Adiós al escultor Sebastián Guggiari Banks

Rodeado de su familia falleció esta madrugada el escultor Sebastián Guggiari Banks, conocido entre los amigos como “Chan”. Dedicado en los últimos años a la actividad gastronómica, nunca dejó de producir esculturas y muebles en metal. Al igual que varios de sus hermanos, había adquirido el oficio de su padre, el reconocido escultor Hermann Guggiari.

Apasionado por la naturaleza, fue un gran inventor de espacios arquitectónicos-escultóricos. Su último emprendimiento, Guggiari Pizza & Arte, ofrecía el encanto de un gran tatakua circular, que aunaba lo artístico y lo funcional. Más allá del diseño, sus creaciones utilitarias llevaban la impronta del objeto único, portador de un universo simbólico que él pretendía vincular a tradiciones vernáculas como el ñandutí.

Nacido en Asunción en 1961, creció en ese mundo construido por su padre, pletórico de formas esféricas en medio de un pequeño paraíso tropical, floreciente en los años 80, llamado El bosque de los artistas, enclave poético cada día más asediado por las demandas de una ciudad en crecimiento. Tenía nostalgia de aquel espacio ubicado en España y General Santos (su casa de infancia, su “bosque”), pues intentaba recrear en su último sitio, en Salvador del Mundo, algo de ese lugar donde plantas y piezas de arte llevaban una cohabitación natural.

Una de sus últimas obras fue una gran escultura dedicada a los niños mártires de Acosta Ñu, erigida en el mismo lugar de la batalla. Su partida ha generado consternación en la comunidad cultural. Las manifestaciones en la redes sociales se suceden continuamente, con mensajes de condolencias, sorpresa, agradecimiento y admiración.

Sebastián Guggiari Banks. Monumento a los niños mártires de Acosta Ñu. Cortesía

La Secretaría Nacional de Cultura hizo público un comunicado que dice lo siguiente: “Perteneciente a una verdadera estirpe de artistas, hijo del recordado Hermann Guggiari, escultor por opción indudable que se expresó en un estilo y un brillo propios, cuando todavía podía ofrecer muchas muestras de su talento, ha partido Sebastián Guggiari. Entre sus admiradas obras nos deja monumentos conmovedores, desde aquella titulada con el sugestivo título de Tiempo con la que se dio a conocer, hasta el (monumento) realizado a modo de homenaje a los niños mártires de Acosta Ñu, y el no menos emblemático creado en memoria de Luis Alberto del Paraná. La Secretaría Nacional de Cultura se suma a la consternación de la comunidad artística local, expresando su sentido adiós al artista que ha partido tempranamente, con profunda gratitud por la invalorable obra que nos deja como legado”.

El historiador Luis Verón publicó en su cuenta de Facebook: “Solo rescoldos quedan del fuego de Vulcano. Luego de duro batallar, el martillo, el yunque y el crisol están en reposo. Quedan con nosotros tu siempre sonriente recibimiento, tu jovialidad, tu espíritu emprendedor, los sabores que por medio del fuego supiste ofrendarnos, los recuerdos de las largas conversaciones, de los sueños compartidos y de los anhelos que supiste dar forma de encaje, con la delicadeza del ñandutí, por medio del duro y frío metal. Mi homenaje al artesano en cuyas manos, el duro metal se volvía dúctil poesía y expresión. ¡Salud, Chan querido! ¡Gracias por interpretar mi afán y mis deseos en los memoriales de Kurusu Pa’i y de Fuego y memoria, de San Miguel Misiones! En tu memoria, seguiré levantando los otros proyectos que soñamos.

La periodista Yania Rivarola, por su parte, expresó: “Hoy se opacan los metales. Parte el escultor Sebastián Guggiari. Hasta siempre, Chan. Quedo recordando tu alegría”.

El velatorio se lleva a cabo en el Memorial de Parque Serenidad (Mariscal López 5353) y durará hasta mañana a las 9 horas. El sepelio tendrá lugar en el cementerio de Tuparenda, Itauguá.