Aumento de la mora persiste a pesar de la mejora en la coyuntura económica

A pesar de una coyuntura económica que muestra signos de recuperación, el nivel de morosidad en Paraguay sigue en ascenso, lo que refleja las dificultades persistentes en el poder adquisitivo de la población y su capacidad para cumplir con los pagos de créditos. Aunque la economía muestra indicios de consolidación en su recuperación, la tasa de morosidad sigue creciendo.

Según datos proporcionados por el Banco Central del Paraguay (BCP), en el mes de julio, la tasa de morosidad del sistema bancario a nivel general alcanzó el 3.41 %. Esta cifra representa un aumento de 0.31 puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año anterior.

La Consultora Mentu señaló que, si bien esta tasa es menor que la registrada en junio, parte de este descenso podría atribuirse a la renegociación de préstamos morosos y ajustes en la cartera crediticia, además de una ligera mejora en la capacidad de los consumidores para cumplir con sus obligaciones financieras. Esto ocurre en un contexto de tasas de interés elevadas que aumentan el costo del crédito, una situación que se arrastra desde el inicio del año pasado. Sin embargo, se espera una mayor estabilización en los próximos meses debido a la mejora en la situación económica, que podría influir en las tasas de interés del BCP.

Al analizar los diferentes segmentos de crédito, se observa que los préstamos destinados a la venta y reparación de vehículos experimentaron el mayor aumento en la tasa de morosidad, con un incremento de 3 puntos porcentuales con respecto a julio del año anterior. Otros sectores, como el comercio al por menor, que registra la mayor tasa de morosidad con un 6.2 %, los servicios personales y la construcción, también experimentaron aumentos en su morosidad.

Con la mayor disponibilidad de efectivo, una característica común en el período previo a fin de año, se espera una mejora en la situación en la última parte del 2023. Asimismo, una estabilización de los precios podría conducir a una recuperación del ingreso real de las personas, lo que se espera que tenga un impacto positivo en la capacidad de pago de los consumidores y en la reducción de la morosidad.