Soledad Núñez: “No hay voluntad política, solo están concentrados en ganar elecciones”

Soledad Núñez fue ministra de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (SENAVITAT) -ahora Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH)- del 2014 al 2018, donde tuvo un destacado protagonismo al haber sido una de las pocas mujeres jóvenes en estar al frente de una secretaría de Estado, enmarcada en dar soluciones a cuestiones sociales. Recientemente, la exfuncionaria del Estado llamó nuevamente la atención luego de supuestos rumores de que sería candidata a la presidencia de la República por la concertación.

Al respecto, en una entrevista para BM Online, conducido por Bruno Masi, Núñez habló de que, si bien su candidatura aún no es oficial, su intención de involucrarse directamente en la política pasa por entender que “si no ocupamos espacios de decisiones, los cambios van a hacer muy lentos”. “Yo todavía no confirmé una candidatura. Creo que la gente me apoya”, sostuvo.

“Miro la política y veo que no hay una especie de construcción de una narrativa distinta. Veo un modelo que se está agotando y no veo liderazgo sólido para proponer esta nueva forma de hacer política, entonces eso me genera como un llamado”, agregó Núñez.

“No hay voluntad política porque se está concentrado solamente en ganar elecciones. Nuestros políticos ganan elecciones y al día siguiente ya piensan en la siguiente elección. No le veo al presidente sentándose con el sector de saneamiento, con el sector de infraestructura, etc.”, expresó.

Respecto a las convencionales del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), de las cuales participó, y en donde se aprobó por mayoría autorizar al Directorio partidario concretar acuerdos electorales por la vía de la concertación con partidos y movimientos de la oposición para la chapa presidencial, Núñez destacó que se hayan tocados temas trascendentales para la democracia y la participación política, sobre todo de las mujeres. Sostuvo que la concertación es un desafío de la historia democrática “porque nunca se hizo para definir una chapa para la presidencia”.

“Era importante el debate en torno a la posibilidad de construcción de una concertación real. A mí me gustaría que se llegue a ese punto. Yo creo que las Alianzas a nivel de cúpulas terminan siendo más frágiles y por ende, si lo que nos importa no es solamente ganar elecciones, es también gobernar bien, hay que hacer los esfuerzos de construir una concertación”, sostuvo.

“Las alianzas terminan después de las elecciones, las concertaciones perduran. Ahí desaparecen los partidos, se crea un partido de partidos, y se hacen acuerdos y ahí se definen cuáles son las líneas generales en materia de todos los sectores que toman parte de la administración del Estado”, remarcó.

Sostuvo que le preocupa la gente que tira la toalla de entrada y dice que la concertación será difícil que se logre porque se tiene que tener un estatuto nuevo, legal y administrativo. “Claro que va a ser difícil, pero tenemos que transitar ese camino si queremos por lo menos tener mayor madurez en nuestro sistema político. Además de poder dotarle de mayor legitimidad a las chapas que van a competir en abril, porque o si no siempre se define entre unos cuantos nomás con un arreglo de cúpulas y se le resta legitimidad”, resaltó.

Consideró que las internas de la concertación deberían de ser a padrón abierto. “Me encantaría. Sería una suerte de segunda vuelta. Sería en diciembre la concertación. Lo que se discute es el padrón electoral. Si a mí me preguntás, creo que debe ser padrón nacional, porque si hacemos padrón cerrado eso genera un ‘desincentivo’ a los partidos pequeños porque el padrón más grande es del partido Liberal. Debería ser padrón abierto”, sostuvo.

Comentó que en la política las mujeres aun son subrepresentadas en muchísimos espacios. “Menos del 20 % del intendentes son mujeres, etc. Ver a las mujeres organizadas que proponen, que logran que el partido liberal, que es tan importante, pueda promover esta paridad en las listas creo que merece el acompañamiento de todas las mujeres y celebro y aplaudo a las compañeras mujeres que estuvieron impulsando esto”, dijo.

Ministerio de Educación, un trampolín político, señaló

Soledad Núñez resaltó que lo poco que funciona en el país es gracias a “los pocos patriotas que están dentro de las instituciones que están luchando contra la maquinaria constantemente”. “Además, tienen que estar cuidándose porque pueden perder su cargo en cualquier momento. Porque como importan solo las elecciones, entonces, por ejemplo, un buen docente, un buen director del hospital, tiene que cuidarse de que lo que diga no afecte al que está tomando las decisiones, al mandamás, porque la política está en primer lugar”, sostuvo.

