Día Mundial contra el Cáncer 2021

Según el informe de la Organización Panamericana de Salud, la carga del cáncer aumentará aproximadamente en un 60% durante las próximas dos décadas, lo que afectará aún más a los sistemas de salud, a las personas y a las comunidades. Se prevé que la carga mundial por cáncer aumente a unos 30 millones de nuevos casos para 2040, y el mayor crecimiento se producirá en países de ingresos bajos y medianos.

Si no se toman medidas para prevenir y controlar el cáncer, se prevé que el número de personas que serán diagnosticadas con cáncer aumentará en un 55%, lo que significa aproximadamente 6,23 millones de personas para 2040, en la Región de las Américas.

Todo paciente con cáncer debe recibir un tratamiento adecuado para el dolor, según recomendación médica. Debe entenderse que el dolor es un resultado natural del cáncer y lidiar con él puede ser agotador para la mente y el cuerpo. Los médicos explican que el dolor del cáncer puede tomar muchas formas: puede ser sordo, doloroso, agudo o ardiente, o constante, intermitente, leve, moderado o severo.

“La cantidad de dolor que siente depende de varios factores, incluido el tipo de cáncer, su estadio, dónde se encuentra y su tolerancia al dolor. El dolor por cáncer es manejable y controlar el dolor es esencial para lograr un tratamiento fructífero”, señalan los médicos.

Opciones de manejo del dolor

Existen varias estrategias para controlar el dolor relacionado con el cáncer. “Esto depende en gran medida de la gravedad y la causa del dolor, como cualquier lesión en cualquier órgano o dolor nervioso. Además, es importante comprender si se trata de una forma de dolor aguda o crónica “.

Por lo tanto, al hacer una elección de tratamiento, es importante que el paciente recuerde de que si el dolor interfiere con su vida o es persistente, debe informarlo.

En pacientes con dolor severo, los opioides pueden usarse por un período corto hasta que la enfermedad esté bajo control, después de la cual el paciente puede no necesitarlos. En casos avanzados, el dolor no se controla y se requieren opioides.

Factores de riesgo

Algunos de los factores de riesgo específicos para cáncer incluyen las infecciones crónicas del virus del papiloma humano (VPH) -para cáncer cervicouterino-, hepatitis B y C – para cáncer de hígado- y H. pylori -para cáncer de estómago.

Se estima que del 30 al 40% de los cánceres se pueden prevenir al reducir la exposición a estos factores de riesgo. Las políticas de salud pública se pueden implementar para respaldar la elección individual de estilos de vida saludables, convirtiéndolas en la opción más fácil. Muchos otros tipos de cáncer, especialmente el cervicouterino, el de mama y el cáncer colorrectal, pueden detectarse temprano y tratarse eficazmente a través de programas organizados de tamizaje y detección temprana ligados a un el acceso al tratamiento oportuno.

La OPS/OMS trabaja con los países miembros en diferentes aspectos relacionados con la prevención y control del cáncer.