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Cultura

Nuevas agendas culturales y nuevas miradas (II)

Desde un panorama literario diverso y en constante evolución, la narrativa contemporánea de Paraguay explora temas históricos y universales que abordan los traumas nacionales del pasado al tiempo que debaten el papel de la literatura en la sociedad actual. En anticipo exclusivo, aquí la segunda parte del estudio introductorio de “En tierra de artesanos. Narradores paraguayos del nuevo siglo”, antología de reciente aparición, publicada por editorial Rosalba.

A partir de finales de los años ochenta, sin embargo, el proceso de paulatina redemocratización de América Latina se suma a otros procesos histórico-políticos de gran envergadura, como la apertura de las economías nacionales, la privatización de las empresas estatales, la búsqueda del equilibrio fiscal, el comienzo de la integración regional por medio del que los países latinoamericanos buscan respuestas comunes a los problemas económicos causados por la deuda externa, etc. Todos estos factores provocan, en lo literario, un paulatino alejamiento –por parte de los grandes autores del continente– del relato y la novela centrados en hechos históricos.

No obstante, al menos desde nuestra perspectiva, este desprendimiento parcial de la hegemonía de la historia que tiene lugar en la literatura (desprendimiento bien evidente en Argentina, Chile y Uruguay), no ha sido igualmente marcado en Paraguay. Dentro de las fronteras nacionales, el campo cultural paraguayo siguió dándole centralidad –como motivo temático de fondo– a la Gran Historia: básicamente, al quiebre institucional causado por los treinta y cinco años de la dictadura militar, si bien hubo también un regreso de la ficción a motivos históricos anteriores (in primis, la Guerra del Chaco). Destacan, en este ámbito, novelas históricas que han entrado a formar parte del canon nacional, siendo una de las más representativas Madama Sui (1995) de Augusto Roa Bastos (se excluye de esta nómina otra novela histórica clave para las letras paraguayas como Vigilia del Almirante, 1992, por referirse a eventos de la historia continental desligados de motivos eminentemente nacionales).

Obras de Augusto Roa Bastos. Cortesía

Obras de Augusto Roa Bastos. Cortesía

Dos parecen ser los factores que, a nuestro juicio, han contribuido a ralentizar en el Paraguay el proceso de acercamiento y cultivo de nuevos temas, desarrollados según pautas formales novedosas. En primer lugar, es necesario recordar que el régimen stronista fue, con diferencia, el más largo del área, lo que provocó la exigencia por parte de los intelectuales del medio local de perseguir una “definición de identidad” en un marco de violencia reiterada, prohibiciones e incertidumbre sociales, económicas y políticas. Por otro lado –puesto que un régimen militar suele imponer la Verdad Oficial para legitimar su poder y su ideología– el ejercicio de escribir ficción debe constituirse en un campo de resistencia “desde el que los intelectuales impugnan los relatos oficiales y sus prácticas discursivas” precisamente porque existe en el fondo “la desconfianza de la historia inspirada por los acontecimientos [de las décadas dictatoriales] y se centra en el problema de la verdad y del poder” (Perkowska, 2008: 37-38). En otras palabras, a pesar de la consolidación del proceso de redemocratización en América Latina y del surgimiento de nuevos y acuciantes problemas, como la incorporación política y económica del continente al orden global y transnacional, no ha sido hasta bien entrado el siglo XXI que el tema histórico ha empezado a dejar su centralidad en los círculos intelectuales del país.

Esa pérdida de centralidad en los textos ficcionales de las nuevas promociones, sin embargo, no significa un verdadero abandono del asunto, sino un ejercicio de mirar el tema del compromiso desde un lugar sesgado. Si bien es cierto que se vislumbra un menor “interés creativo” de las generaciones más recientes por la historia nacional del último siglo y medio, debe observarse que ese lugar de la denuncia “tradicional” del trauma (o bien el atropello de los derechos humanos durante la dictadura, o bien las masacres durante las dos guerras antes mencionadas) es ahora ocupado por las nuevas agendas de derechos humanos del siglo XXI: agendas con las que las nuevas promociones buscan comprometerse y que remiten, sobre todo, a cuestiones medioambientales o a las nuevas relaciones de género.

