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Cultura

Bonpland en Paraguay. Razones de su detención y liberación

EDICIÓN ESPECIAL. Este artículo resume la conferencia presentada este fin de semana en Corrientes (Argentina), durante el encuentro académico realizado en homenaje al sabio francés, quien permanació casi una década en nuestro país, donde vivió confinado por orden de Gaspar Rodríguez de Francia.

Retrato de Aimé Bonpland. Cortesía

Retrato de Aimé Bonpland. Cortesía

El Paraguay en la década de 1820

El Paraguay había iniciado su proceso de independencia  en 1811, cuando un movimiento colocó en el gobierno, junto al gobernador español Bernardo de Velazco, al doctor José Gaspar de Francia y al capitán Juan Valeriano Zeballos. Un mes después, una asamblea conformó una Junta Superior Gubernativa que gobernó en nombre del prisionero rey Fernando VII. Esta Junta cumplió funciones hasta octubre de 1813, cuando un congreso de más de 1.000 diputados proclamó la República del Paraguay y eligió como forma de gobierno el Consulado, ejercido durante un año por Fulgencio Yegros y José Gaspar Rodríguez de Francia.

El Paraguay estaba gobernado por este último, Dictador Supremo de la República, quien ejercía el poder en forma unipersonal desde octubre de 1814 por decisión de un congreso multitudinario. En menos de dos años otro congreso, menos numeroso, decidió el 31 de mayo de 1816 designarlo “ser sin ejemplar” y disponer que él convocase al Congreso cuando así lo requiriese, anulando la disposición de que los congresos debían reunirse anualmente.

Las noticias del exterior eran manejadas con sigilo por el dictador. Una muestra de las informaciones que proveía a los comandantes de las poblaciones fronterizas se dio, por ejemplo, en 1824 cuando compartió noticias de una posible invasión española tras la finalización del trienio liberal. El doctor Francia ordenó al subdelegado de Santiago, al sur del país, que preguntara “reservadamente” a los comerciantes portugueses que llegaban hasta Itapúa sobre “las noticias que hayan de Europa, porque se aguardan grandes novedades sobre las Américas y los portugueses del Janeiro y Montevideo”.

Mapa esférico de la Provincia del Paraguay 1792. Félix de Azara

Mapa esférico de la Provincia del Paraguay 1792. Félix de Azara

El cese de las relaciones con Buenos Aires y las demás provincias del Río de la Plata hizo que el proceso independentista del Paraguay se desarrollase con una peculiaridad, el aislamiento, que cada vez se fue incrementando, más cuando en 1818 se ordenó que ninguna embarcación bajase mucho más de la Villa del Pilar del Ñeembucú, a 250 kilómetros al sur de la capital paraguaya. […] El 23 de noviembre de 1821, el dictador Francia escribió al subdelegado de Santiago, Norberto Ortellado, para ordenarle que “tocante a esos indios resto de artigueños que de la rinconada de San Javier han vuelto a fijar y establecerse con sus familias y chusma en las taperas de San Ygnacio Mini, no deben causar cuidado alguno. Ellos, lo que quisieran, sería que se les dejase seguir allí, haciendo porciones de yerba para auxiliarse de todo y aún enriquecerse con su comercio, pues ya tienen el atrevimiento de regularnos con el producto de lo mismo que es nuestro y que están robando, porque todo eso del otro lado es territorio antiguo de la República”.

En cuanto al doctor Amadeo Bonpland, decía “… El médico francés y herbolario Bonpland que tiene su familia en Buenos Aires, sin duda se ha introducido también allí y mezclado con los indios con pretexto de buscar plantas o yerbas medicinales, tal vez por el principal interés y objeto de procurar hacer fortuna, beneficiando allí yerba y cualquier modo que fuese, tampoco debió introducirse en esos lugares sin obtener antes el permiso de este Gobierno”.

Orden de Captura para Bonpland. ANA, SH Vol. 235. Nro. 2

Orden de Captura para Bonpland. ANA, SH Vol. 235. N.º 2

Luego la larga carta hacía consideraciones sobre las tropas remitidas desde Pilar y otros lugares para realizar el operativo de la captura y sobre el sigilo que se debía mantener. Una vez detenidos los indígenas y Bonpland, con respecto a este último, Francia ordenaba: “Si el francés Bonpland sale con algunas pretensiones o proporciones, usted no debe hacerle caso y decirle solamente que usted ha de cumplir las órdenes de su Gobierno y que él ha hecho muy mal y a todo lo expuesto, introduciéndose sin licencia y además reunido o mezclado con esos indios bandidos que tanto mal y daños han hecho a la República y últimamente tienen la insolencia de querer venir a señorear en nuestro territorio y a hacer aprovechamiento de nuestros yerbales”.

El 1 de marzo de 1822, el dictador le escribe a Ortellado y, entre otras indicaciones le solicita: “Me enviará usted lo embargado al francés, uno de los estuches de medicina, el que parezca mejor, con sus instrumentos correspondientes, la caja de instrumentos para operaciones, la caja lucida para dibujar, el estuche de pistolas con sus instrumentos, pero no las pistolas ni la balera, el instrumento que se dice de cristal, el cajón de libros, el termómetro. Todo lo demás, exceptuando los artículos de Guerra y la clavazón, le volverá usted a entregar para que tenga cómo costear su mantenimiento y se excuse este gasto al pueblo, pero si le parece conveniente reservar algunos artículos más que puedan ser útiles para el servicio del Estado, puede usted también separar y dejarlos”.

