Alejandra Peralta: “La corrupción no es considerada como un hecho repudiable para el país”

POR Martín Ramírez Machuca

Dr. en Lingüística, Lenguas, Filosofía, Educación y Didáctica. Universidad de Kiel, Alemania.

Se acerca la fecha clave para las elecciones generales y la temperatura sube en las carpas de los diferentes movimientos y partidos que pugnan para llegar al codiciado sillón presidencial. La temperatura se agrava con las declaraciones de los EE. UU. a través de su embajada en el país. Estas declaraciones se volvieron recurrentes y la ciudadanía ya asocia el viernes con alguna noticia fresca desde la embajada.

La coyuntura política del país actualmente es complicada y compleja, pues es la primera vez que se da que un expresidente haya estado ligado y visibilizado con los hilos del poder después de fenecido su mandato. Este hecho habría ralentizado, en cierta manera, el normal desenvolvimiento del país en este último periodo gubernamental.

En la línea de tratar de comprender y poder realizar una lectura racional de los acontecimientos políticos actuales, conviene recurrir a expertos que  nos puedan echar una mano para ver la luz al final del túnel.

El Nacional se ha contactado con la Dra. Alejandra Peralta Merlo, quien con mucho gusto ha accedido a la siguiente nota. La entrevistada se identifica como librepensadora, es doctora en Derecho, es además, magíster y catedrática en derechos humanos.

Según su perfil, usted se define como libre pensadora. En términos sencillos, ¿qué implica eso?

Un librepensador es una persona que aplica únicamente la razón para la toma de decisiones, para formarse una idea o para expresarlas. No se apega a dogmas o imposiciones que no pasen por un razonamiento científico. Eso se debe a que mi formación en derechos humanos me exige pasar, como decía el filósofo Kant, por el filtro de la dignidad. La dignidad humana no se pierde ni se gana, mucho menos por creencias religiosas, ideologías políticas, costumbres sociales, etc. Y en esa lógica, los derechos deben ser respetados para todas y todos por igual, sin discriminación.

Estamos prácticamente a un mes de las elecciones generales, ¿cómo mediría la temperatura actual de la política del país?

Lastimosamente los candidatos se han negado a realizar un debate, esto es fundamental para la formación de la opinión pública y la toma de decisiones. El interés público debe ser doblemente protegido en contextos electorales; sin embargo nos encontramos ante candidatos que no desean bajar su popularidad tras un debate público, pretendiendo que se vote por una promesa electoral, un color o una campaña de marketing.

¿Debe el elector atenerse al consabido bipartidismo, y dentro de ese espectro, elegir al mal menor?

Por supuesto que no. La libertad de eligir consiste en elegir entre todos los candidatos. La mano del marketing hace que se influya en el elector con tendencias publicadas de antemano, pero no por eso uno debe pensar que su voto no servirá para cambiar la tendencia. Todo voto vale, es un derecho humano y a la vez un deber como ciudadanos, es la oportunidad que tenemos todas y todos de hablar, a través del voto, y decir lo que queremos y lo que ya no queremos para los próximos 5 años.

Hace unos días, la sociedad ha vivenciado un bochornoso suceso que involucró al abogado Jorge Bogarín, desvinculado del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), ¿cómo puede leer esta manifestación de sus adherentes?

Las manifestaciones de apoyo o de repudio son expresiones de la libertad de expresión, y muchas veces podemos estar en desacuerdo, pero no podemos acallar las voces. El hecho de ser declarado no elegible para ingresar a un país por participación en actos de corrupción debe ser analizado de la siguiente manera: para el país que lo declara, está en su derecho soberano de decidir quién entra y quién no, por supuesto nunca tomando como criterio factores discriminativos, fuera de eso, puede basarse en criterios que sirvan para proteger su seguridad nacional o la salud pública.

Esta inusual manifestación de solidaridad ha desatado varias opiniones en las redes sociales, hasta tal punto que algunos profesionales del Derecho insinuaron que la carrera debe ser mejor organizada, ¿qué reflexión te merece esta idea?

