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PGN 2021 más de lo mismo a la espera de reformas estructurales

El Poder Ejecutivo presentó al Congreso Nacional el proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) para el año próximo. Se trata de la ley anual más importante de la República ya  que define las pautas de cómo, en qué y dónde se destinarán los recursos públicos.

La población en general se involucra poco en el análisis y reclamos sobre cómo se distribuyen las asignaciones el el PGN. La prensa con llegada masiva, como la TV, tampoco hace un seguimiento exhaustivo del proyecto.

Es muy importante que la sociedad civil se involucre y participe más en la elaboración de esta ley clave de modo  evitar que la clase política decida, como históricamente sucedió, y con  muy pocos resultados en cuanto a mejora de calidad de vida para la población.

Entre paréntesis ya están conformadas las comisiones del parlamento que analizarán el pedido del Ejecutivo; cada legislador y partido político se juega su propio partido, salvo excepciones.

La Burocracia

El mayor peso del PGN 2021  de nuevo la burocracia estatal (76%), es decir los salarios estatales, un segmento ampliamente dominado por los colorados.  Ningún presidente colorado, hasta Mario Abdo Benítez,  se animó a pagar el costo político de lo que puede  implicar una reforma estructural en el Estado en esta materia.

Cuando asumió la oposición, con Fernando Lugo a la cabeza de la coalición política,  lo hizo peor decretando aumentos salariales a mansalva por lo que el PGN  no se pudo sostener.

A raíz de esta situación, se aprobó la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), la cual establece un tope deficitario de 1,5%. El año pasado nos pasamos y este será peor a raíz de la crisis sanitaria y económica.

El Gobierno anterior tampoco llevó adelante reformas de fondo en este y otros campos; es más del propio Ministerio de Hacienda se seguían pagando los dobles y triples aguinaldos.

Servicio Civil

El presidente Mario Abdo, presentó en paralelo el proyecto del Servicio Civil, una normativa que, por un lado, pretende blanquear privilegios para algunos estatales, y por el otro corregir las propia inequidad en el Estado como por ejemplo secretarias y ascensoristas que ganan el triple que un ingeniero.

Los sindicatos estatales ya dieron una demostración de fuerza hace algunas semanas en una caravana de vehículos, advirtiendo que no van permitir que se toquen nóminas y amenazas de paralizar al país.

Todavía hay mucha tela que cortar en este proyecto; es muy poco probable que pase el escollo que significan ambas cámaras del Congreso.

Deuda Social

Tampoco se distingue a primera vista del proyecto de PGN 2021 cambios sustanciales en materia de Salud y Educación .

Parte de la población no se explica cómo es que algunos estatales acceden a seguros médicos privados VIP, mientras que la población tiene que acudir -sin morir en el intento- a los colapsados IPS y Ministerio de Salud. Los seguros privados para estatales consumen alrededor de US$ 100 millones de dinero público.

El débil sistema sanitario, que en décadas recibió poca inversión , quedó al descubierto con la pandemia del Covid.

En cuanto a Educación se sigue invirtiendo en un modelo desfasado de enseñanza y cuyo resultado es que Paraguay se mantiene en el triste podio de los países con peor calidad de educación del mundo.

La cancelación de clases presenciales puso en aprietos a los profesores quienes fueron presentados a la tecnología; con los niños y sus padres, no fue distinto.

Otro punto débil es el alcance de internet y servicios públicos digitales; hoy  el acceso a datos  y comunicación es tan importante como cualquier servicio público. Desde el Ministerio de Tecnologías de Información (Mitic) casi no se registran avances en materia digital.

Haciéndola corta, mientras el mundo desarrollado ya entró a la era de la Inteligencia Artificial, en Paraguay no podemos desplegar la Agenda Digital, algo básico en los tiempos actuales.

La Deuda

El PGN 2021 también contempla nuevas emisiones de deudas, un punto que preocupa a los analistas por el rápido endeudamiento que vino registrando Paraguay

En menos de 8 años, la deuda externa trepó de US$ 3.500 a US$ 10.000 millones;  parte del dinero se destinó a pago de salarios,  se perdió entre la burocracia estatal y sospechas de desvíos o contratos sobrefacturados en Estado.

Vale recordar que esta deuda es pagada por la población a través de los impuestos. La clase media es  la que sostiene al Estado a través del Impuesto al Valor Agregado (IVA), tributo con el mayor peso dentro de la estructura impositiva.

Para la clase política y las últimas administraciones de Hacienda, lo más fácil es seguir emitiendo deuda y arrojar la responsabilidad del pago a futuros gobiernos.

La deuda de Paraguay con acreedores externos fue potenciada desde el Gobierno de Federico Franco, cuando Paraguay colocó su primera tanda de bonos soberanos en los mercados financieros internacionales.

Desde entonces se pasaron 9 emisiones, de US$ 500 millones en promedio. El problema está en que la deuda viene creciendo a un ritmo muy superior a la capacidad de generar recursos genuinos, con lo cual se transforma en una bomba financiera de tiempo.

Cuando asumió el Gobierno Horacio Cartes, la relación  Deuda Externa/Producto Interno Bruto (PIB) estaba entorno al 15%; para el año próximo representará alrededor del 35%. El mayor incremento se está dando durante el actual gobierno de Mario Abdo Benítez.

 

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