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Cultura

Ecos indígenas en el Río de la Plata

Este artículo es una invitación a descubrir las iniciativas digitales tituladas “Indigenous Echoes – Rio de la Plata” lanzadas en Facebook , X o Twitter, y Bluesky. Estas páginas digitales se dedican a explorar la historia a menudo no revelada de los pueblos nativos que habitaban la región del Río de la Plata durante el periodo colonial.

El objetivo principal reside en compartir perfiles que resaltan trayectorias indígenas propias, historias y acciones de protagonistas nativos entre los siglos XVI y XVII. Al investigar en los archivos coloniales, nuestro objetivo fue reunir detalles biográficos para comprender y resaltar mejor las vidas individuales.

Hemos elegido utilizar el término “ecos” porque estas historias, estas individualidades y estos fragmentos biográficos solo emergen a través del prisma de documentos producidos por agentes coloniales. Como resultado, aplicamos un enfoque descolonizador para poder escuchar los ecos de las voces de los actores indígenas.

En estas líneas van a encontrar perfiles que detallan nombres, historias, fechas y espacios específicos del Río de la Plata y del Paraguay alojados en los archivos. Deseamos que estas miradas del pasado colonial ayuden a superar la generalización y el silenciamiento de las experiencias de los pueblos originarios en la Historia del Paraguay y de la Cuenca del Plata.

Más allá de nombres y fechas, el proyecto propone transmitir modos de vida, diversas perspectivas y agencias específicas. Invitamos a los académicos, a los entusiastas de la Historia y sobre todo a los descendientes que buscan conectarse con sus raíces a través de documentos del pasado. Confiamos en que encuentren estos retratos interesantes e impactantes y de mucha utilidad.

Al involucrarse con historias individuales de protagonistas nativos de lengua y cultura guaraní como de otras lenguas y culturas, aspiramos al desarrollo de una comprensión más profunda, más diversa y matizada del pasado colonial del Paraguay y del espacio rioplatense.

Nos anima el hecho de lograr que se unan a la iniciativa en este viaje para revelar narrativas pasadas por alto que aún resuenan hoy. Estos contenidos digitales son resultado de largos años de investigaciones y transcripciones del Dr. Guillaume Candela. En el futuro, esperamos publicar historias provenientes de otros colaboradores para poder incentivar una sinergia y un gran interés en los protagonistas invisibilizados del pasado del Paraguay como de los países regionales principalmente Argentina, Brasil y Bolivia. Hemos seleccionado para este artículo los primeros 20 retratos que ponemos a consideración, ilustrados por las imágenes de los documentos, conservados en su mayoría en el Archivo Nacional de Asunción que registran las trayectorias de vidas de nuestros protagonistas:

1. Publicación del 23 febrero

Abacatin era un líder guaraní habitante sobre el río Tivaxiva (Paraná, Brasil). En 1590, su aldea fue forzada a trabajar por el encomendero Alonso Benítez. Su nombre lo conecta con la cosmogonía tupí-guaraní y se relaciona con “Abacatina” (pez de agua salada) o “Abacaxi” (piña).

Cortesía del autor

2. Publicación del 26 febrero

Juliana, mujer guaraní, fue esclavizada en Asunción por el español Ñuño de Cabrera. En 1540, se menciona que Juliana utilizó una planta, mbacucú, para envenenar a su amo, por lo que fue condenada a muerte. Hoy sigue siendo en Paraguay un símbolo de resistencia al colonialismo.

Cortesía del autor

3. Publicación del 4 marzo

En 1598, Antón Guariare era líder guaraní de un pueblo del Alto Paraguay que aparecía en un juicio entre dos encomenderos, Camelo y Gaitán, que luchaban por esclavizar a su comunidad. Guariare significa en guaraní “saltamontes que cae” y está asociado a la cultura Paĩ Tavyterã.

Cortesía del autor

4. Publicación del 12 marzo

Comy era una mujer saycoci esclavizada por Ñuflo de Chaves en 1543 en el Alto Paraguay y luego deportada a Asunción. En 1547, fue vendida al sacerdote Martín González. Como algunos nativos esclavizados del Chaco de la época, Comy aparece marcada al hierro en la cara.

