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Cultura

Asunción: Rostro antiguo y actual de la Loma Tarumá

Cada 24 de septiembre, Loma Tarumá celebraba con grandes festejos populares el Día de la Virgen de las Mercedes. Esta y otras historias son recogidas por Pedro Gamarra Doldán y María Teresa Pozzoli en un libro de próxima aparición, publicado por Fundación Asunción y AranduBook, con apoyo de FOCMA. Aquí compartimos, como anticipo, fragmentos del epílogo.

Portada del libro de Pedro Gamarra Doldán y María Teresa Pozzoli. Cortesía

Portada del libro de Pedro Gamarra Doldán y María Teresa Pozzoli. Cortesía

Hasta las primeras décadas de este siglo, la Loma Tarumá de Asunción fue protagonista de un hecho de carácter popular que lleno de colorido su época: los festejos profanos de la celebración de la festividad de Nuestra Señora de las Mercedes, muy venerada por la parcialidad negra que residía en el barrio de las Mercedes y a quien los cambá llamaban “La Merced” en su todavía peculiar forma de expresión.

La antigua imagen de la Virgen que hoy se venera en el Oratorio de los Franciscanos, fue dejada por los Mercedarios al cuidado de su “mayordoma” de origen negro. Llegó así a manos de ña Calí, conocida chipera de principios de siglo, natural de Cambá Cocué de Paraguarí, de cuya casa de la calle Iturbe casi Ypané salía en su día, 24 de setiembre, para recibir el homenaje de sus hijos tras regresar de la cárcel donde los reclusos aguardaban “la víspera” en su honor.

Los días previos, durante el novenario, la loma se poblaba del bullicio de la tradicional calesita, y el día especial, desde muy temprano, recibía de la casa de don Tomás las visitas bullangueras de los cambá, quienes siguiendo una vieja costumbre volvían a llevar a los carceleros comida y aloja de la Virgen.

La loma toda se llenaba entonces del sordo tam-tam de sus tambores, y el ritmo del candomblé brotaba mágico y sensual. Junto a las oraciones que, entremezcladas con el trajín del vecindario, formaban un colorido cuadro, una fuerte acuarela popular.

Terminada la procesión, continuaba el festejo de la galopa con la danza colectiva de las galoperas, negras, mestizas y algunas de otra identidad. Quedó solamente ese rincón de recuerdos, de nostalgias, casi de protesta, por el olvido de tantas cosas puras que mi gente dejó de lado, para pagar el precio de lo nuevo, brillante por fuera, vacío por dentro.

[…] cada 24 de setiembre, a media tarde, solo el ulular de una caravana de automóviles, anuncia el paso apresurado de la antigua imagen de La Merced, retornando desde la cárcel.

 

Nota de edición

Pedro Gamarra Doldán y María Teresa Pozzoli, Asunción: Rostro antiguo y actual de Loma Tarumá, Asunción: Fondos Municipales de Asunción-FOCMA/Fundación Asunción/AranduBook.

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