El precio doméstico de la carne se mantiene en alza

Según los datos del Banco Central del Paraguay (BCP), al término del primer trimestre del año, el índice de precios al consumidor de la carne se elevó de manera interanual por encima del 10 %.

Dentro de los principales cortes, los de mayor incremento fueron el puchero de segunda (33,4 %) y la paleta (22.3 %), mientras que los cortes con menor variación fueron los de costilla de primera y vacío, siempre analizando el periodo enero y marzo últimos.

La inflación total al cierre de abril también se ubicó por encima del 10 %, casi 12 años después de que se registrara el pico de dos dígitos y por lo cual una suba del salario mínimo es inminente, más teniendo en cuenta la temperatura económica en la calle, la cual ni siquiera podría considerarse tibia por la muy lenta recuperación de los negocios.

Existe un incipiente debate en torno a las consecuencias de una suba salarial: mientras que el sector empleador ya abre el paraguas, alegando que las empresas no están en condiciones de llevar adelante un reajuste con la actual coyuntura, con temor a derivar en el cuarto año sucesivo de una contracción del Producto Bruto Interno Bruto (PIB), los obreros piden una suba de G. 600.000.

En todo el 2021, unas 2.800 empresas o tuvieron que cerrar o volvieron a operar en negro, según datos proporcionados por Enrique López Chávez, en base a registros oficiales.

El Gobierno viene “pateando” este sensible y siempre controversial tema económico, pero el tiempo se le acaba por el creciente descontento de la población a raíz de la suba de precios y la falta de una reactivación que sea palpable para los bolsillos de la gente. El levantamiento de los consumidores por la disparada de precios de combustibles fue un adelanto de lo que le podría llegar al Gobierno de no frenarse la suba de precios.

Los economistas, por su parte, explican que un reajuste no necesariamente implica más inflación y que se deben establecer políticas públicas más agresivas para atacar la informalidad en el mercado laboral paraguayo, una prioridad por encima incluso de un reajuste.

La presión

Volviendo al tema puntual de la carne vacuna: “Es probable que los precios de la carne a nivel internacional se mantengan al alza mientras se continúen los problemas logísticos a nivel mundial y la demanda global se mantenga sostenida, lo que incide en los precios internos”, señala un  reporte de los analistas de Mentu.

Al ser uno de los componentes de la canasta básica, el incremento de los cárnicos termina incidiendo en el poder adquisitivo del consumidor, quien se ve obligado a adquirir por el mismo precio una menor cantidad”.

Si embargo desde las últimas semanas, se nota una rebaja en precios en algunos cortes, casi imperceptibles para el consumidor, pero rebaja al fin.

Según datos del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal, la exportación y faena de carne disminuyeron interanualmente en el primer trimestre.

Al tercer mes del corriente, las exportaciones de carne y menudencia alcanzaron 79.082 toneladas, 16,7 % inferior a lo registrado en el mismo periodo del 2021.

La caída puede ser explicada en parte por el cese de envíos a Rusia, el segundo mayor destino de la carne paraguaya, previo al inicio de la guerra.

En comparación al trimestre del año pasado, la faena tuvo una disminución de 18,4 %, aproximadamente 100.000 cabezas de ganado menos. Esto se debe a la falta de lluvias que afectó la pastura y la reserva de agua, por lo que los animales no llegaron con el peso necesario para una faena óptima, sumado a que el periodo de vacunación contra la aftosa abarcó febrero y la primera quincena de marzo.

Mientras el sector vaya adaptando su estrategia de comercialización, los altos precios de la carne tendrían un rol fundamental para apuntalar las exportaciones en el contexto actual.

El puchero es el corte que más encareció.