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Cultura

“Límites”: Obras recientes de Laura Piñeiro

EDICIÓN ESPECIAL PINTA SUD ASU. Sobre la exposición de Laura Piñeiro que se inaugura el próximo viernes 9 en Galería Matices. La muestra es parte de la tercera y última edición del art week que se desarrolla en Asunción del 5 al 11 de agosto.

Laura Piñeiro, de la muestra "Límites", 2024

Laura Piñeiro, de la muestra "Límites", 2024

Lo único bueno que tienen las fronteras
son los pasos clandestinos.
Manuel Rivas. El Lápiz del carpintero.

 

Laura Piñeiro (Asunción, 1975) presenta en la Galería Matices (Asunción) su exposición individual titulada Límites, a inaugurarse el 9 de agosto próximo dentro del circuito artístico Pinta Sud Asunción. Se trata de un conjunto de obras recientes: unas, son piezas pictóricas ejecutadas en acrílico sobre lienzo; otras, impresiones realizadas en xilografía sobre papel. Las primeras como las segundas fueron trabajadas en gran formato.

Laura Piñeiro es Licenciada en Artes Visuales y en Comunicación Visual. La artista se mueve entre dos universos: el del arte y el del diseño; éstos a menudo convergen y se entrelazan, si bien por momentos también se distancian, incluso se omiten. En sus principios como estudiante de artes visuales incursionó en el Arte Digital con fotografías en blanco y negro abordando temáticas de tinte social, global y ecológico. Posteriormente retomó el taller de grabado con el artista Carlo Spatuzza; allí comienza a explorar técnicas valiéndose de lo digital y descubre, a través de la abstracción, formas orgánicas y colores superpuestos transparentados. Entonces traslada de manera analógica este lenguaje a sus obras en pintura acrílica, en las que trabaja especialmente grandes formatos.

En el grupo de obras seleccionadas y presentadas ahora, hay tres cuestiones significativas a ser analizadas. La primera: el lenguaje artístico de Piñeiro, rico en resonancias y alusiones, experimenta fundamentalmente con el color. Está marcado por tonos intensos, coloraciones saturadas, siluetas orgánicas superpuestas y un juego interesante de transparencias y contrastes. Situado en una sugestiva espacialidad plana, el conjunto resulta visualmente luminoso, diáfano, opaco en algunas partes.

Laura Piñeiro, muestra "Límites", 2024. Vista de sala. Cortesía

Laura Piñeiro, muestra “Límites”, 2024. Vista de sala. Cortesía

En su producción pictórica, es el color el que permite a la artista la construcción de formas, el que sustituye la profundidad y la perspectiva, el que aparenta disolver la línea de los contornos. Mientras que en sus grabados –todos monocromáticos–, los colores son los que resaltan las marcas y las huellas de la madera. Aquí, el contraste del color en sí mismo concreta un procedimiento que contribuye a dotar de textura, claridad y dinamismo la composición, que va ganando, de este modo y mediante el estudiado tono aplicado a la matriz, mayor fuerza expresiva y elegancia, acierto éste que rememora ciertas impresiones xilográficas japonesas realizadas con el predominio de un color.

El color, gracias a sus peculiaridades subjetivas, permite a la artista crear un amplio repertorio de significaciones. En unas de sus composiciones pictóricas se destacan los atributos térmicos del color (cruces entre tonalidades frías y cálidas); en otras, prevalece el uso de contrastes variados (efecto claroscuro; combinaciones complementarias, simultáneas, cuantitativas y cualitativas); por último, en casos puntuales, se advierten las sugerencias de las propiedades sinestésicas del color (por ejemplo, algunas fusiones podrían ser asociadas al sonido y a la música). En los xilograbados, por su parte, el color permite percibir la trama de las matrices y el juego de configuraciones y transposiciones sobre el blanco del papel, recursos ambos que conceden vivacidad a cada pieza. A diferencia de trabajos anteriores en los que combinaba matrices en cada composición, en esta nueva serie de grabados la artista utiliza una sola matriz para cada pieza; este trámite de matriz repetida variando de disposición permite la ilusión de movimiento y aporta predominantemente tonalidades frías, casi vidriosas.

