Gabinete de Peña opera sin control, sin sanciones y sin liderazgo, sostienen

Ante los últimos acontecimientos que dejaron en tela de juicio nuevamente la calidad de gestión que se realiza dentro de cada ministerio del Gabinete del presidente de la República, Santiago Peña, empezando por el programa Hambre Cero, liderado por Desarrollo Social, la falsa terapia neonatal sumado a la mala calidad del servicio de salud, entre otras cosas, ha llevado a reflexionar sobre ¿Está el gabinete capacitado para responder a las necesidades del pueblo?

Ante esto, el analista político Benjamín Fernández Bogado, en una entrevista exclusiva con el diario El Nacional, realizó una dura evaluación del gabinete en lo que respecta a su desempeño, señalando, principalmente, la falta de liderazgo, dirección y control por parte de Peña en el equipo de ministros.

Según Fernández Bogado, la administración de los ministerios se ha visto afectada por la desconexión del mandatario con la agenda nacional, ante tantos viajes al exterior, el fracaso en atraer inversiones, su fallida influencia para lograr la secretaria General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y su debilitada autoridad dentro del Ejecutivo.

Incluso recordó que su gabinete Civil opera sin control ni sanciones, y la ausencia de un jefe de gabinete civil desde la salida de Lea Giménez deja toda la presión sobre él, sin ministros que actúen como contención.

“Ahora vemos que el gabinete no tiene control, no teme las sanciones de su jefe, no tiene un jefe de gabinete desde la salida de Lea Giménez y toda la tensión del país recae por completo sobre él sin que sus fusibles (los ministros) salten para protegerlo”, reflexionó en primer lugar.

Además, sugiere que dentro del propio entorno cercano al presidente, en este caso, desde “el quincho”, hay personas que conspiran en su contra, principalmente, el senador Gustavo Leite, quien critica abiertamente la gestión sin recibir respuesta o desmentidos por parte del mandatario, implicando una falta de control o liderazgo sobre su equipo y aliados.

“Es un gabinete parchado donde hay ministros cuyo único mérito es dejar su curul convertirse en ministro para que el suplente suba a ser senador”, lamentó.

Debilidades: sin rumbo ni hoja de ruta

También el analista refleja una crisis de liderazgo y gestión dentro del gabinete de Santiago Peña, algo que se demostró días atrás. “No tienen rumbo, no hay hoja de ruta y la reunión de la semana con Peña acabó con el presidente rogándoles a que sean mejores. No echó a nadie mientras por la incompetencia de la ministra de salud, de obras, el de educación o acción social piden a gritos que sean cambiados”, alertó.

Asimismo, teme que la acumulación de errores y la falta de respuestas concretas podrían traducirse en un repudio social creciente, con potencial de convertirse en una crisis política más profunda.

Fernández Bogado advirtió que los errores están generando el repudio ciudadano que puede explotar en cualquier momento.

Fortalezas: sobrevivir

El experto muestra que una de sus principales fortalezas de este gabinete es la de haber “sobrevivido más tiempo de lo que se podría uno imaginar”.

“Cada uno anda por su cabeza y en los negocios del poder a los que tienen acceso. Nadie teme a Peña porque saben que no manda y que no quiere tampoco mandar. Reducido los viajes a la nada, su tarea de presidente pierde cualquier predicamento y sentido”, reflexionó.

Con la anticipación del período electoral, advierte que Peña podría perder aún más relevancia política, convirtiéndose en un “pato paralítico” antes de cumplir dos años de mandato, lo que reflejaría una gestión debilitada y sin influencia.

“Se viene el periodo electoral desatado muy temprano y puede acabar siendo un pato paralítico (lame duck) antes de los dos años de mandato, lo que sería todo un récord”, concluyó.