Lastimosamente Paraguay ocupa los niveles más bajos en cuanto a transparencia y anticorrupción, es decir, es considerado como uno de los países mas corruptos. Entonces la corrupción no es considerada como un hecho repudiable para el país, sino como eje cotidiano del quehacer de la sociedad. Desde copiar en un examen, no formar la fila porque se asume que se va a encontrar a algún amigo que agilice una gestión, pagar coimas para algún trámite, pedir algún favor a un conocido para gestionar más rápido un documento, usar vehículos del Estado para hacer gestiones particulares, etc. Sin darnos cuenta, todos esos son actos de corrupción, entonces uno se forma la creencia del “vivo vive del zonzo” y eso va corrompiendo lentamente a la sociedad al punto de perder la capacidad de asombro. Es decir, la corrupción se combate con educación y hoy en día hemos perdido la capacidad de asombro, y eso es grave.

Como experta en derechos humanos y con vasta experiencia, ¿cómo estamos en ese sensible campo en el Paraguay?

Los derechos humanos en Paraguay están en terapia intensiva, el último informe de Amnistía Internacional da cuenta de que seguimos con los mismos errores año tras año. Las últimas sentencias de la Corte Interamericana nos marcan cuáles son los derechos que comúnmente son vulnerados en Paraguay: la libertad de expresión, el acceso a una justicia imparcial, las garantías del debido proceso, etc. También el marcado aumento de violencia de género nos muestra que debemos poner como prioridad en la agenda gubernamental la prevención de la violencia hacia mujeres y niñas, la atención a la salud mental en los casos de violencia familiar también deben centrarse en el victimario ya que corroe la base de la sociedad que es el núcleo familiar, y tras un feminicidio tenemos hijos huérfanos y con cada padre tras las rejas tenemos niños sin padres, entonces debemos necesariamente abocarnos a la prevención de estos hechos y a la salud mental. Luego los casos de abusos sexuales en niñas y niños, tenemos una población absolutamente desprotegida por el Estado, no contamos con sistemas de detección precoz y los que teníamos como manuales de uso en las escuelas han sido dejados en desuso por la influencia de grupos que priorizan el populismo para captar votos antes que el bienestar de los niños. Por último, la marcada discriminación que existe hacia las personas LGTBI por considerarlas menos dignas que el resto de la población da muestra de lo atrasados que estamos en cuanto al reconocimeinto de la dignidad humana como eje transversal para la toma de decisiones.

Vinculando el tema derechos humanos con la libertad de expresión, ¿pueden los paraguayos actualmente expresarse sin tapujos y sin miedo a represalias?

De hecho con los gobiernos democráticos la libertad de expresión encuentra su campo de acción, también el auge de internet permite la difusión de ideas y pensamientos sin fronteras y en tiempo real, una mayor participación de jóvenes en la formación de opinión, sin embargo, el uso del derecho penal para castigar expresiones que tengan que ver con el debate sobre información de interés público o que se refiera a funcionarios públicos o candidatos electorales constituye una forma de censura indirecta, entonces lo que debemos hacer es capacitar a los jueces y que estos sean lo suficientemente independientes para no admitir el uso del derecho penal en este tipo de deliberaciones, más aun cuando refieran a hechos de corrupción, abusos de poder o violaciones de derechos humanos.

En la terna para ocupar un cargo en la CSJ estaba una mujer profesional abogada, por exigencias de sus colegas femeninas, ¿cuál es tu mirada sobre esta coyuntura?

Bueno, de hecho la mujer que conformaba la terna no ha sido electa, sin embargo, es muy valioso que hayan conformado la terna con una mujer. La mujer debe necesariamente ocupar cargos de decisión si posee la capacidad para hacerlo. Allí surge la confusión de la meritocracia, lógicamente partimos de la base que las mujeres que concursen deben reunir los requisitos de idoneidad, sin embargo, deben ser consideradas, tenidas en cuenta, y no solamente un “relleno” ya que históricamente han sido segregadas de altos cargos y paulatinamente van ocupándolos.

Como docente universitaria, ¿qué le recomienda a ese joven estudiante de último año de la carrera de Derecho?

Que luche por la justicia. Por ese Estado Social de Derecho que consagra la Constitución, sea desde el puesto que le toque, como abogado litigante, como juez, como fiscal, como defensor. Eligió ser abogado y representar a otra persona para la defensa no solo de sus derechos, sino de la justicia.

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