Así, a diferencia de otros países del continente –como Argentina y Chile– donde la presencia de narrativas de la posmemoria es un fenómeno muy notorio, en la literatura paraguaya de las últimas dos décadas se observa un cambio en el foco de interés que va de la mano de una evidente modernización tanto temática como formal. Se trata de un conjunto de cambios que –aun si con rasgos propios– establecen un diálogo con las inquietudes estéticas de los escritores activos en otros países del continente. Los autores latinoamericanos (se incluyen en el listado a los paraguayos contemporáneos) que siguen escribiendo, o empiezan a escribir, a partir del cambio de siglo se caracterizan por una suerte de rebelión contra el realismo tradicional, una escritura más centrada en el yo, un alejamiento de las imágenes estereotipadas de las idiosincrasias nacionales y muestran, en cambio, una “incorporación de técnicas, temas y perspectivas que a menudo entran en conflicto con la visión histórica de la realidad y con las convenciones del discurso histórico tradicional (realista)” (Perkowska, 2008: 24).

La lectura de la ficción contemporánea, en suma, pone de relieve cómo los narradores latinoamericanos del nuevo siglo perciben la prosa de ficción como un ejercicio capaz de producir un artefacto de significados plurales y ambiguos. Para conseguir esa construcción, se preocupan por romper los ejes espacio-temporales y por desafiar las relaciones de causa y efecto, y hasta llegan a desdibujar los límites entre lo vivido y lo solamente imaginado. A estos primeros rasgos se suman otros, también muy presentes en la narrativa paraguaya contemporánea, como el uso del humor y la parodia, la mezcla de distintos registros del habla (facilitado, además, por el bilingüismo) y, sobre todo, la multiplicación de las perspectivas y las voces narrativas.

La lectura de un corpus muy consistente de obras de ficción escritas y publicadas en Paraguay a lo largo de los últimos quince años nos ha permitido constatar, entre otros elementos relevantes, la centralidad que ha adquirido el yo en la prosa contemporánea nacional. En muchos casos, tal tipo de escritura se coloca en un “espacio literario híbrido”, que no es exactamente autoficción, pero tampoco es propiamente autobiografía ni novela autobiográfica. A menudo, en estos casos la autoría se vincula con la imagen del autor o del escritor ficcionalizado, produciéndose un proceso muy común en la narrativa contemporánea (pero ya experimentado a partir de los años setenta del siglo pasado, sobre todo en Francia) por el que el autor, o autora, “entra no solo in verbis, sino además in corpore en su mundo narrado, razón por la que [este tipo de ficción] debe correlacionarse con la metalepsis del enunciado y de la enunciación, con la mise en abyme aporistique, con la cinta de Moebius” (Schlikers, 2010: 51).

Muchos y muy variados son los ejemplos posibles de esta superposición de roles y perfiles, pues si la primera formulación de este modelo es la que prevé que el autor ficcionalizado es el protagonista del texto, es posible vislumbrar una variante en la que el autor no es sino un personaje secundario que aparece solo en contadas ocasiones en el mundo de la diégesis. De todas maneras, lo que más importa para nuestro análisis es que este tipo de escritura, a diferencia de la narración tradicional en tercera persona, provoca dudas e incertidumbres que se extienden tanto al personaje como al lector: el autor ficcionalizado (protagonista o solo personaje secundario o, incluso, simple testigo), al estar situado a nivel intradiegético, tiene un conocimiento de la realidad textual y una percepción de los hechos muy limitados. Este desconocimiento y esta desorientación –muy presentes en las dos últimas décadas– son el aspecto más relevante para nuestro enfoque: se trata de una sensación de extravío y confusión que es real y simbólica y que dialoga a su vez con el actual momento histórico, político y cultural, en una posmodernidad tardía en que resulta cada vez más difícil “percibir el presente” y concebir los territorios por donde deambula la historia social.

Nuestra selección antológica: otras lecturas de la Gran Historia y nuevas inquietudes

No se ha pretendido […] presentar un volumen antológico del todo exhaustivo en lo que se refiere a la producción en prosa actual, sino que se ha preferido conformar un “catálogo” de autores que traspasan la representación de un pulso generacional. Es por esta razón que las voces seleccionadas para formar parte de la presente antología ofrecen distintas miradas y épocas a partir de obras de ficción que pueden –en ciertos casos– trascender la actualidad.

