Nacionales
Los helechos, primitivos elementos naturales entre ornamentos y medicina
Helecho Asplenium-serratum. Foto: Lidia Pérez de Molas.
Cuando vemos los helechos es como que mentalmente nos transportamos a tiempos pasados, o si hemos estado en un ambiente natural con muchos helechos, nos hace sentir que estamos en tiempos remotos.
Y nuestro conocimiento, nuestra experiencia, todo ese cúmulo de información que tenemos depositado en nuestro cerebro no nos está engañando, ya que los helechos -o amambay (amambái) como los conocemos en guaraní, o chachĩ, como conocemos a los helechos grandes-, son un grupo de plantas muy antiguas, primitivas, que han existido en el planeta mucho antes que nosotros (la humanidad) llegáramos, y si nos “adornan” y nos brindan servicios y productos hoy día, imagínense que hacían lo mismo con los dinosaurios.
Es por ello que asociamos a los helechos con esas épocas de la historia de la Tierra en la que deambulaban algunos animales hoy extintos. Los helechos y su increíble diversidad han acompañado gran parte de la historia de nuestro planeta, fueron testigos de cuando los continentes tenían otras localizaciones, cuando lo que hoy conocemos como África y Sudamérica estaban formando parte de un solo continente que se conoce con el nombre de Gondwana, donde se originan los helechos y comienzan a evolucionar.
Los helechos se nos presentan diminutos y muy grandes, hasta existen los que llamamos helechos arborescentes, ya que son arbóreos. Hay helechos epífitos, como el anguja ruguái que forra con una suave textura muchos de los troncos y ramas de árboles nativos. Caminar entre los helechos arborescentes realmente es remontarse al Jurásico y esperar que por allí aparezca alguno de estos grandes reptiles ya extintos. Y esta sensación la he tenido en muchas áreas protegidas del Paraguay y también en lugares que se han preservado los bosques ribereños, en donde se dan muchos de estos helechos por las condiciones de humedad y la riqueza orgánica del suelo.
Un helecho es una planta, es un vegetal, que no tiene una flor ni un fruto, tal como los conocemos, como elementos claves para la reproducción de las plantas (con flores). Los helechos tienen raíz, tallo y hojas, a las que conocemos como frondas. Si miramos bien el envés de las frondas veremos algo que mucha gente cree que son bichitos que las infectan, y son los soros, son unos lugares en donde se encuentran las esporas, estos lugares en donde están las esporas se conocen con el nombre de esporangios y son similares a las semillas. Una característica muy típica es cómo se desarrollan las hojas, vemos esos pequeños espirales cerrados que se van abriendo de las puntas.
Imaginen la importancia de los helechos que le dio el nombre a un departamento del país, en donde esperamos se conserven y se promocione el conocimiento sobre los helechos, ya que Amambay debería ser eso, la Capital de los Helechos, haciendo honor a su nombre. Hoy en día los helechos forman parte de las plantas ornamentales más buscadas y más queridas, pudiendo dar vida y verde no solo a los jardines, sino también en el interior de las viviendas. Este rol ornamental se complementa con un producto de la naturaleza, ya que muchos de estos helechos se cree que tienen propiedades medicinales y han sido y siguen siendo usados por culturas indígenas y comunidades tradicionales.
Los amambay forman parte de nuestro acervo de poha ka’avo; algunos de los helechos se usan para combatir parásitos internos (anti-helmínticos), otros para prevenir el embarazo, como reductor de la presión arterial, para problemas de la vista como el glaucoma, como antidiarreico, para reducir el sangrado en los períodos menstruales, y para combatir la migraña.
Pero hay otros usos como utilizar sus troncos (tallos) como planteras o macetas, o también como abono para la tierra, en otros casos se los utiliza para poder remediar suelos afectados; es decir, los helechos juegan un rol importante en la biorremediación.
Estos son algunos de los usos de los helechos en nuestra cultura y en técnicas y tecnologías, además de la importancia que tienen como plantas ornamentales. Una vez más demostramos aquí la importancia de poder conservar este patrimonio natural del país, con cada parte de bosque o pastizal o humedal nativo que destruimos se van una gran cantidad de ejemplares de helechos y muchas veces varias especies, algunas conocidas y muchas otras que desconocemos.
De hecho, la transformación del hábitat, la cosecha insostenible y otros factores han hecho que oficialmente reconozcamos que Paraguay tenga tres especies de helechos en peligro de extinción, ellos son dos helechos o chachi arborescentes (Trichipteris atrovirens y Alsophila cuspidata) y un helecho gigante (Cyathea delgadii), y sobre estos helechos, lo mejor es no comprarlos como plantas ni tampoco como planteras, a menos que podamos asegurar que su venta proviene de una cosecha sostenible o de una producción en condiciones controladas. Por lo general, lo que vemos a la venta proviene de una cosecha insostenible o de eventos de desmontes o deforestación.
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