En una parte de la charla, Núñez lamentó que el Ministerio de Educación sea utilizado como un trampolín político, haciendo alusión (si bien no lo citó) a Juan Manuel Brunetti, quien dejó el cargo en dicha cartera del Estado para ser candidato a vicepresidente de la República. “Hay una irresponsabilidad política. Tenemos un Ministerio de Educación que históricamente fue un trampolín político. Yo no tengo nada en contra de las personas que tengan aspiraciones políticas electorales; de hecho, yo estoy ahora en esa disyuntiva, pero si uno asume un compromiso con la situación de la educación, no se puede… acá hay que tener una especie de celos, que implica el cargo, el sector, lo que implica para el futuro del Paraguay”, remarcó.

La obligación moral de intentar algo distinto

Soledad Núñez recordó que en su momento le propusieron ser intendenta de Asunción, pero que no aceptó por estar en el cargo de ministra de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (SENAVITAT). Además, comentó que llegó a pensar que jamás se metería en política, pero… “En su momento pensé ‘no me quiero meter en la política, todo está podrido ahí, voy a hacer nomás lo que tengo que hacer por el país desde el lugar donde esté’. Ese era mi pensamiento, pero ahora me doy cuenta de que hace falta meterse, ese es el cambio en mi mirada. Si creo que tengo las capacidades, la fuerza, el ímpetu, la integridad, tengo casi la obligación moral de intentar. Yo no quiero que pasen los años, mirar hacia atrás y decir que no tuve la valentía, coraje o que no me animé a proponer y plantear un proyecto distinto”, sostuvo.

“El modelo de ahora se está gastando”

“Las cosas tienen que cambiar en Paraguay. Sé que a veces esa es una frase un poco gastada. Tanto hablamos de cambio y ¿cambiar cómo? ¿Cuál va a ser la dirección en la cual vamos a llevar nuestro país para que todos los que vivimos en esta Nación podamos vivir mejor?”, dijo Núñez. “Creo que este modelo que estamos teniendo se está agotando. En este 2022 cumplimos 30 años de la Constitución Nacional, vemos una Constitución que en papel soporta absolutamente todo, bastante bien diseñada. Pero tuvimos un problema al edificar las instituciones. Tienen muchas fragilidades y falencias. Padecen de muchas enfermedades, entre ellas la corrupción, la ineficacia, un montón de cosas, que también a mí me tocó lidiar con eso administrando una cartera de Estado”, dijo.

“Me duele escuchar a los jóvenes decir ‘me quiero ir de Paraguay’”

“El país que veo hoy me deja disconforme. Me duele escuchar a los jóvenes decir ‘me quiero ir de Paraguay’. Tenemos una generación de adolescentes y jóvenes que a lo que aspiran es a irse del país. ¿Acaso ese es el Paraguay que queremos dejarle a las generaciones que vienen detrás?”, se preguntó.

“Hay un compromiso muy grande con aquellos chicos que están terminado la secundaria, que están terminando la universidad, que tienen ganas de salir adelante, pero se topan con un Paraguay y sus instituciones que no están a la altura del potencial que tenemos como país.”, dijo.

“Siempre recorrí bastante el Paraguay. Lo sigo haciendo, lo hice durante la pandemia, en un momento muy crítico, acompañando a las mujeres líderes de las famosas ollas populares y también acompañando a todo ese sector de emprendedores y que tuvo que reinventarse porque se quedó sin ingresos. Y esos jóvenes miran el Paraguay con otros ojos, ya no esperan que todo venga de arriba, ya no quieren solo conseguir un puesto en el Estado”, remarcó.

“Tenemos que desvincular el poder político de la burocracia estatal”

La futura candidata comentó que hay que dividir los desafíos que tiene el Paraguay en dos grupos: los desafíos institucionales y los problemas de contenido. “Tenemos por un lado desafíos institucionales, de la musculatura de las instituciones que tienen que ejecutar las políticas públicas, que es la capacidad de gestión, y tenemos también un problema de contenido, un vaciamiento de contenido material de nuestra democracia que son las políticas públicas. Uno puede tener muy buenas políticas, bien diseñadas, pero no tener el músculo para ejecutar”, explicó. “Entonces, hay que hacer las dos miradas si pensamos en un Estado con capacidad de resolver los problemas de la gente: cuál es esa visión en materia de salud, educación, de empleos, energía, etc. Y también en términos de las instituciones, lo que tiene que ver con la reforma del servicio civil, que para mí ya es impostergable”, sostuvo.

“Tenemos que desvincular el poder político de la burocracia estatal. Tiene que ser independiente del poder político. Hay que apuntar al sistema de justicia. Si hay impunidad, la corrupción siempre se va a pasear a sus anchas. Pero mirando el Poder Ejecutivo, lo que podemos hacer junto con el Congreso es promover una reforma real que profesionalice la administración pública. Se habla mucho de la meritocracia,  uno puede tener a funcionarios idóneos y capaces ocupando puestos, pero rindiéndoles favores a un político, hay que cortar ese cordón umbilical”, precisó.