Somos conscientes de que todo proceso de selección implica pactar con la conciencia de estar excluyendo nombres de autores destacados que merecerían formar parte del volumen: sobre esta base, asumimos que nuestra única posibilidad –al proponer dos textos por cada uno de los catorce narradores seleccionados– es la de ofrecer una muestra representativa de la ficción contemporánea paraguaya. Por esta razón somos también conscientes del valor artístico de la obra de muchos narradores que no se han incluido en estas páginas y que habrían merecido estar presentes; señalamos aquí los nombres de Renée Ferrer (Asunción, 1944), Delfina Acosta (Asunción, 1956), Lourdes Talavera (Asunción, 1959), Nelson Aguilera (Asunción, 1961), Humberto Bas (Yaguaracamygta, 1965), Estela Asilvera (Asunción, 1975) o Juan Ramírez Biedermann (Asunción, 1976), hasta llegar a los autores nacidos en los años ochenta como Ever Román (Asunción, 1981), Mónica Bustos (1984), Sebastián Ocampos (Asunción, 1984), Mel Ballasch (Asunción, 1985) y Ricardo Loup (Asunción, 1986), entre muchos otros.

Algunos títulos de narradores paraguayos contemporáneos. Cortesía

Algunos títulos de narradores paraguayos contemporáneos. Cortesía

Si, tal como se acaba de afirmar, nuestra antología no pretende ser exhaustiva sino representativa de un cierto momento de la ficción paraguaya a mediados de la tercera década del siglo XXI, se ha organizado la muestra incluyendo textos de siete hombres y siete mujeres: la solución de proponer dos relatos por cada autor/a pretende ayudar al lector en el proceso de familiarización con la prosa, los motivos recurrentes y las más destacadas inquietudes temáticas de cada narrador.

Al llegar el momento de enlazar lo antes mencionado en términos generales con los textos presentes en esta antología, lo primero que cabe señalar es la transformación del discurso narrativo sobre la historia nacional que, así como lo señalamos, sigue siendo una preocupación constante de los autores paraguayos del siglo XXI, aun si los traumas de las múltiples tragedias históricas se elaboran al día de hoy desde perspectivas oblicuas y tangenciales […]

 

Bibliografía

Perkowska, Magdalena (2008). Historias híbridas. La nueva novela histórica latinoamericana (1985-2000) ante las teorías posmodernas de la historia. Madrid, Iberoamericana – Vervuert.

Schlikers, Sabine (2010). “El escritor ficcionalizado o la autoficción como autor-ficción”.

Vera Toro, Sabine Schlikers, Ana Luengo (eds.) (2010) La obsesión del yo. La auto(r)ficción en la literatura española y latinoamericana. Madrid, Iberoamericana – Vervuert, pp. 51-71.

 

Nota de edición

Ilinca Ilian y Giuseppe Gatti Riccardi (2024). En tierra de artesanos. Narradores paraguayos del nuevo siglo, Asunción: Rosalba, 345 páginas. Ambos académicos son autores de la selección, la compilación y el texto introductorio que aquí compartimos.

 

* Ilinca Ilian es profesora titular en la Universidad del Oeste de Timisoara y traductora de literatura. Profesora invitada en la Universidad Autónoma de Monterrey (México) y la École de Hautes Études en Sciences Sociales (París). Autora de libros y artículos, centrándose en temas como las novelas de Julio Cortázar, la literatura europea y la recepción de la literatura latinoamericana en Europa Central y Rumania, su país natal, durante la Guerra Fría.

* Giuseppe Gatti Riccardi, italiano, es doctor Europeus en Literatura española e hispanoamericana por la Universidad de Salamanca. Profesor en la Universidad degli Studi Guglielmo Marconi (Roma) y en la Universitatea de Vest de Timişoara (Rumania). Es coeditor de Cuadernos del Hipogrifo, revista digital de literatura hispanoamericana y comparada. Su investigación se centra en la narrativa contemporánea hispanoamericana, con énfasis en Argentina, Chile, Perú y Uruguay. Ha publicado varios estudios sobre exponentes de la literatura sudamericana.

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