a mí es como la representación de los donantes en general. No importa si me donó tal familia o tal otra. Lo importante es que la gente esté predispuesta a donar”, señaló.

En conmemoración del Día Nacional del Trasplante, que se recordó ayer sábado 9 de julio, Luz, quien recibió un trasplante de riñón en el 2016, comparte su historia para el “diario de los lectores influyentes”. Un problema renal crónico mantenía a la joven en diálisis desde los 14 años. Pero a los 16, gracias al amor desinteresado de una familia anónima, y de un integrante de la misma (quien falleció), le trasplantaron un riñón que le era compatible. Pasaron casi 6 años de aquella intervención y hoy la joven es una “luz” en la vida de muchos a quienes demuestra día a día que la palabra rendirse no está en su diccionario. “Mi vida después del trasplante es otra. Como te digo, volví a nacer. Pude culminar el colegio y ahora estoy en el segundo año de la carrera de Administración de Empresas”, señaló.

Tras 2 años y 5 meses de hacer más de 600 kilómetros cada semana, desde San Ignacio Misiones hasta el Hospital de Clínicas, en San Lorenzo, para recibir hemodiálisis, Luz recibió la tan anhelada noticia: apareció el donante. “Me realizaron el trasplante el 8 de diciembre del 2016. Cuando todo parecía que el final era lo peor, apareció la luz en mi vida y hoy estoy aquí para contarlo gracias a una familia que dijo sí a la donación de órganos”, comentó. “Me opereré en Clínicas donde me trataron de la mejor manera”, agregó la joven, quien consiguió el donante a través del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), que le provee los medicamentos de manera gratuita y de por vida.

Luz aprovechó la ocasión para decir a la gente a que digan “sí a la vida” con la donación de órganos. “Al ser donantes le están dando una segunda oportunidad de vida a esa persona que lucha día a día para poder sobrevivir. Es tener un poco de empatía con ese niño/a, joven o adulto que está necesitando. Quiero decirles a las personas que digan sí a la vida, a través de la donación de órganos, para que más pacientes en estado de espera puedan llegar al trasplante y tener una mejor calidad de vida, así como yo tengo ahora”, expresó.

La joven fue trasplantada en el hospital de Clínicas. (Foto de archivo-gentileza)

El esfuerzo de sus padres

“Mi papá Roberto trabajó de mecánico toda su vida. Veía cómo trabajaba día y noche para que mi mamá Angélica y yo viajáramos a la capital sin que nos falte nada para aguantar el tratamiento. Él, acá (en Misiones) con mi hermana, y nosotras allá (Clínicas), pero nuestra conexión estaba siempre pese a la distancia y eso nos mantenía en pie, y nuestras oraciones fueron claves para manternos fuertes y firmes”, dijo.

“Y ese esfuerzo que veía día a día en mis padres, me decían que no podía rendirme y que tenía que aguantar hasta que el donante aparezca. Y así pasó”, contó. “En Clínicas me trataron de la mejor manera y eso es fundamental para una persona que espera un trasplante. Los doctores y los enfermeros son todos unos ángeles”, dijo Luz, quien consiguió el donante a través del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), que le provee los medicamentos de manera gratuita y de por vida.

Sus 15 años los pasó en una sala de hospital para dializarse

Luz siempre soñó con una fiesta con la familia y amigos, en un local especialmente decorado para el evento y con una amplia variedad de tortas y demás delicias, bailar el vals y sentirse una princesa en su noche mágica. O sea, lo normal. Pero todo esto la obligó a vivirlo de una manera muy diferente. Sabía que su fiesta no iba a poder ser. Y la pasó en un lugar que no esperaba: dializándose en el hospital.

“Un momento muy especial para una adolescente es el momento en que cumple los 15 años. Y yo mis 15 los pasé en el hospital, dializándome. Todo eso es muy fuerte, pero con apoyo logré superar todo y hoy puedo decir que fui valiente y supe resistir”, señaló.

Casi 250 pacientes siguen en lista de espera de donantes

En conmemoración del Día Nacional del Trasplante, que fue ayer sábado 9 de julio, el Ministerio de Salud Pública y el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) recuerdan la importancia de donar órganos y tejidos. Este año habrá una jornada de concientización en la que pacientes trasplantados darán su testimonio.

Para recordar el Día Nacional del Trasplante se realizó un acto que convocó a la comunidad en su conjunto, en el nivel 1 del Paseo La Galería. En lo que va del año, solo 35 pacientes han sido trasplantados y casi 250 siguen en lista de espera de donantes, según estadísticas del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT).

El doctor Gustavo Melgarejo, director del INAT, señala que este año no hubo prácticamente variación respecto al comportamiento de donaciones que en años anteriores en que los casos Covid-19 eran muchos, por lo que reiteró que la población debe conocer la importancia de este acto de amor, que tiene la noble finalidad de salvar vidas.

“La idea es promover y concienciar sobre la donación de órganos y tejidos y aprovechar la fecha para que personas que fueron beneficiadas den su testimonio y lo que constituye el hecho de haber sido trasplantados. Queremos darle un sentido humano y hablar de una realidad que el que nunca pasó jamás podrá dimensionar”, expresó el doctor Melgarejo.

¿Qué es el trasplante de órganos?

El trasplante de órganos consiste en el reemplazo de un órgano vital enfermo, sin posibilidad de recuperación, por otro sano. Es un tratamiento médico indicado cuando toda otra alternativa para recuperar la salud del paciente se ha agotado, que solo es posible gracias a la voluntad de las personas que dan su consentimiento para la donación.

Para poder donar órganos, la persona debe fallecer en la terapia intensiva de un hospital. Solo así puede mantenerse el cuerpo artificialmente desde el momento del fallecimiento hasta que se produce la extracción de los órganos. En el caso de los tejidos, no es necesario que la muerte se produzca en una terapia intensiva.

Solo ante una necesidad extrema, frente a la falta de donantes cadavéricos, se plantea la posibilidad del donante vivo, debiendo existir un vínculo familiar de acuerdo a la ley. Esta alternativa se refiere únicamente al caso de trasplantes renales.

El órgano más común que se dona en vida es el riñón, ya que una persona puede desarrollar una vida normal con un solo riñón en funcionamiento. La donación de órganos entre familiares está permitida exclusivamente cuando se estima que no afectará la salud del donante y existan perspectivas de éxito para el receptor.

Los órganos y tejidos que se trasplantan en nuestro país son: riñón, hígado, corazón. Los tejidos: córneas, huesos. En ambos casos, los trasplantes se efectúan a partir de donantes cadavéricos.

También se trasplantan células Progenitoras Hematopoyéticas, de médula ósea o sangre periférica, cuya modalidad de donación es distinta a la de los órganos y tejidos, ya que su extracción se realiza en vida.