“La modernización de las instituciones del Estado para mí es fundamental en los próximos 5 años. La estrategia nacional de innovación está escrita, está ahí. Hay que comenzar a tomar decisiones con determinación”, comentó.

Personas diseñando políticas públicas

Núñez dijo que hay que mirar el país poniendo la lupa en el territorio. “No es lo mismo el Chaco paraguayo, con necesidades particulares, que la zona norte del país, que toda la zona de frontera que vive del comercio, el intercambio de bienes y servicios con países vecinos. Tampoco es lo mismo el sur del país. Y dentro de los territorios hay particularidades en términos de la demanda y las necesidades que tiene la gente, pero eso requiere de personas diseñando políticas públicas y preocupándose de verdad por solucionar los problemas que afectan a la población”, dijo.

“No solamente reducir a la política que es lo que a mí me preocupa. Muchas veces, solo se busca ganar elecciones, política que se reduce a la búsqueda del poder, a la retención del poder… creo que la conversación debería ser cuál es el gobierno que vamos a construir en los próximos 5 años, pero con una mirada de 10, 15, 20 años, y nadie discute eso, nos quedamos en las rencillas políticas”, remarcó.

“Cuántos emprendedores vimos asfixiándose porque no vimos políticas de soporte que mantienen y sostienen el empleo en el Paraguay. El Estado paraguayo debe dar esa contención. Debería ser fácil emprender en Paraguay. Es la manera de generar empleos masivamente y también traer inversión extranjera, pero debe tener el apoyo importante”, subrayó.

“La gestión de la urbanización en el Paraguay está huérfana”

Durante la entrevista, Núñez también tocó el tema de la urbanización. A la consulta de si Asunción puede definirse como capital de un país, sostuvo que no. “Es una vergüenza, honestamente hablando. Hay mucha historia que tiene Asunción, pero el centro histórico de la ciudad está deteriorado, con problemas de infraestructura, promoción de la cultura. Yo creo que hay pequeños cambios que se ven, hay que reconocer que hay un esfuerzo, porque creo que, en el Estado paraguayo, multinivel, siempre hubo personas con ganas de impulsar proyectos y lo han hecho positivamente, pero todavía son insuficientes esos esfuerzos porque se necesita una mirada desde la más alta esfera pública. Un presidente comprometido o comprometida con la realidad nacional y con empujar proyectos que nos van a permitir salir del lugar en el que estamos”, dijo.

“La gestión de la urbanización en el Paraguay está huérfana. Nos estamos urbanizando espontáneamente, nadie está marcando la cancha, nadie está guiando el proceso”, sostuvo.

Bono demográfico, energético y de urbanización

“Mucho se habla del bono demográfico que tiene una ventana, es decir, a medida que los jóvenes vayan creciendo y se vuelvan adultos mayores, la capacidad productiva también de los individuos de la sociedad va a disminuir. O sea, tenemos que invertir en la juventud porque de eso depende el futuro del país”, dijo.

“Se habla de un bono energético que es el superávit de producción energética que tenemos en el Paraguay, que también tiene fecha de caducidad, porque a medida que el país vaya avanzando, se vaya industrializando, ese superávit termina, vamos a comenzar a demandar mayor consumo de energía. Y así también existe lo que yo llamo bono de urbanización, que significa que mientras tengamos todavía un porcentaje de la población viviendo en el campo, estamos a tiempo de preparar correctamente nuestras ciudades para poder absorber esa migración rural urbana. Ahí tenemos dos polos centrales que son nuestras únicas áreas metropolitanas, que son Asunción y su área metropolitana y Ciudad del Este y su área metropolitana. Esos dos aglomerados urbanos tienen que ser administrados como tales, hay que llevar adelante una gestión metropolitana, no más una gestión local”, relató.

Comunidades indígenas, históricamente olvidadas

“Las comunidades indígenas representan el 3 % de la población del país y fueron históricamente olvidadas. ¿Cómo puede ser que tengamos a las familias indígenas viviendo en esas condiciones en las plazas? Eso porque no hay decisión y no hay voluntad, no hay un gestor, con capacidad operativa y resolutiva para sentarse y resolver esa problemática y darles garantías de dignidad a esas familias”, precisó.

“No se puede actuar sin planificación. La parálisis por análisis también es peligrosa. Analizar cuál es mejor camino, quedándonos ahí sentado, no, hay que actuar. Volver al Estado paraguayo mucho más ágil. Modernizarlo con capacidad de resolver. No quedarse estáticos como estamos ahora”, sostuvo.