Innecesaria tensión diplomática con Estados Unidos

El canciller nacional Rubén Ramírez Lezcano estuvo este jueves en el ojo de la tormenta tras convocar a una reunión al embajador estadounidense Marc Ostfield tras la sanción a la empresa de Horacio Cartes y luego solicitar formalmente, como gobierno, la aceleración del cambio del alto diplomático, quien está cerca de finalizar su misión. A criterio de opositores, el gobierno está sometido al poder fáctico de Cartes y crea una tensión innecesaria con los Estados Unidos.

La Cancillería Nacional, en representación del Gobierno paraguayo, señaló en un comunicado su “desagrado” por la “mediatización y politización de las sanciones administrativas” impuestas por los Estados Unidos, y que fueran dadas a conocer días atrás por el embajador en Paraguay, Marc Ostfield.

El canciller Rubén Ramírez dio lectura al comunicado este jueves en horas de la tarde, tras haber convocado a una audiencia a Ostfield. En el mismo, el Gobierno paraguayo «no hace juicio de valor sobre el uso de herramientas administrativas que se enmarcan en la legislación americana. Sin embargo, sí tenemos una posición respecto de la forma en que fueron comunicadas estas medidas administrativas» por parte del embajador Ostfield.

Dada esta “mediatización y politización” de las sanciones, el Gobierno paraguayo solicita a los Estados Unidos acelerar el proceso de salida del embajador Ostfield “y evitar que la pérdida de confianza hacia una persona dañe la relación que mantenemos históricamente”, señaló el canciller.

Ramírez recordó que Paraguay y Estados gozan de una excelente relación y son aliados estratégicos en temas regionales y globales relacionados con defensa, seguridad, lucha contra la corrupción, comercio e inversiones.

El diputado Raúl Benítez fue uno de los primeros en manifestar su indignación. Señaló que el gobierno de Santiago Peña está más preocupado por “los problemas de su patrón” que por las graves falencias que afectan al país. “Estamos en la joda total”, exclamó.

Se refirió además a la crisis en el sistema de salud, la situación crítica del Instituto de Previsión Social (IPS) y el estado calamitoso del transporte público y la educación, como problemas reales del país en que se deben preocupar los políticos.

En la misma línea, el senador Eduardo Nakayama calificó de “vergonzosa” la sumisión del gobierno al poder fáctico de Horacio Cartes. “La política exterior de nuestro país ha preferido adecuarse a los intereses de HC, antes que alinearse a los superiores intereses nacionales”, lamentó. El político describió esta situación como un “triste e innecesario retroceso” en materia diplomática.