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“Necesitamos una Justicia transparente y una ciudadanía contralora”

Sede del Poder Judicial. Gentileza

Sede del Poder Judicial. Gentileza

El país se encuentra en un proceso de cambios de responsables en instituciones cuya gestión tiene relevancia directa en la situación del bienestar de la población paraguaya. Un nuevo fiscal general, un nuevo ministro de la Corte Suprema de Justicia próximo a conocerse y nuevas autoridades nacionales que serán electas en abril, forman parte de un proceso de renovación que vuelve a despertar la esperanza de la ciudadanía para tener un Estado de derecho de cumplimiento pleno. En ese sentido, surge la interrogativa: ¿Cuáles son los desafíos que deben enfrentar los nuevos perfiles?

A criterio del analista político e investigador Leonardo Gómez, los actores de la justicia mantienen una deuda importante con la población en cuanto a la gestión del sistema penal. De hecho, segun el World Justice Project (WJP), Paraguay está entre los tres peores sistemas judiciales del mundo y resulta el cuarto peor en materia penitenciaria.

“Tenemos una seria crisis que arranca desde el Ministerio Público, que tiene la responsabilidad de perseguir delitos penales y establecer cierto precedente institucional. Lo que pasó últimamente es la perversión de la estructura interna por la cooptación partidaria evidenciada en investigaciones del propio funcionamiento fiscal, el oscurantismo en la gestión y el retardo de impulsar las causas abiertas, sumado eso a la negligente gestión que se da dentro de los propios juzgados por la corrupción reinante en el Poder Judicial, a consecuencia del partidismo. Todos esos factores llevaron a concretarse la situación actual”, describió el experto, en entrevista con El Nacional.

¿Cuál es el desafío que tienen las nuevas autoridades?

Gómez señaló que las nuevas autoridades poseen un titánico e inmenso desafío. En el caso del nuevo fiscal general del Estado, Emiliano Rolón, es el de avanzar hacia una gestión basada en indicadores públicos y de control ciudadano. “No podemos poner más la justicia en manos de una auditoría meramente técnica y constante, o meramente a merced de un discurso político de percepción de justicia. Sabemos que la justicia está mal, pero tenemos que exigir que existan indicadores públicos de gestión que evidencien cuando las cosas no funcionen y establecer compromisos políticos detrás de las sanciones”, afirmó.

El analista acotó que no debemos olvidar que Sandra Quiñónez se mantuvo en la Fiscalía General por un mero compromiso y apoyo militante-político del movimiento Honor Colorado de la ANR, lo que -a su criterio- fue pervirtiendo su gestión de los últimos años. “Debemos despartidizar la justicia, establecer política judicial y penal basada en indicadores y en derechos humanos. Una justicia que rinda cuentas, por ejemplo, no excusarse si no hay investigaciones sin avanzar hace años. Hay casos simbólicos que esperan respuesta como el de metrobús, los casos de Cartes y Velázquez, licitaciones en pandemia que nunca tuvieron respuesta sólida desde la Fiscalía, que fueron degradando la confianza institucional”, aseveró.

En ese sentido, consideró también importante recuperar esa confianza, reconociendo que resulta un desafío muy complejo, pero señalando que resulta la única manera en que se dé esa reconciliación con la ciudadanía. “Debe ser mediante resultados comprobados y compromisos asumidos en los primeros cien días de gestión, rotaciones en las cabezas de las unidades especializadas y, por sobre todo, que la gestión sea transparente”, opinó.

Objetivo para el manejo judicial

Con relación al manejo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Gómez mencionó que existe una presión importante del impacto político que se podría tener sobre la definición de la vacante de ministro. “Hay una presión grande en la ANR para que responda el candidato a una vinculación partidaria. Es vox pópuli dentro de las conversaciones políticas y diálogos propios que se generan en el Consejo de la Magistratura, que llevó a que se gesten denuncias y vicios en el proceso de selección”, dijo.

Agregó que tras la vergonzosa salida de Antonio Fretes, exministro que se fue con total impunidad, se aguarda que la elección de un nuevo miembro de la máxima instancia judicial no sea más parte de un botín político. “Debe responder a los desafíos de una justicia basada en indicadores a superar, se necesita una persona proba, que tenga formación y responda a un compromiso ético, que no esté vinculado a actos de corrupción o negligencias dentro de su labor judicial. Ese debe ser un mensaje a emitirse desde el punto cero, podemos presumir que se acuerden votos para uno u otro candidato, pero debemos hacer que esas personas tengan respaldo y auditoría pública para que la gente deposite también su voto de confianza, para exponerse a los cuestionamientos de la opinión pública sobre los temas sensibles”, consideró.

En esta parte de la entrevista, Gómez recordó que recientemente se vio una elección de la presidencia de la Corte que se dio casi por una parálisis de voto cuando se terminó definiendo la vicepresidencia donde la persona electa no tenía la voluntad de ocupar el cargo. “Hay una tensión en la gestión del Poder Judicial y esperamos que con la elección de un nuevo ministro, esa tensión se descomprima para que los esfuerzos sean mancomunados en la gestión. Esto para avanzar hacia una justicia que no responda más a la política partidaria, reparto de cargos y presiones externas que obligan a separarse del criterio de imparcialidad que demanda la ley”, sentenció.

No se debe perder la esperanza

En la parte final de la entrevista, el analista político coincidió en que la ciudadanía no debe perder la esperanza de un mejoramiento en todos los indicadores que hacen al sistema judicial, que finalmente tienen repercusión directa en su bienestar como población. “Ya perdimos mucho en este tiempo pero no nos queda más que confiar, pero no mediante un voto ciego, sino mediante una confianza comprometida. Debe haber un compromiso constante en el sentido de controlar las gestiones y exigir que existan planes de ejecución, para no dejar que los problemas queden a la deriva”, agregó.

Apuntó además que cuando se observa el silencio de las autoridades en cuanto a casos no resueltos, deriva en que la ciudadanía se canse de seguir reclamando. En ese sentido, instó a no cansarnos en exigir justicia y reiteró que resulta fundamental no perder la esperanza. “Porque estamos hablando de que se están dando cambios importantes por los nuevos perfiles que están llegando al Poder Judicial. Es momento de decir basta y poner un punto final a los problemas, abrir una nueva hoja de ruta con indicadores y compromisos firmes”, concluyó.

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