Cortesía del autor

5. Publicación del 25 marzo

Abarece es un nombre guaraní que identifica a tres mujeres en un mismo pleito judicial de 1595. La lucha entre Damián Muñoz y Juan de Valenzuela nos permite identificar a la familia de Juana Abarece: su madre Lucía Abarece y su padre Manuel Tayarapo. El nombre de María de Angulo, hija de Juana Abarece, representa la agency de muchos guaraní en este periodo, o sea, la elección del nombre guaraní transmitido por su madre o la elección de un nombre y apellido español como nuevo nombre. El nombre Abarece podría ser traducido como “en frente del hombre” o “mujer honrada”.

Cortesía del autor

6. Publicación del 3 abril

Boyratin era un cacique guaraní de una aldea llamada Guaza Ape en la región del Paraná durante el siglo XVI. Su nombre aparece en un proceso judicial entre Sebastián de Vargas y Beatriz de Abrego de 1591 sobre una mujer indígena llamada Yamanday. Boyratin es identificado como abuelo de Yamanday y padre de su madre Ño Yruay originario del mismo pueblo que el padre de Yamanday llamado Paraguayo. A través de Boyratin, retratamos las migraciones guaraníes en la época colonial temprana del Paraná hacia Asunción del Paraguay. Boyratin parece estar relacionado a la palabra mboirati o sea a una víbora velluda blanca.

Cortesía del autor

7. Publicación del 8 abril

Cuña Gatu era una mujer guaraní identificada en el Chaco Pantanal, actual Brasil, en 1543, como mujer esclavizada por Ñuflo de Chaves. Cuña Gatu muestra que participaron mujeres guaraníes esclavizadas en las primeras expediciones militares encabezadas aquí por Alvar Núñez Cabeza de Vaca. Cuña Gatu aparece en una lista de bienes del conquistador Chaves tal como Cristina, otra mujer guaraní, pero también una yegua, una silla, una mochila, zapatos y otros objetos. El nombre de Cuña Gatu podría significar “mujer buena”.

Cortesía del autor

8. Publicación del 16 abril

Juan Dury era un cacique guaraní de un pueblo encomendado del Alto Paraguay, llamado Juan Farel, en el año de 1595. La aparición del cacique Juan Dury en este documento cuestiona la herencia del cacicazgo por parte de los guaraníes. Juan Dury no aparece perteneciendo a la familia de los caciques anteriores llamados el cacique Mateo Yaguarape y el cacique Miguel. El nombre escrito por los españoles como Dury bien podría ser aparentado a otro nombre guaraní escrito Duru que, según León Cadogan, significa: “ruido de golpe de gente”.

Cortesía del autor

9. Publicación del 23 abril

Juan Quispe, hombre de 18 años originario de Cochabamba, se encuentra en Asunción en 1611. En un proceso criminal, Quispe explica que fue transportado a la fuerza desde Cochabamba (Bolivia) al pueblo de Santiago de Cotagaita (Bolivia) pasando probablemente por Potosí (Bolivia). En Cotagaita, Juan Quispe fue vendido o cedido a un portugués llamado Blas Pereira, quien lo llevó por la zona de Santiago del Estero (Argentina), terminando su periplo por Paraguay. La trayectoria de Juan nos da mucha información sobre las migraciones forzadas de nativos dentro del Virreinato del Perú, además de retratar una Asunción multicultural de principios del siglo XVII en la que se podía escuchar la lengua quechua en sus calles.

Cortesía del autor

10. Publicación del 29 abril

Arapoy era una mujer guaraní, madre de Juliana Sayru. Arapoy es mencionada en el testimonio de un cacique llamado Miguel Terecany, que tenía 70 años en 1588. El líder guaraní Terecany reconstruye en su testimonio el árbol genealógico de Juliana Sayru, afirmando que Juliana tenía como padre a Francisco Teviquarupa. Asimismo, Terecany interviene en este documento judicial para definir si Juliana era forzada a trabajar por Lope de Pucheta o Juana Cobo. El nombre Arapoy podría significar “horizonte del agua”.

