Sinner se corona como maestro en su casa y sin ceder un solo set

Llegó, miró y venció. Al más puro estilo de emperador romano, Jannik Sinner logró el título de las ATP Finals 2024. El italiano se consumó como maestro entre maestros al no ceder ni un solo set en todo el torneo, algo prácticamente inédito en este formato. En la final superó a un batallador Taylor Fritz que nada pudo hacer ante las embestidas tenísticas del italiano de todas las formas posibles (6-4 y 6-4).

La temporada de Jannik Sinner ha estado marcada por los positivos de clostebol en algunos controles antidopaje, con los que todavía batalla por salir sin ninguna infracción. Eso sí, ha demostrado poder sobreponerse a las adversidades y seguir demostrando su nivel de tenis sin preocupaciones, pues parece que en pista deja atrás todos los problemas e incluso juega todavía mejor. Dos Grand Slams, dos Masters 1000, tres ATP 500 y las ATP Finals son la prueba de ello.

Ambos tenistas se mostraron sólidos con sus turnos de servicio hasta el 3-3 que sacaba Fritz para ponerse por delante en el marcador. Sinner se puso 15-40 pero Fritz recuperó bien hasta el deuce, aunque no estaba todo dicho. El transalpino apretó y puso más potencia al juego, que concluyó con una dejada perfecta que dejó al americano totalmente fuera de combate, que corrió hacia ella, pero no pudo evitar el segundo bote. Con toda la grada a favor y jaleando a su jugador, Sinner voló hacia el segundo set, salvando una bola de rotura cuando sacaba para llevarse la primera manga.

Da la sensación de que Sinner aprieta cuando lo necesita, y no le importa ceder algunos turnos de servicio para saber que será el ganador indiscutido del choque. Contra Ruud se le vio desplegar un tenis perfecto, pero es que ante el californiano ocurrió más de lo mismo. Sabe oler la sangre y va por el punto de forma despiadada, dejando golpes ganadores de derecha paralela o cruzada, de revés paralelo o cruzado, o en forma de dejada. Da igual lo que se le pida, Jannik Sinner lo ejecutará de manera excelente. Con esta seriedad y solidez atípica de un chico de 23 años, puso la guinda al pastel y cumplió un sueño, coronarse como Maestro en las ATP Finals en su propia casa. Conservará el número 1 como mínimo hasta después del Abierto de Australia. Mientras tanto, un californiano resignado sólo pudo felicitar a su rival por el inmenso torneo jugado.

Fuente: Punto de Break.