Connect with us

Nacionales

Los tamnofílidos paraguayos

Batara Rayado: Foto: Tatiana Galluppi.

Batara Rayado: Foto: Tatiana Galluppi.

POR Alberto Yanosky
Director EIISA (Estructura Interdisciplinaria de Investigación Integral Socio-Ambiental) - UNAE

Esta familia de aves involucra a los mbatara, también conocidos como tiluchíes o chocas o che oro para, una familia de aves del continente americano, principalmente centro y Sudamérica, con casi 170 especies, de las cuales 22 habitan o utilizan el territorio paraguayo y se las encuentran en selvas y bosques, en zonas no muy altas. No son aves que se muestren comúnmente; es decir, están medio ocultas, pero son confiadas, vuelan poco y tienen fuertes vocalizaciones. Tienen un pico robusto con un gancho apical, las alas son cortas y redondeadas y, por lo general, hay dimorfismo sexual; o sea, se pueden diferenciar los sexos.

Batará estriado, Myrmorchilus strigilatus. Foto: Edgar Romero.

Entre los mbatara más abundantes y que se pueden ver están el batará rayado o che oro para (Thamnophilus doliatus), el batará plomizo o viro’oguasu (Thamnophilus caerulescenes), el chororó (Taraba Major), entre otros. Se los conoce también con el nombre de hormigueros u hormigueritos, por sus hábitos alimenticios. En diferentes zonas, estas especies se alimentan de insectos, y no necesariamente de las hormigas.

Batará del pantanal, Cercomacra-melanaria. Foto: Tatiana Galluppi.

Y en particular se aprovechan de las legionarias, así que se las suele ver asociadas a estas hormigas cuando salen a hacer sus barridas aprovechando el movimiento en masa y la gran cantidad de otros elementos de la fauna que escapan al frente de avance. En general, los tamnofílidos se alimentan de insectos, por lo que son controladores muy eficaces en los diferentes tipos de hábitats, siempre más bien boscosos. Pero en el caso de los frentes de avance de las hormigas legionarias, pueden aparecer otras presas como anfibios y reptiles, que escapan del avance de las hormigas.

Thamnopihilus-caerulescens. Foto: José M. Paredes.

Si bien no son especies que se utilicen comercialmente, varias especies están con diferentes grados de problemas de conservación debido a las acciones humanas, entre ellas la destrucción del hábitat. Muchas de estas especies son muy específicas en cuanto a dónde habitan y de qué se alimentan, y no tienen la elasticidad para habituarse o adaptarse a otro tipo de hábitat, por lo que tienen a desaparecer cuando su ambiente está intervenido.

Formicívora rufa. Foto: Luis Doldán.

La mayoría de estas especies son monógamas y forman pareja estable toda su vida. Son muy territoriales, defendiendo su área de acción, lugar donde se alimentan, donde se reproducen y se refugian, respondiendo con fuertes vocalizaciones a cualquier intruso que intente desafiarlos en su territorio.

Thamnophillus ruficapillus hembra. Foto: José M. Paredes.

Se los conoce por ser muy vocales, muy sonoros y fácilmente reconocibles por quienes estén interesados en conocerlos mejor. Si bien son curiosos, siempre están moviéndose entre el follaje y se asoman muy fugazmente para ver qué ocurre en su ambiente. Los fotógrafos que han podido captar estas imágenes han sido normalmente muy pacientes para llegar a tener buenas tomas de estas inquietas aves.

Thamnophillus ruficapillus macho. Foto: José M. Paredes.

De la rica diversidad de batarás del Paraguay, el mbatara guasu es el de mayor tamaño con 33 cm, y los mbatara’i y viro’o pyta los más pequeños con 9 y 10 cm, respectivamente. Algunos de ellos están en todo el territorio nacional, como el che oro para o mbatará rayado y el viro’o guasu o mbatara plomizo, el mbatara del pantanal está restringido al extremo nordeste de la región occidental. El mbatara de corona rojiza o mbatara pyta está restringido al sudeste de la Región Oriental.

Batará corona rojiza, Thamnophilus ruficapillus. Foto: Edgar Romero.

Hoy hemos podido apreciar un grupo de aves muy llamativas que tienen, como todos los elementos de la naturaleza, un rol destacado, y cuya su presencia nos permite entender la complejidad de los ambientes y la salud de estos. La falta de los mbatara en ambientes boscosos podría estar indicándonos algún desequilibrio. Estas aves, como muchas otras, evolucionaron adaptándose a las circunstancias del entorno. Es nuestra responsabilidad asegurar que esas condiciones se mantengan.

Batará pardo, Thamnophilus-sticturus. Foto: Tatiana Galluppi.

Click para comentar

Dejá tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los más leídos

error: Content is protected !!