Informe sobre lo que lleve Bonpland

“Informe sobre lo que lleve Bonpland”. Cortesía

Unos meses después, Bonpland le escribió a Francia a través de Ortellado. Creemos que esta carta poco se conoce, la hemos  encontrado preparando esta conferencia en el Volumen 235 de la Sección Historia del Archivo Nacional de Asunción. Por su importancia, la transcribo en toda su extensión:

“Señor Subdelegado. D. Amado Bonpland, de Nación Francesa residente en este Pueblo de Santa María por disposición del Exmo Sor Supremo Dictor de la Repúbca del Paraguay ante V. Con el más debido respeto y veneración, parezco y digo; la bondad con la cual se ha dignado tratarme desde mi entrada en la Repca del Paraguay me hace esperar de que se tomara en consideración la súplica que tengo el honor de presentarle: Desearía saber si debo permanecer aquí o si puedo esperar de seguir mis trabajos en esta América del Sur para ofrecerlos un día al Público como ya tengo todos una parte de los que hice en el vasto continente de la América Española desde Lima hasta el Reino de México.

“En el uno o en el otro caso, desearía ir a la ciudad de la Asunmpc  para surtirme de todo lo necesario a un establecimiento útil, aquí, en caso de permanecer, o a mis viajes en el interior de la República. Y también para tomar las disposiciones convenientes para saber de mi familia y de mis intereses en Buenos Aires. En cuyos términos a V. pido y suplico tenga la bondad de tenerme por presentado y en su virtud proveer de uno u otro modo, según llevo solicitado, en cuyo caso recivire gracia y merced de la piedad de Va V. Amado Bonpland”.

Carta de Amado Bonpland. ANA, SH . Vol 235 Nro 11

Carta de Amado Bonpland. ANA, SH . Vol 235 No 11.

A esta carta el dictador Francia respondió: “Devolver este papel a Bonpland, que no se le debió admitir en vista de la manifiesta mala fe con que él procede, desentendiendo de las circunstancias de su culpa, queriendo dar otra idea del caso y su introducción. Él debe considerarse afortunado en no estar en un calabozo con una barra de grillos, pudiendo haber sucedido peor, porque no debe ser considerado un mero prisionero de guerra, sino como un asociado faccionario y fomentador de bandidos y salteadores introducidos a robar y apoderarse de los yerbales de la República, pensando hacer grandes negocios con yerba fiado y atenido en sus confederados los bandidos Ramírez y Aripi, cuya autoridad ha querido cimentar y extender aun en territorio ajeno. Si le han salido errados sus vanos cálculos no debe tener falta de vergüenza o más bien insolencia de querer silenciar y encubrir la maldad de su procedimiento, intentando dar otro aspecto y otra idea del caso con la impertinencia de esos trabajos que ha hecho desde Lima y México. Él bien sabe cómo y a qué se introdujo con los bandidos, ladrones y salteadores a los territorios y yerbales de la República sin licencia de este gobierno”. 23 de agosto de 1823.

En 1824 se hizo presente Ricardo Grandsire, un explorador francés que solicitaba permiso para hacer exploraciones científicas en el Paraguay. En ese sentido, en una carta al mayordomo de Itapúa, Francia hizo varias consideraciones sobre los intereses de los franceses, haciendo alusión a Bonpland y Saguier como agentes o espías. Y con respecto a Grandsire, sostuvo para rechazar su ingreso que “no siendo el Paraguay un país donde haya establecimientos científicos en que se cultiven activamente las ciencias, no se hace creíble que el instituto de sabios de París, sin motivos de otra entidad, deliberase dirigir un enviado atravesando los mares a tan remota región a la distancia de dos mil leguas. En concurso de todos los antecedentes indicados da lugar a sospechar que el enviado, al pretexto de serlo del instituto, puede ser destinado a observaciones, conocimientos o diligencias perjudiciales a la seguridad y tranquilidad de la república…”.

Bonpland, mientras, se dedicó a la producción agropecuaria, así como también a la medicina, convirtiéndose en un referente junto al cual viajaban desde los más recónditos rincones los que buscaban una cura en un país donde escasearon desde siempre los facultativos.

Autorización para la salida de Bonpland. ANA, SH, Vol. 240. Nro. 2

Autorización para la salida de Bonpland. ANA, SH, Vol. 240. No 2.

Bonpland estuvo en el Paraguay hasta fines de 1830, cuando finalmente se le permitió abandonar el país. Dejaría un legado a nivel mundial en los aportes realizados durante sus viajes con Alexander von Humboldt. En esta región, su aporte se dio principalmente en la Provincia de Corrientes, donde dirigió el Museo de Ciencias Naturales, donde acaba de celebrarse un encuentro en su homenaje. Bonpland falleció en Santa Ana, Corrientes, el 11 de mayo de 1858.

 

* Herib Caballero Campos es investigador, doctor en Historia por la Universidad Nacional de Asunción (UNA), máster en Historia del Mundo Hispánico por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Es docente en la UNA y la Universidad Nacional de Canindeyú. Es presidente de la Sociedad Científica del Paraguay.

 

2 Comments

2 Comentarios

  1. SILVIO TOMAS SOSA ALARCON

    20 de marzo de 2023 at 04:51

    No se porque tanto alboroto por un FRANCES, dice entro a robar fiado Yerbas de nuestro Pais, habiendo otras cuestiones mas importante en la HISTORIA de nuestro Pais, solo el grado 33 de la MASONERIA y los masones le interesa este personaje, mas repeto a la historia de PARAGUAY señor CAMPOS.

  2. SILVIO TOMAS SOSA ALARCON

    20 de marzo de 2023 at 05:24

    En guarani para que se entienda ou omonda ñande Yerbal he´ise chupe Dr. FRANCIA nde mondaha etereima ha eju eñembotavy ko´ape nde frances, upea he´e pe kuati´a ñe´e hina Karai Ocampos, imonda la tipo upea he´ise ñandeve DR. FRANCIA, ha ou ña nde mbotavyse oñembo sabio gua´u.

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