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Política

Arévalo también pide permiso en Diputados y busca zafar de expulsión

Diputado Orlando Arévalo. Foto: Gentileza.

Diputado Orlando Arévalo. Foto: Gentileza.

El diputado colorado Orlando Arévalo, fuertemente cuestionado tras su implicancia en el escándalo de corrupción y tráfico de influencias revelado por los #ChatsDeLaMafia, ha presentado un pedido de permiso en la Cámara de Diputados, en una clara maniobra para ganar tiempo y calmar la presión pública. Esta solicitud se suma a la ya presentada en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), donde también pidió apartarse temporalmente, sin llegar a renunciar.

Arévalo, acusado de haber negociado favores judiciales a cambio de dinero junto con el fallecido diputado Eulalio “Lalo” Gómez, enfrenta una creciente demanda de su renuncia definitiva al Congreso. Tanto legisladores de la oposición como organizaciones de la sociedad civil han señalado que su estrategia de solicitar permisos es solo una forma de evitar el proceso de pérdida de investidura y seguir operando políticamente desde las sombras.

En su comunicado, el diputado colorado justificó su pedido de permiso bajo el argumento de que es la mejor decisión para preservar la transparencia y la institucionalidad, aunque no hizo mención alguna sobre las denuncias en su contra ni sobre la evidencia que lo vincula con el esquema de corrupción judicial.

A pesar de su intento por mantenerse dentro del Congreso, la presión sigue en aumento. Senadores de la oposición han solicitado que la Cámara de Diputados convoque una sesión extraordinaria para tratar la pérdida de investidura de Arévalo, argumentando que su permanencia en el cargo es insostenible y un golpe a la ya deteriorada credibilidad del Parlamento.

Mientras tanto, la ciudadanía sigue exigiendo que el caso no quede en la impunidad. La filtración de los chats ha expuesto la podredumbre del sistema de justicia y la facilidad con la que jueces y fiscales pueden ser manipulados por intereses políticos. Para muchos, la salida de Arévalo no solo es necesaria, sino que debe ser el primer paso en una purga mayor dentro del Congreso y el Poder Judicial.

El desenlace de este caso será una prueba clave para el sistema político paraguayo. Si el diputado Arévalo logra mantenerse en el cargo a pesar de las evidencias en su contra, se confirmará una vez más que la impunidad sigue siendo la norma en la clase política del país.

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