El año en el que los mykurẽ fueron “héroes nacionales” contra los alacranes

No olvidemos que este año 2023 tuvo una evidente agenda marcada a causa de los alacranes que van saliendo especialmente en esta época del año en la que aumentan las temperaturas. Con el lamentable deceso de un menor de edad por la picadura de este invertebrado, saltó ante la ciudadanía la importancia que tiene la tan estigmatizada comadreja, zarigüeya o, como lo decimos en guaraní, mykurẽ, que se nutre de todo tipo de alimañas, entre ellas, el temido alacrán.

Desde El Nacional, te recordamos la entrevista que realizamos hace unos meses a la doctora veterinaria Lorena Loiken, conocida en redes sociales como la “Dra. Mykurẽ”, quien desde hace tiempo se dedica al rescate de estas criaturas que cumplen un rol clave en el ecosistema. En una entrevista exclusiva explicó todo lo que se debe saber sobre el tema.

¿Podría hablarnos sobre su historia y cómo inició este trabajo?

No es muy común que la gente tenga admiración hacia estos animalitos, a mí, particularmente, siempre me gustaron los animales silvestres, los monos, el mykurẽ -la zarigüeya-, cuando era chica, como siempre estuve por San Bernardino, donde hay muchos de estos animales, a veces estaban en mi patio y me llamaban mucho la atención, me parecían fascinantes. Como lo más cercano que tenía para admirar era a estos animalitos, siempre estaba pescando, pendiente de uno, de ver cuándo cruza la muralla o de rama en rama.

Una mañana vi uno en la pileta, que por suerte tenía poca agua, entonces estaba adentro, pero no podía salir, yo tenía como 7 años, metí la rama de un árbol y ahí el animal salió corriendo. Ahí yo desesperada porque le quería abrazar, me quedé triste porque no le pude acariciar. Esas cosas me fueron marcando, fui creciendo y de joven continué amante de los silvestres, pero no tuve la oportunidad de estudiar, entonces me tocó estudiar de grande y vi la necesidad que hay de cuidar a estos animales.

Mykurẽ. Foto: Gentileza.

Siempre yo les cuidé, pero eran poquitos, a veces tenía hasta dos o tres bebés que les cuidaba y volvía a liberar. Pero eran pocos hasta que creé las redes sociales, empezó a correr la voz porque siempre me veían con un mykuresito en el bolsillo, entonces llegó eso a una chica de Ypacaraí que tenía seis o siete bebés, me estaba buscando por todos lados hasta que me encontró en Facebook y me trajo a casa, de ahí todos los días me llegaba mínimamente uno por día, hasta 15 por día y me di cuenta la verdadera necesidad de que esto se conozca.

Entonces yo misma empecé a capacitarme más para poder conocer al animal porque en el país no tenemos mucha información. Hice cursos con gente más preparada de México, Colombia y EE. UU., me fueron tirando tips que me sirven muchísimo y hasta modificarlo hasta lo que me puede dar “el cuero” porque la alimentación es muy costosa.

Tengo varios voluntarios, nos llamamos la “Brigada Mykurẽ”, también cuidan bebés en sus casas, los gastos cada uno absorbe, como fármacos y alimentación. Cirugías si necesitan, eso es muy constante porque vienen heridos, absorbe el doctor Scapinni, que es mi guía, mentor y mejor amigo y prácticamente un hermano para mí, que está conmigo en esta lucha.

“La liberación tiene todo un proceso para que el animal pueda vivir en su hábitat”.

Este animal fue muy perseguido por mucho tiempo, ¿le gustaría recordar su importancia para nuestro entorno tanto rural como el urbano?

Este que vemos en nuestros patios es el Didelphis albiventris, ya es filantrópico, quiere decir que ya se acostumbró a vivir con nosotros, tuvieron que adaptarse a alimentarse de nuestros desperdicios urbanos, encuentran comida en los basureros y principalmente se alimentan de insectos, eso es lo que tenemos que viralizar, tenemos que sacarnos el chip de que el mykurẽ solamente vino a este planeta para comer gallinas porque no es así.

Tengo mucha evidencia y comentarios de personas que tienen gallineros y ven al mykurẽ cómo come maíz o la comida que se le deja a la gallina, cualquier cosa, menos a la gallina. Hubo casos que sí, porque son zarigüeyas, algunas son cazadoras y eso se puede identificar desde bebés porque ya tienen un comportamiento de canibalismo con sus hermanitos. En la fase de marsupio, cuando van en la espalda de su mamá, ya le quieren comer a sus hermanos, ese siempre va a ser un cazador, si el humano no hubiera intervenido y dañando la especie, este tipo también hubiera sido importante porque controla la propia especie y a otras especies.

Mykurẽ. Foto: Gentileza.

Es un excelente cazador, come ratas, serpientes peligrosas, entonces tiene algo bueno y algo malo y lo malo es que ese tipo come también gallinas, pero la gente le da más importancia a eso que a lo verdaderamente que tenemos que meter y difundir, que es el que controla la población de alacranes. Busca entre las piedras, entre las maderas, por eso es que a veces le encontramos entre materiales de construcción, ladrillos viejos o las piedras y no piensen que a él le gusta vivir ahí, es porque está encontrando su comida, los alacranes y cucarachas. No tenemos que sacarles de ahí, ellos ya están adaptados a vivir con nosotros, son animales de zonas urbanas y suburbanas. Ellos ya no buscan vivir en el bosque. Tenemos que recordar que en Paraguay tenemos 18 especies de zarigüeyas, tenemos otras que son exclusivamente de bosques. Si está en el árbol no le tenemos que tocar, ellos están cumpliendo una misión.

También es importante no dejar la comida del perro en la noche porque el mykurẽ viene a comer y el can le mata porque la especie no tiene forma de defenderse de un perro.

A veces uno ni sabe que tiene nido de alacranes porque el mykurẽ ya comió.

¿Cuál es el proceso de rescate que llevan a cabo?

Realmente no estamos haciendo rescate porque todo esto sale de nuestros bolsillos, con el Dr. Nelson Scapinni hemos fundado AZAP, para poder trabajar con más fuerza, ahora vamos a ver si podemos lograr darle protección a toda la fauna silvestre y todo el ecosistema. Nunca hemos pedido donación, entonces no nos da el cuero para hacer rescate.

Son ellos los que nos están fumigando la casa a la noche cuando nosotros dormimos, ellos viven con nosotros, no necesitan ir al bosque, la tras locación no es buena.

Por ahora estamos colapsados de bebés, le pido a la gente que encuentra bebés que me pida asesoramiento. Hay gente que por suerte se quiere encargar porque estamos limitados. Solamente los bomberos voluntarios pueden hacer rescates, pero tiene que ser en caso de que realmente se necesite porque no podemos sacarles de su hábitat.

Las personas que deseen conocer más detalles sobre esta iniciativa, pueden hacerlo a través de las redes sociales, con los usuarios @doctoramykure @azap_ong