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Falencias en Hambre Cero

El ambicioso programa Hambre Cero, promocionado como la gran apuesta del gobierno de Santiago Peña, arrancó con una realidad que desmiente el discurso oficial: en cientos de escuelas el almuerzo nunca llegó, la merienda fue una burla y los niños de centros inclusivos fueron simplemente excluidos.

Promesas rotas y platos vacíos

Durante el acto oficial del primer día de clases en el Colegio Técnico Nacional (CTN), el presidente Santiago Peña se jactó de su iniciativa y aseguró que “todos los niños hoy están yendo a la escuela, tomando un vaso de leche” y que en breve almorzarían. Pero a pocos kilómetros de allí, la realidad era completamente distinta.

Mientras Peña celebraba, en varias instituciones los niños no recibieron ni un plato de comida. En Ayolas, Misiones, Caazapá, Caaguazú y Asunción, escuelas especiales denunciaron que sus alumnos fueron excluidos del programa. Niños con necesidades especiales quedaron fuera del derecho a la alimentación porque, según el MEC, sus instituciones no están dentro de la oferta educativa formal.

Merienda escolar, burla en Itapúa

En Cambyretá, la situación rozó lo absurdo. Los alumnos recibieron apenas dos chipitas o un solo palito de pan en un envase “sellado” como parte de la merienda escolar. “¡Dos miserables chipitas para alimentar a un niño en clase!”, exclamó una madre en redes sociales.

Los paquetes, con el sello de la empresa Villa Madrid S.A., propiedad de la familia del diputado Pedro Gómez Silva (PLRA), llegaron con faltantes en el 50% de los casos. Un verdadero escándalo que pone en la mira a los responsables del contrato y evidencia la improvisación con la que se está manejando este programa.

Almuerzo escolar: Ni cocinas, ni comida

Más allá de la exclusión de cientos de niños de educación inclusiva y la burla de la merienda escolar, el almuerzo prometido tampoco llegó a muchas instituciones. Según el propio Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), solo el 60% de las escuelas tienen comedores y cocinas, lo que significa que miles de niños tienen que almorzar en corredores, aulas o simplemente no reciben comida.

La improvisación y desidia son tales que, recién tras el inicio de clases, el MEC se planteó “revisar” la exclusión de los alumnos de educación especial del programa. ¿Qué clase de planificación es esta? ¿Dónde está el presupuesto millonario destinado a Hambre Cero?

Llamado urgente

Lo que debía ser un programa para erradicar el hambre en las escuelas, hoy es un escándalo de exclusión, malversación y negligencia. No solo faltó comida en muchas escuelas, sino que donde sí llegó, lo hizo en condiciones indignantes.

Los niños paraguayos no pueden seguir siendo las víctimas del desastre administrativo. Urge que el Gobierno y el MEC den respuestas inmediatas y corrijan las graves falencias de Hambre Cero antes de que más estudiantes sigan pasando hambre en las aulas.

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