Lo que Silvio Ovelar deja a su paso tras este segundo periodo como titular del Congreso

El senador colorado Silvio “Beto” Ovelar, conocido como “Trato Apu’a”, como presidente del Congreso ha dejado mucho a su paso, cerrando su administración con “broche de oro”, inaugurando quincho con asado para sus colegas, remodelaciones que han costado G. 1.200 millones y aumentos salariales a varios funcionarios, seguramente con la intención de que no se “olviden de su buena administración”.

Ovelar fue el senador más votado en las elecciones generales pasadas y esto lo posicionó para que en este periodo nuevo legislativo sus colegas lo reeligieran como presidente del Congreso, esta vez, para el periodo 2023-2024.

Para este nuevo periodo 2024-2025, el Congreso pasará a estar en manos del senador Basilio “Bachi” Núñez, quien asume este lunes, 1 de julio.

Ovelar, a lo largo de este año de presidir el Congreso, no ha dejado de ser tapa o noticia de algún medio por sus grandes “gestiones” dentro del Poder Legislativo, que citamos más abajo algunas de las más cuestionadas.

Colegio “top” de su hijo

El titular del Senado se ganó el repudio de la gente al argumentar que la buena formación de su hijo en un “colegio top” lo pone en ventaja frente a otros jóvenes del interior o escuelas públicas. Sus declaraciones se dieron en torno a la contratación de su hijo Alejandro de Jesús Ovelar Ayala como asistente en la Cámara de Diputados, con un salario de G. 3.300.000.

“Los chicos como Ale, mi hijo, lógicamente van a tener un desempeño brillante al haber cursado en un colegio top, comparando con los chicos que vienen del interior. Tuvo la suerte que otros no tuvieron”, fue la frase que desató la polémica.

El presidente del Congreso defendió la contratación de los “nepobabies” en el Poder Legislativo, una noticia que ha generado también repudio ciudadano por los privilegios a jóvenes que apenas terminaron el colegio, pero con la venia de los políticos logran obtener altos salarios.

Aumento salarial

También recordamos el controversial pedido de aumento salarial de G. 5.000.000 más para los legisladores, con la excusa de que con la pandemia Covid-19, se les había reducido el combustible y muchos legisladores, principalmente del interior, le generaba muchos gastos, sin contar que el salario de un senador es de G. 32.774.840.

Una intención que lo dejó en aprieto por ser el presidente del Congreso ante la ciudadanía y que finalmente reconoció que fue un pedido de los legisladores de la Cámara de Diputados, pero esto tras la revelación del presidente Santiago Peña, quien dijo que se trató de una especie de “extorsión” por parte de los legisladores a cambio de aprobar sin modificaciones el Presupuesto General de la Nación (PGN) 2024.

Finalmente, por la presión ciudadana, se tuvo que dejar de lado esta intención, ocasionando que varios senadores retrocedan en su intención.

“El platillo volador ya no da más”

Otros de los temas que generó repudio ciudadano fue la intención de ampliar el edificio del Congreso Nacional con más oficinas para los funcionarios legislativos, con la excusa de que el “platillo volador ya no da más” por la superpoblación de funcionarios que tiene el estamento legislativo.

La intención fue de invertir más de G. 5 mil millones, incluso había firmado la resolución y autorizado la adjudicación a tres empresas proveedoras, sin pensar descontratar funcionarios o suprimir Comisiones.

Ante la presión ciudadana tuvo que desistir de la construcción que iba a representar un gasto de G. 3.600 millones, pero no de algunas remodelaciones. Por ejemplo: para el servicio de mantenimiento, ceremonial, confección de placas y estuches, adquisición de utensilios de cocina y comedor, entre otros, por G. 1.400 millones.

Sin embargo, tampoco fue impedimento para la creación de más oficinas para Comisiones Asesoras o la adquisición de nuevos sillones y equipos informáticos.

“Sillones de lujos y computadoras de oro”

Siguiendo con los lujos y comodidades, hay que mencionar que con la administración de Ovelar se concretó el cambio de los sillones de los legisladores y la compra millonaria de nuevas computadoras que generaron realmente repudio a la ciudadanía por el alto costo que significó, de G. 15 millones cada una.

De acuerdo con los datos publicados en la página de la Dirección de Contrataciones Públicas, la adquisición de equipos informáticos, superó los G. 1.667 millones y todo esto a pesar de que algunos legisladores asegurarán que ya contaban con nuevos equipos informáticos.

Mientras que los sillones viejos fueron “rematados”, días atrás.

“Nuevo quincho, aumentos y ratas”

Esta última semana, Ovelar, cerró con broche de oro su gestión como titular del Congreso y se despidió del cargo ofreciendo un asado a sus colegas y de paso inaugurar el denominado “quincho de oro” que costó G. 700 millones, además del reacondicionamiento de dos casetas policiales que totalizaron G. 400 millones, un gasto total de G. 1.200 millones, todo con el objetivo de buscar “comodidad” para los legisladores.

Además, a pedido de varios de sus colegas, se polarizó el área de fumadores, ubicada dentro de la sala de sesiones.

También esta semana terminó admitiendo el nombramiento de aproximadamente 30 funcionarios contratados, con la argumentación de la desprecarización, y que incluso hubo aumentos salariales. Supuestamente, la mayoría de funcionarios son integrante de la Orquesta Sinfónica del Congreso.

En el día de la inauguración de estas millonarias remodelaciones en el Congreso, se registraron la visita vip de algunas ratas en el cuarto piso del Senado mientras se desarrollaba la sesión ordinaria. Ovelar reconoció que el edificio debe ser fumigado y lo utilizó como broma diciendo que “hasta en la plenaria hay ratas”.

Aún no se convirtió “en un rico poderoso”

Atendiendo a que, tras su salida como presidente del Congreso, Ovelar debe presentar su rendición de cuentas ante la ciudadanía, adelantó esta semana que su patrimonio no ha sufrido grandes cambios y que aún no se ha convertido “en un rico poderoso”. Comentó que su patrimonio asciende hasta los G. 7.400 millones, pero adeuda en diferentes entidades la suma de G. 3.650 millones.