Bajante del río Paraguay pone en peligro abastecimiento de combustible

La dramática bajante del río Paraguay, la peor de los últimos 50 años, está haciendo impracticable la navegación en importantes tramos del cauce, aguas arriba y aguas abajo de Asunción, comprometiendo importantes sectores de la actividad económica y poniendo en peligro la provisión de combustibles derivados de petróleo de los emblemas privados.

Luis Jara, jefe del Departamento de Hidrografía de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), señaló a El Nacional que aguas arriba de Asunción “el tramo está cortado para grandes remolcadores y embarcaciones de mucho calado”. “En el tramo sur, aguas debajo de Asunción, hay un poco más de navegabilidad, pero la situación es muy complicada”, añadió.

Jara explicó que la navegación sigue fluida hasta Pilar, pero las cosas empiezan a complicarse en el tramo del río que va hacia el puerto de Villeta, donde sólo las embarcaciones con 7 u 8 pies de calado pueden navegar, no sin dificultad.

“En el puerto de Pilar se está operando, y también hay gente que está sacando o metiendo mercaderías por el río Paraná, en puertos privados”, afirmó, argumentando que si bien el Paraná está más navegable, su caudal también presenta dificultades.

Ayer, el delegado de la Comisión Mixta Paraguayo-Argentina del río Paraná, Martín González, aseguró que la navegabilidad del río Paraná es todavía posible, pese a que también dispone de mucho menos caudal que el normal como dijo Jara, porque desde enero se vienen llevando a cabo tareas de dragado preventivo en sus 32 puntos críticos.

«Desde enero de este año, hemos decidido iniciar y realizar el dragado de los pasos críticos del río Paraná que actualmente se encuentra con un avance de prácticamente del 100% y con esos dragados hemos conseguido mejorar los niveles de navegación de río atendiendo a que estamos pasando por seguías históricas», explicó González.

La Comisión Mixta tiene a su cargo gestionar las labores desde la desembocadura del río Yguazú al Paraná, hasta su congruencia en Paso de Patria, departamento de Ñeembucú, abarcando cerca de 700 kilómetros de extensión.

De continuar la pronunciada bajante, como señalan los hidrólogos que sucederá debido a que el fenómeno climático conocido como La Niña altera el calendario de lluvias, podría verse comprometida la llegada de las barcazas que transportan combustible hacia Villeta, San Antonio y Villa Elisa.

“En algún momento podría producirse desabastecimiento, porque las barcazas ya no podrán llegar; hasta ahora están ingresando solamente las que desplazan poco calado”, afirmó Jara.

Desde Petropar, sin embargo, se aseguró institucionalmente que la petrolera estatal cuenta con todos sus tanques llenos y stock suficiente para garantizar el abastecimiento de su red de 197 estaciones de servicios.

Por el lado de los emblemas privados, el gerente de Dicapar, Distribuidoras de Combustibles Asociadas del Paraguay, Guillermo Parra, afirmó que el gremio empresarial “no tiene información al respecto”, y que tampoco se ha discutido todavía el tema entre los asociados.

Abrupta caída

Otro gremio empresarial preocupado por la situación es el Centro de Importadores del Paraguay (CIP), que viene arrastrando desde enero pasado una caída de la actividad, del orden del 19,7%, agravada a partir de marzo por la pandemia de Covid-19 y ahora por la bajante del río Paraguay, que mueve el 80% del comercio exterior paraguayo.

“Es un año complicado y está bajante nos complica mucho más, ya que no estamos encontrando alternativas para resolver nuestra situación y el dragado no se está haciendo con la eficiencia que tiene que ser”, señaló a los medios ayer el presidente de los importadores Neri Giménez.

El empresario indicó que por el momento están operando a través del puerto de Pilar con los productos que ingresan desde Argentina, pero que esto implica un sobrecosto importante, ya que al transporte fluvial le tienen que sumar el valor del flete terrestre hacia la capital.

Cerca de un mes atrás, la ANNP había declarado alerta hidrológica en las aguas del Río Paraguay, en el tramo entre la desembocadura del Río Apa, hasta la confluencia con el Río Paraná, para las embarcaciones que navegan por empuje y buques autopropulsado, e incluso se había asegurado que la draga D4, la “mulita” M2 y el remolcador R1 estaban listos para los trabajos de dragado, cuyos resultados “no son los esperados” para los empresarios.