Cultura
Hugo Cataldo Barudi: “Mariquita”, kitsch, subversiva y queer
Hugo Cataldo Barudi, “La huerta de Mamá Gothel”, 2023. Instalación © Mónica Matiauda
La exposición Mariquita, de Hugo Cataldo Barudi, en galería Fuga Villa Morra, escudriña el tiempo, la memoria, el dolor y la reparación. Cataldo Barudi se halla embarcado en la exploración de la cotidianidad en sus obras, con un fuerte tinte autobiográfico, ofreciendo otras posibilidades del vivir. Mariquita enfoca episodios de la adolescencia a través del uso de cartas escritas sobre papel impreso con ilustraciones de estilo kaiwaii (ingenuo), e instalaciones de cerámicas de Areguá y del archivo personal. Encontramos la huerta de Gothel macerada en el espejo de Alicia y la luz inclemente de nuestros lares; el vestido de novia y las partidas de buraco. Mediante esta estrategia evoca y nos inmerge en situaciones preñadas de angustia y desafíos concomitantes con la vivencia de situaciones de opresión.
La figura de la mariquita (también conocida como vaquita de San Antonio) que prolifera con frenesí catártico en las cartas, es central en la muestra. La mariquita habita nuestros jardines, por un lado, y por el otro es usada como adjetivo peyorativo designando a un hombre afeminado. En esta exposición, Cataldo Barudi se apropia del insecto y del adjetivo y lo convierte en un talismán que abre las memorias, los tiempos y los dolores.
El artista sueña con ser princesa, pero le dicen que Blancanieves también hace caca. Quiere lucir los vestidos de Alicia y perderse en el hoyo, pero solo atina a decir que es Superman. La omisión férrea de la alteridad reina, el mundo sin salida, siempre ahogados, ahí vive la mariquita. Mariquita explora ese mundo embrutecido y embrutecedor donde un prisionero escribe cartas que nunca serán leídas: una historia sin importancia, de pie de página, mensaje de botella. Guarda la botella porque no hay mar. Se sedimenta la esperanza bajo la dejadez y la pasividad (nada cambia nunca, se dice). Como vivir en eterna siesta. En la cama de la abuela yace la bella durmiente. Espera y no viene nadie. Las mariquitas invisibles se agazapan, porque hay que probar que se es hombre.
Hugo Cataldo Barudi examina sin ambages los desafíos y maniobras destinadas a confrontar las expectativas familiares, reflejo de un cierto orden social y cultural. No menos importante: el despliegue de color y los relatos aludidos reflejan resistencia y fuerza de vida. Así Mariquita sobrevive, vuela. La exposición Mariquita, kitsch, subversiva y queer se caracteriza por su atención minuciosa al detalle, el uso de la voz potente y el guiño melancólico; además de una meticulosa adaptación al espacio y la arquitectura, donde se presentan las obras que la conforman.
Nota de edición: La exposición “Mariquita”, de Hugo Cataldo Barudi, estará habilitada en la galería Fuga Villa Morra (Alfredo Seiferheld 5144 casi Charles de Gaulle) hasta el viernes 28 de julio.
* Sonia Cabrera nació en Paraguay y reside en Londres. Es licenciada en artes visuales por la Camberwell College of Arts (Londres) y magister en Teorías del arte contemporáneo por el Goldsmiths College (Londres), donde también se graduó en Historia del Arte Contemporáneo.
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