El Madrid, enamorado de Camavinga

Es “él” fichaje del verano del Real Madrid. Eduardo Camavinga demostró en San Mames estar preparado para todo, con sus lógicos pecados de juventud, pero precisamente por eso, el equipo madridista está ante un futbolista con mayúsculas, de esas apuestas de la entidad y que garantizan una década de buen fútbol.

Camavinga no es mediocentro, pero puede serlo. Ancelotti se está encargando de eso y de mucho más. Es un proyecto de gran jugador que está aprendiendo a ser el sustituto de Casemiro. Ante el Athletic jugó como si llevará toda la vida moviéndose en esa posición. Fue capaz de dar salida al balón, de recuperarlo cuando era menester, de llevar el ritmo de juego y de buscar a Kroos y Valverde para que alemán y uruguayo pusieran lo mucho que tienen.

Su fútbol es ofensivo, atrevido y poco le importó jugar por delante de la defensa para seguir demostrándolo. En ocasiones arriesgó, pero esa valentía le llevó a iniciar jugadas con mucho peligro, demostrando una visión de juego privilegiada, tal y como demostró dejando solo a Peter delante de Aguirrezabala.

Camavinga ha caído de pie en el Real Madrid. Debutó marcando y siempre que sale aporta algo. Va con su filosofía del fútbol. Ancelotti cree en él, pero sabe que debe pulir esa fogosidad que le ayuda a recuperar balones, pero con la amenaza de la tarjeta amarilla rondándole o la relajación al seguir la marca como en el gol del Athletic. Pecados de 19 años. Se da cuenta y si no ahí está Ancelotti para mostrarle el camino correcto.

Quizás esta temporada no juegue el papel decisivo que espera, pero con partidos como el de San Mamés da la razón a los que piensan dentro del club, que gran parte del futuro del Real Madrid pasa por el fútbol y el derroche físico de Eduardo Camavinga.

Fuente: La Marca.