El segundo aspecto guarda relación con el hecho de que el trabajo de Piñeiro relaciona la experiencia interior con un lenguaje simbólico volcado en obras abstractas. A partir de sus conformaciones moderadas e indefinidas, abiertas y cerradas simultáneamente, la artista simboliza sentimientos interiores en conjunto con la irradiación y la elegancia de la simplicidad. En efecto, sus trabajos se elaboran a partir de un número escaso de elementos retóricos: color, composición y expresión. El repertorio de sus formas también es mínimo: formas orgánicas simples, casi indeterminadas, realizadas con articulaciones fijadas por colores planos; superpuestas, en algunas composiciones logran transparentarse inclusive. No busca ofrecernos imágenes concluyentes, definitivas, sino más bien poéticas, cuya composición, coloración, inestabilidad y delicadeza las revisten de carga expresiva.

Laura Piñeiro, de la muestra "Límites", 2024. Cortesía

Laura Piñeiro, de la muestra “Límites”, 2024. Cortesía

En sus impresiones xilográficas se nota una fuerte influencia de los grandes y elocuentes grabados en color de la artista paraguaya Edith Jiménez (Asunción, 1918 – Asunción, 2004), una gran referente para Piñeiro; mientras que la morfología de sus composiciones puede ser asociada con algunas de las reconocidas obras abstractas de las vanguardias artísticas europeas, en especial determinadas propuestas de Sonia Delaunay (Hradyz’k, Ucrania, 1885 – París, Francia, 1979), también artista y diseñadora.

La tercera particularidad guarda relación con en el título de la muestra: Límites. Este término, como fin o zona fronteriza de algo, puede tener diferentes significados de acuerdo al ámbito de utilización: el físico/real, el imaginario; los territorios de la geometría, la física o las matemáticas, del amor, el lenguaje, los del propio arte, entre otros. Se puede afirmar que, concretos o intangibles, los límites dividen áreas diferenciadas unas de otras en base a, precisamente, la preexistencia de demarcaciones o regiones consideradas límites. O, caso contrario, puede ocurrir también que, por tratarse de áreas distintas, terminen por definir sus límites extrínsecamente.

En los trabajos ahora expuestos (grabados y pinturas) se observa que Laura Piñeiro ha hecho de la exploración, los cruces y la transgresión de los límites del grabado y de la pintura, el derrotero imaginario de su práctica artística. El planteo dialéctico se desenvuelve en la confrontación de recursos duales: planitud/textura, tensión/superposición, mostración/ocultamiento, precisión/ambigüedad; factores que, más que mostrarnos la limitación o la delimitación de las técnicas trabajadas, expresan una suerte de translimitación de los códigos visuales de la pintura y el grabado.

Piñeiro sabe que, por su carácter lindante, el arte brinda una mirada privilegiada del límite. Justamente, una de las notables virtudes del arte es su capacidad interminable para atravesar límites, conectar cuestiones aparentemente desvinculadas. Con sus planteos visuales, la artista parece hablarnos de los márgenes tenues, casi imperceptibles, de la pintura y el grabado. Pero también de su increíble potencial para asomarse a espacios puramente esenciales y habilitarlos a la mirada de lecturas plurales.

 

 

Nota de edición: Con curaduría de Alban Martínez Gueyraud, la exposición será inaugurada el viernes 9 de agosto a las 18:00 horas en la Galería Matices (Cruz del Defensor 241, casi Quesada (Villa Morra), en el marco de la tercera y última edición del art week que se desarrolla en Asunción del 5 al 11 de agosto.

 

* Alban Martínez Gueyraud es curador, doctor en arquitectura, docente y crítico de arte.

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