Cortesía del autor

11. Publicación del 6 mayo

Guaira era un líder guaraní en el Paraguay colonial. Según una fuente colonial de 1552, el cacique guaraní había recibido al conquistador Alonso Vellido en varias ocasiones en su hogar. Hoy en día, varios pueblos guaraníes conservan tradiciones históricas divergentes sobre la actuación del cacique Guaira, presentado a veces como aliado de los españoles o como líder de la resistencia contra la colonización. Encontrar la mención del cacique Guaira en los archivos coloniales permite vincular las reflexiones actuales de sabios y profesores nativos guaraníes sobre los impactos en la sociedad paraguaya de las decisiones de sus antepasados con la documentación histórica del siglo XVI. El término Guaira hace referencia a elementos de la fauna y significa “avispa cazadora velluda”.

Cortesía del autor

12. Publicación del 13 mayo

Ybira Ete, mujer guaraní del Paraguay colonial, aparece en un pleito judicial producido entre 1588 y 1589, donde fue forzada a integrar la lista de nativos encomendados por el conquistador Lope de Pucheta. Ybira Ete es mencionada en un interrogatorio que permite reconstruir la familia de una mujer guaraní llamada Marta. Ybyra Ete era su abuela. Hoy en día, su nombre debe ser escrito como yvyrá été, y hace referencia a elementos de la flora del género Tabebuia, más bien conocido en el Paraguay como tajy o lapacho.

Cortesía del autor

13. Publicación del 3 junio

En 1556, Domingo Mandi, lider guaraní del Jeruquizaba, y los miembros de su comunidad fueron de los primeros guaraníes en ser forzados a trabajar por la colonia vía el sistema de encomienda. En 1570, Domingo Mandi aparece en una carta del teniente del gobernador Felipe de Cáceres, otorgando a Bartolomé de la Amarilla la encomienda de 24 personas procedentes del pueblo liderado por Mandi. Mandi podría tener una relación con el pez mandi’i o con una lagartija denominada por pueblos guaraníes mandi.

Cortesía del autor

14. Publicación del 11 junio

En 1685, Ñe’enguiche era un nombre usado por cuatro hombres guaraníes (Cristóbal, Andrés, Cristóbal y Juan) del pueblo liderado por el cacique Matías Tucuraba, integrado al padrón del pueblo de Yuty. Observamos en esta lista que durante la visita de las autoridades coloniales en Yuty, Andrés y Cristóbal estaban ausentes y marcados como deportados a las ciudades de Asunción (Paraguay) y Santa Fe (Argentina). Según Cadogan, Ñe’enguiche significa ‘elocuente’ y es considerado un sobrenombre de los Tupã (enviados de los dioses) que inspiran elocuencia. Montoya no registra Ñe’enguiche en su Tesoro, posiblemente por evitar mencionar conceptos desafiantes para los misioneros jesuitas instalados en Paraguay.

Cortesía del autor

15. Publicación del 17 junio

Durante la colonización del Río de la Plata-Paraguay, Paye y su correlativo Paye Yu eran nombres usados por hombres guaraníes. En 1597, Paye fue deportado con otros hombres guaraníes por Pedro Miño a la ciudad de Asunción desde la cordillera del Mbaracayú y del Guayra. En 1629, el provincial jesuita del Paraguay Vázquez Trujillo, entrando en la misión Candelaria, menciona a un líder espiritual guaraní llamado Paye Yu. Paye Yu significa ‘líder espiritual reencarnado’.

Cortesía

16. Publicación del 25 junio

En 1589, el líder Gonzalo Piriyu es mencionado en un documento producido en Asunción. Su mención nos permite reconstruir la familia guaraní de un tal Tayuca que vivía bajo el liderazgo de Piriyu. Con el avance de la colonia, Piriyu fue contactado por el cura Martín González, quien bautizó a toda su comunidad, incluyendo a Tayuca, su madre Ayriagu y su padre Cuyaguira entre 1542 y 1564. El nombre Piriyu parece provenir de relatos mitológicos guaraníes. Los mbya señalan que Pirí es nombre de una niña que fue reencarnada en un ave milagrosa o eterna. Cadogan añade que Piriyu significa ‘Piri reencarnado’.

