Adiós al último goleador paraguayo en un Mundial: Cristian Riveros

Cristian Riveros no anunció su retiro del fútbol. Eso suena a conferencia de prensa. Cristian Riveros colgó los botines. Así, sin más. En silencio, como quien se despide de una casa en la que vivió toda la vida, con la puerta entreabierta, sin dar un portazo.

“Fueron más o menos 25 años de pura dedicación y de dar siempre todo en cada institución que me tocó estar. Podría escribir demasiadas cosas, pero todo se resume a lo que dice la cabeza del texto: GRACIAS”, escribió Riveros en Instagram.

Detrás de esas palabras hay un gran recorrido. Una carrera que comenzó en 1997 con Cristóbal Colón de J. Augusto Saldívar. Era un pibe que jugaba con el hambre de los que sueñan con escapar del anonimato. Y escapó. De ahí saltó a Tacuary, después a San Lorenzo, Libertad, y siguió un largo viaje: México, Inglaterra, Turquía, Brasil, de nuevo Paraguay. Cruz Azul, Sunderland, Kayserispor, Gremio, Olimpia, Libertad, Nacional, y, como si el círculo no pudiera cerrarse en otro lado, Libertad de nuevo.

Riveros fue el reloj suizo en el mediocampo de la Albirroja de Tata Martino. Jugó 97 partidos y anotó 16 goles, pero hay uno que queda en la memoria de todos: el que le marcó a Eslovaquia en Sudáfrica 2010. Fue el último tanto paraguayo en un Mundial.

Ahora, a sus 42 años, después de ganar la Copa Paraguay con Libertad, Riveros decide que es hora de parar. Y lo hace con elegancia, sin mucho ruido, como jugó siempre. Sin gritos, pero dejando una huella. Se ganó el respeto de todos los hinchas del fútbol.