Connect with us

Economía

Un año sin precedentes para los negocios: reiventarse o morir

Ilustración: BM

Ilustración: BM

Las crisis no son ninguna novedad para las empresas de los países en desarrollo. Inflación, las restricciones crediticias y la volatilidad de las divisas a menudo ponen a prueba la capacidad de propietarios de emprendimientos para navegar en aguas turbulentas.

Hace uno días se cumplió 1 año de la llegada del Covid-19 en Paraguay, una pandemia que lo cambió todo y en el ámbito de los negocios no fue la excepción.

Los resultados son lapidarios: Al menos 450 mil desempleados entre formales e informales; 10 mil micro y pequeñas empresas (registradas) que no soportaron el crack económico derivado de la cuarentena y una macroeconomía que de no ser por los buenos resultados del agronegocio (exportación de materias primas), había registrado la mayor caída en al menos 70 años, de acuerdo a lo registro oficiales.

Finalmente, la última revisión del Producto Interno Bruto (PIB), arrojó una contracción de 1%, entre los resultados “menos peor” de América Latina.

Sin embargo, el shock en la economía real, es decir, en la de los bolsillos de la gente, se sigue sintiendo hasta nuestros días y según los analistas económicos, la senda del crecimiento para la gran mayoría de los negocios, hoy endedudados o trabajando a pérdidas para no arrojar más gente a las filas del desempleo, llevará al menos dos años; esto toda vez que no haya un rebrote del virus, justamente lo que hoy está pasando y que deja en vilo nuevamente a los agentes económicos por la incertidumbre entorno a un consumo familiar que no logra levantar cabeza y con el temor de tener que cerrar las puertas.

Hay que reconocer que el brazo fiscal del Gobierno, es decir, Hacienda, dio un respiro con los impuestos, pero como el Estado necesita recaudar para sostenerse, los salvavidas van siendo retirados paulatinamente. Por el lado financiero, hubo una agresiva reducción de tasas de política monetaria lo cual ocasionó una súperliquidez en los bancos.

También se habilitaron canales que facilitaron la renegociación de deudas, más de 1,2 millones de operaciones, que de no haber sido aplicadas, significaría una cantidad inmensamente mayor de heridos en los negocios.

Mipymes

Por el lado de las mipymes, se logró un fondo denominado Fogapy, mediante el cual el Gobierno actúo como garante de las pequeñas empresas en aprietos; en principio los desembolsos fueron lentos y después rápidamente estos fondos de garantía se agotaron. Queda por ver el nivel de retorno que están teniendo en cuanto al pago de cuotas o si el Estado quedará con “el clavo” de las mipymes que a pesar de la ayuda no lograron sobrevivir.

El sector servicios, que es justamente el que más empleo genera, fue el más golpeado. Hoteles, bares, restaurantes, tiendas de bazar, venta de vehículos acumularon estrepitosas caídas.

Siempre por el lado del gobierno, el mayor problema fue la débil gestión de los créditos internacionales que fueron captados en el marco de la crisis. No se aprovechó la coyuntura para realizar verdaderas reformas estructurales que apunten a mejorar la calidad del gasto público y el resultado está a la vista: Hospitales sin insumos, el país sin vacunas, pero con aumentos salariales y seguros VIP  para los estatales pagado por los contribuyentes.

De hecho, el gobierno pidió “sacrificio al sector privado”, palabras del propio presidente de la República, Mario Abdo Benítez y dió muy poco a cambio. Esto también atizó las manifestaciones que piden su salida hoy día. El hartazago por la corrupción, una gestión que deja mucho que desear y la falta de dinero en las calles, son los ingredientes que avivan la crisis política.

La reinvención

El “quedáte en casa” para no morir de Covid-19 cambió el hábito de consumo y los canales digitales registraron un boom sin precedentes. De hecho ya se venía registrando esta tendencia que se aceleró exponencialmente con la cuarentena. Las operaciones on line crecieron más 120%, e decir, los negocios físicos como agencias bancarias se irán reduciendo para dar paso al mundo del negocio virtual.

La crisis también sirvió para que empresas “corten grasa”, como se dice en términos administrativos y sean más eficientes. La creatividad fue puesta a prueba y hay varias empresas que van saliendo adelante, apesar de que la coyuntura sigue adversa.

En otras palabras, en algunas empresas, las gerencias han sido más ingeniosas para buscar nuevas fuentes de ingresos o reinventar sus negocios: por ejemplo, trasladaron sus ventas a Internet o comenzaron a ofrecer productos diferentes. En el caso de los exportadores, algunos cambiaron un conjunto de clientes por otro.

La adopción de la tecnología fue mucho menor entre las empresas más pequeñas, que por lo general enfrentan restricciones más duras como consecuencia de la falta de demanda, mayor incertidumbre y menor capacidad gerencial. Además, estas empresas a menudo tienen menos acceso al financiamiento y encuentran más dificultades para obtener un servicio de Internet de alta velocidad

Según un análisis del Banco Mundial, a medida que los Gobiernos reduzcan la asistencia y el acceso al financiamiento se vuelva más limitado, será aún más necesario que las empresas se mantengan al día frente a las condiciones siempre cambiantes.

Ampliación

En la noche de este domingo, el Gobierno decidió aplicar nuevas restricciones en cuanto a movilidad de personas y apertura de locales comerciales. A cambio promete diseñar un plan de subsidios y refinanciación de deudas.

 

 

 

 

 

 

 

 

Click para comentar

Dejá tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los más leídos

error: Content is protected !!