Cortesía del autor

17. Publicación del 1 julio

Yayruji, abuela guaraní, conocida también en la documentación como Yaruyi o Yaruju, es mencionada en un documento producido en 1589 en Asunción. Isabel Yaruyi era parte de la primera generación sometida en la encomienda. Con su pareja Cristóbal Abapitu, fueron reducidos al trabajo forzado por Francisco de Paredes a partir de 1556 en un pueblo llamado Acarayti. Yayruji tuvo una hija conocida bajo dos nombres: Surio y Candayu. Cadogan señala que el nombre de Yairu se refiere al pajaro “guyrá toro” de plumaje vistoso que tiene un papel importante en el relato mitológico guaraní de “Los Gemelos”.

Cortesía del autor

18. Publicación del 9 julio

En 1593, Toba Caraybi, una mujer guaraní, aparece en un proceso judicial iniciado por dos conquistadores, Martín Sánchez de Arzamendia y Bartolomé Fernández. En un pueblo llamado Yacareasi, tres testigos guaraníes, Pedro Martín (edad desconocida), Chaparro (60 años) y Martín Sapigua (50 años), declaran sobre la historia de la familia de una mujer llamada Borosai. Los testigos Pedro y Martín parecen contradecirse sobre la posición de Toba Caraybi en el árbol genealógico de Borosai: el primero la sitúa como madre de Borosai y el segundo como su abuela. Chaparro y Martín Sapigua declaran igualmente que Toba Caraybi forma parte de la primera generación en ser capturada por el sistema de encomienda, y mencionan a Boativa como líder indígena del pueblo de origen de la familia. El Tesoro de la Lengua Guaraní de Montoya nos ayuda a reflexionar sobre el posible significado de ‘Toba Caraybi’ como “rostro escarificado” o “rostro tatuado”.

Cortesía del autor

19. Publicación del 15 julio

Puerto de Mbaracayú, el 10 de noviembre de 1615, una mujer guaraní llamada Tacuatí se destaca en un proceso judicial. Pedro Tie, hombre guaraní del Mbaracayú, pide a las autoridades coloniales la restitución de su esposa llamada Potera y de Tacuatí, su sobrina, raptadas en 1613 y deportadas a Asunción por un tal Francisco Notario. En su testimonio, Pedro Tie cuenta que, llegando a la ciudad de Asunción, pudo cruzarse con su sobrina Tacuatí en las riberas del río Paraguay sin poder comunicarse con ella. Nunca más pudo reunirse con Potera ni con Tacuatí. El nombre de Tacuatí tiene una relación muy profunda con el poder simbólico de la mujer en la cultura guaraní, simbolizado por el bambú o la “tacua”, instrumento femenino para marcar el compás en muchas danzas rituales.

Cortesía del autor

20. Publicación del 23 julio

Juana Pozaca, mujer nativa del Chaco pantanal, aparece en 1589 en un proceso judicial iniciado por Salvador Camelo. El documento describe a Juana Pozaca y a sus hijas Magdalena y Mariana como mujeres esclavizadas y como puros objetos pertenecientes a Salvador Camelo. Pozaca era doblemente discriminada por la sociedad colonial: primero por tener una discapacidad en un ojo y segundo por ser mujer esclavizada por el único hecho de haber nacido en el Pantanal. Pozaca y sus hijas nos hacen reflexionar sobre la sociedad colonial esclavista implantada entre los ríos Paraguay y Paraná en donde los pueblos nativos, los africanos deportados y los afrodescendientes eran percibidos naturalmente como seres privados de libertad y forzados a trabajar por los colonizadores.

Cortesía del autor

 

* Guillaume Candela es doctor en Historia por la Universidad Sorbonne-Nouvelle Paris III, con una tesis sobre la conquista espiritual de Paraguay entre 1537 y 1585. Fue becario postdoctoral en la Biblioteca John Carter Brown de la Universidad de Brown. Trabajó como consejero en la Secretaría de Cultura de Paraguay y como profesor asistente en la Universidad François-Rabelais. Entre sus publicaciones destacan el libro Entre la pluma y la cruz (2018) y varios artículos sobre la historia y la defensa de los indígenas en Paraguay.

1 Comment

1 Comentario

  1. thomas whigham

    31 de julio de 2024 at 05:18

    Sumamente interesante, don Guillaume. Felicitaciones.

    Thomas

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