Profesionalización en la función pública nunca se concretó, afirma exministra

Lilian Soto, exministra de la Función Pública, afirmó que la posibilidad de tener una reglamentación única para todos los que ingresen a la Función Pública y la creación de una carrera con salarios acordes y concursos para el ingreso nunca se concretó.  Mencionó que se dieron los concursos durante la administración de gobiernos liderados por la ANR.

“Nunca, jamás en la administración pública, se aplicaron los mecanismos de concurso público de oposición durante todo el tiempo en el que el Partido Colorado estuvo llevando adelante todo lo que hace a la Administración Pública”, sostuvo.

Soto relató que ley que se estableció alrededor de los años 2000 y que fue una de las que varios organismos atacaron como inconstitucional. Con esa ley tenían la posibilidad desde un organismo rector, como la Secretaría de la Función Pública, que de ese entonces eran dependientes exclusivamente de la presidencia de la república, pudiera dar las directivas al respecto y pudiera llevar a delante un proceso, agregó.

Así también sostuvo que desde ese instante se empezaron a construir los instrumentos, en el 2008, para la ejecución de la ley que se realizaba gradualmente con todo lo que implicaba los procesos de negociación correspondiente sobre las diversas entidades públicas desde el momento en que no existía la posibilidad porque era difícil en un momento determinado sacar a todas las personas que no ingresaron por concurso.

En el golpe realizado en el 2012, alega que utilizaron como excusa la existencia de una ley que tenía ataques de inconstitucionalidad para no implementar “nada” y que con el tiempo se fue minimizando el rol de una institución que era clave para eso, explica que el día de hoy tenemos la existencia de la Secretaría de la Función Pública, que es dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas.

Soto mencionó que cuando hay una dependencia ya está rota,  en su opinión, el proceso de profesionalización, porque cuando no hay la posibilidad de una rectoría con directivas claras y se depende de un ministerio que tiene otro tipo de funciones ya no se posee las posibilidades de un proceso de estas características.