Fiestas de fin de año: cómo sobrellevar la ansiedad ante lo que se viene

La navidad es una época complicada para mucha gente. Hay quienes disfrutan muchísimo de estas fechas, en las que son norma las reuniones familiares y los regalos, y otros que se agobian por ese “espíritu navideño” que parece casi una imposición. De nuevo este año la pandemia hace efecto en las vidas de todos. Por ello, no solo pueden encontrar difícil de gestionar esos días los que no tienen gusto por la Navidad, sino que aquellos a quien la pandemia de nuevo les robó algún ser querido, además de otras adversidades que se tuvieron que sobrellevar.

Los sentimientos que van a aflorar en una Navidad marcada por la pandemia son la tristeza y la melancolía, estas pueden convertirse en protagonistas de estas fiestas si no aprendemos a ser flexibles.

“La navidad es una festividad religiosa donde se recuerda el nacimiento de Jesús, se relaciona con la familia y aquellos sentimientos de amor, solidaridad y empatía, época de villancicos y paz, pero puede ser una época también de mucho estrés, tristeza y frustración. A muchos les va costar emocionalmente tener una silla vacía en la mesa este año, y con tantas perdidas debido a la pandemia. Mucha gente perdió a un familiar, amigo, conocido. Otros perdieron trabajo, salud, terminó su relación etc. Calculo que será inevitable la mezcla de emociones hasta podrían caer en un bajón anímico hasta una depresión más severa”, asegura la psicóloga Rocío Paredes al ser consultada por El Nacional.

La flexibilidad es esencial, pues en gran parte definirá qué tanto disfrutamos de estas fechas. Si nos instalamos en la queja y la tristeza de “cómo solían ser las cosas” es complicado poder pasarlo bien, dice la psicóloga. Explica que, en el esfuerzo de adaptarnos a la situación actual, “valorando todo lo que sí podemos hacer”, encontramos una visión de estas fiestas más positiva que nos permite disfrutarlas de forma diferente.

Este año nos hemos enfrentado a situaciones muy dolorosas. La pérdida de alguien a quién queremos en estas circunstancias, siempre es más complicada. Las pérdidas son un proceso doloroso ocurran en la época que sea. En esta concretamente, la época navideña, puede hacerlo aun más difícil por los recuerdos, explica Paredes.

“Muchos intentan ocultar estás emociones, ya sea para evitar responder, para no hacer sentir mal al otro intentan minimizar y también se da el caso de los que se niegan a participar de algún evento, ya sea por sentimientos de culpa, o una creencia de guardar luto, como que estarían en falta con el ausente si se dan permiso de celebrar las fiestas”, indica la profesional.

Lic. Rocío Paredes. Foto: Gentileza

Superando el dolor

Una forma de superar la tristeza es permitirse sentirla, afirma la psicóloga. “No evitar esa emoción que tiene un propósito, el de abrir paso a la reflexión interior y cicatrizar el dolor. Transformar ese dolor en otro tipo de energía, orientada a buscar una nueva manera de relación con ese ser querido que físicamente partió, pero en el corazón, la mente o los recuerdos permanece. Comprender que No existe una Navidad ideal sino que es la que uno decide crear como reflejo de sus valores y deseos”, asevera la experta.

En este punto, planificar las fiestas con anticipación puede ser de ayuda. Se puede conversar con los que estarán compartiendo esa noche, en el caso de la familia si sabemos que en la mesa no estará este año alguien muy importante a nuestros afectos. Armar el escenario, se puede hacer un pequeño ritual para recordar al que no está, preparando alguna comida, alguna oración, algo consentido por todos. Se recomienda también aquellas actividades solidarias, que puedan tener sentido o ser útiles a los demás, colaboran a sentirnos mejor.

“Darse permiso de disfrutar, hacerse la pregunta de si esa persona que no está le gustaría que disfrute de estás fechas aún en su ausencia, la respuesta imagino que sería que si. Entonces, entender que música alegre, adornos llamativos no atentan contra el luto, ni contra el recuerdo, es una manera de vivir las fiestas con los que quedan a tu lado. Y si uno ve que alguien no podrá con la gestión de emociones buscar ayuda, no dudarlo. O si ves que alguien necesita esa contención ofrecerle el hombro, pero también recomendar que acuda a consulta con un profesional de la salud mental.

La ansiedad del año que se viene

Cada uno sabe dónde le ajustan los zapatos. Paredes afirma que la ansiedad es una emoción que también nos acompaña con frecuencia, hay que darle un espacio pero no dejar que nos domine. “Lo que podríamos aplicar son algunas estrategias, primero evaluar cómo fue nuestro año, lo bueno, lo malo, lo que se puede mejorar y lo que logramos. Es importante enfatizar los logros por más pequeños que sean no estancarnos en las faltas solamente. De los fracasos también se aprende y se emprende con más fuerza”, manifiesta.

Alegó que se puede también hacer un registro de fortalezas y habilidades, dificultades y amenazas en lo personal y/o laboral, para organizar nuestros propósitos para el año que viene que con sus luces y sombras, hay que afrontar los desafíos que naturalmente traerá. “Darle tiempo a los afectos, a nuestra gente cercana, con la tecnología estamos hiper conectados pero alejados muchas veces. Decir te quiero, es muy poderoso. Por último, en lo posible hacer una cosa por vez, paso a paso, a un ritmo más acordé con lo que podemos y no tanto con lo que debemos. Que nuestra expectativa se aproxime más a nuestra realidad”, afirma.